La siembra de trigo tomó una nueva dinámica. A pesar de que las previsiones indicaban que podría haber un fuerte retroceso en esta campaña, las lluvias llegaron sobre la hora y provocaron un cambio de expectativas. Aunque la superficie cubierta será menor que en el ciclo previo, el recorte de área se fue achicando de la mano de un mejor escenario climático. Santa Fe _que había sido muy golpeada por la sequía_ es una de las provincias que muestra números alentadores, tal como indicó la primera estimación oficial que realizó esta semana la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Rosario, la cual indica que se sembrarían 1,1 millón de hectáreas en la provincia, especialmente por el incremento de superficie en el centro norte.
Alta apuesta: Santa Fe sembrará más trigo que en el ciclo pasado
GEA estimó que se sembrarán 5,6 millones de hectáreas de trigo en esta campaña en el país. Son 300 mil menