La demanda ambiental formatea el mercado agroalimentario global
Por Patricia Martino
El marco regulatorio para la comercialización de productos agropecuarios está cambiando en Europa ¿cómo se puede posicionar Argentina en este nuevo escenario?. Especialistas de Alemania y España hablaron de lo que se viene.╠
■□En el panel "Demanda Internacional sustentable: ¿Hacia dónde vamos?" que se realizó en el XVII Congreso de Aapresid se trataron algunos conceptos que se manejan actualmente en la comunidad europea y otros mercados internacionales a los que aspira llegar la Argentina. El abogado español experto en dirección de cámaras empresariales agroalimentarias Jorge de Saja y la especialista alemana Birgit Main-Steir, egresada de la carrera de ciencias agrícolas en la Universidad de Stutgart, contaron en que están trabajando en sus países y Gustavo Idigoras, presidente de la Cámara Argentina de la Industria Aceitera (Ciara) y del Centro de Exportadores de Cereales (CEC), habló de los desafíos para el país.╠
■□De Saja planteó que cruzando el océano hay un déficit de proteína y en tierras españolas se es dependiente de la soja. "La necesitamos y nos es igual que tenga características OGM o no", indicó y de esta forma se diferenció de la posición alemana en donde el consumidor demanda fuertemente productos no OGM.╠
■□Es más el referente de la industria alimenticia animal española dijo que "el consumidor no está dispuesto a pagar" un plus por alimentos no OGM. "La sustentabilidad no debería ser un premio, debería estar", subrayó y abrió el debate sobre las normativas que se están discutiendo en el Parlamento europeo "una casa de locos con 700 integrantes" e instó a anticiparse en el camino a seguir.╠
■□Como la agenda medioambiental "va a llegar" a través de un paquete regulatorio, De Saja propuso trabajar en conjunto con Argentina para desarrollar una metodología común en emisión de gases, por ejemplo. "Tenemos una buena oportunidad como cadena de valor y Argentina la tiene también como país, de aprovechar estas nuevas exigencias que nos vienen regulatorias en lo que es la huella de carbono y la ambiental. Hay que convertir lo que será una obligación en una oportunidad reputacional, para vender un producto que es bueno pero para que todos sepamos que lo es", reseñó De Saja.╠
■□El español aseguró que aún no se sabe cómo llegar a los nuevos marcos regulatorios que se discuten en el seno del Parlamento Europeo en Bruselas pero que pronto se sabrá cuál es la ambición que tendrán. "Hoy podemos averiguar cuál es nuestra aportación a nivel de producción agrícola de secuestro de carbono o huella hídrica, cómo es de eficiente el agua para las producciones, podría ser mediambiental en general. O averiguar cuánto carbono estamos emitiendo en el transporte de soja o maíz que emitimos hasta Europa, donde la transformamos en alimento de ganado, o cuánto estamos generando nosotros (España) de emisiones en esas vías de transformación. Se sabe hasta dónde podemos llegar y sabremos en breve qué es lo que nos van a exigir".╠
■□Para De Saja, los argentinos "son productores fenomenales" desde el punto de vista de eficiencia y desde el medio ambiental. Ante esto, sostuvo: "Siempre hay campo de mejora pero el argentino es un productor muy eficiente. Lo que no hemos hecho hasta ahora es medir cuán eficientes somos en materia de buenas prácticas agrícolas. En eso me refiero al uso del suelo, utilización lo menor posible de fitosanitarios o productos agroquímicos. Sabemos que se puede transportar de una manera que sea logísticamente más eficiente y generes menos emisiones. Argentina no empieza nada mal", apuntó.╠
■□El español propuso desarrollar un modo de trabajo común con Argentina, el proveedor natural del país europeo, para anticiparse a las regulaciones. "Cuando lo hicimos los políticos lo aceptan, porque a los políticos les quita trabajo", consideró.╠
■□La situación en Alemania es diferente y la producción argentina también tendría que prepararse para esta creciente demanda. El consumidor está dispuesto a cambiar sus hábitos de consumo, a pagar más, y descarta el consumo de los productos OGM. Main-Steir contó como cambiaron los hábitos de consumo y relató que mientras que en los 80 creció el consumo de carne por habitante hasta llegar a los 100 kilos por año, luego el foco estuvo en tener mejores precios en góndola y ahora el consumidor demanda sustentabilidad, productos no OGM y se cuestiona la producción de zonas deforestadas.╠
■□"Hoy por hoy el consumidor europeo está dispuesto a cambiar sus hábitos de consumo, a pagar más. Se debe a que están descartando el consumo de los productos OGM, particularmente en el mercado alemán lo están dejando de lado. Hoy la gente observa mucho qué tipo de productos consume", indicó.╠
■□Ante este escenario los productores alemanes o europeos definieron pagar diferente por producciones adaptadas. Es que tuvieron que modificar la alimentación animal para ajustar los requisitos del mercado, es decir, de lo que el consumidor quería porque aquellos productos transgénicos están diciendo no y se encontraron que los rechazaban, ergo tuvieron que cambiar sus estándares.╠
■□En relación a las cuestiones medioambientales, sobre la huella de carbono Main-Steir explicó que no tiene el mismo impacto en el consumidor alemán. "Los consumidores están a la vanguardia. Los grupos ambientalistas por ejemplo, influyen mucho en el tema. Estas situaciones llevaron a Alemania a tener problemas con otros países de la comunidad europea por manejar estos requisitos para sus productos", contó Main-Steir durante su paso por Aapresid.╠
■□En Alemania pisa muy fuerte la sustentabilidad y se definió que no OGM es sustentable. "Es un tema muy alemán, pero está creciendo en Polonia, Holanda, Dinamarca", señaló la especialista en ciencias agrícolas.╠
■□El último en exponer en el panel "Demanda Internacional sustentable: ¿Hacia dónde vamos? fue el presidente de la Cámara Argentina de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales. Idigoras planteó el desafío que tienen hoy los productores argentinos ante la demanda de sustentabilidad. "Hasta ahora el que quería podía aplicarlas y tener beneficios que podría alcanzar. Lo que vemos hoy es una evolución, los requisitos sustentabilidad se convirtieron en una condición de producción y distribución. Se está transformando la demanda generalizada del mercado", señaló.╠
■□Idigoras mencionó que hoy el principal producto de exportación de Argentina es la harina de soja y aseguró que es el ingrediente central para que la industria de alimentos balanceados de Europa pueda seguir creciendo, ya que Argentina es el principal abastecedor europeo y muchos países empezaron a comprar harina más allá de la comunidad europea. Pero si bien crece la demanda de mercados asiáticos apuntó que no hay que dejar de lado las restricciones que se vienen para exportar a Europa por que sus regulaciones se imponen a nivel global.╠
■□"Tenemos múltiples mercados y productos. Pero debemos saber que Europa es un gran comprador pero además genera tendencias regulatorias internacionales. Cada vez que Bruselas establece determinados parámetros y el Parlamento Europeo también los países asiáticos se fascinan por copiarlo", subrayó y recordó que el camino iniciado en Europa comenzó hace tiempo y apuntó que desde el Viejo Continente vienen avisando que nuevas reglas demandarán a sus proveedores.╠
■□Para Idígoras hoy surge un nuevo concepto en el que se trabaja: descarbonización de la economía y de la producción, lo que significa la descarbonización de los bienes y servicios que se consumen. "Podemos capitalizarlo, sería valioso que lo hiciéramos. Tenemos recursos para posicionarnos por nuestros sistemas productivos y comerciales en el mercado internacional", enfatizó y recordó que Argentina está ante el desafío de lo establecido en el reciente acuerdo Mercosur-Unión Europea.╠
■□En ese sentido, consideró que los desafíos ya no están en el largo plazo y apuntó a que generan nuevas condiciones de exportación y dejarán de ser nichos de mercado. La UE es el primer mercado en establecer estándares ambientales pero habrá políticas espejos en muchos compradores. Por el momento hay acciones y proyectos dispersos para enfrentar estos desafíos pero la meta es buscar acciones colectivas nacionales público-privadas.╠
■□"Tenemos que transformar una barrera comercial en una oportunidad de comercio. Es importante ver cómo se posiciona el país, no se trata de una sola empresa. Buscamos una forma de trabajo de toda la cadena para validarla con los compradores en Europa, así es después más fácil llevarla al sudeste asiático. El desafío es el trabajo en conjunto", consideró el máximo referente de la agroindustria argentina.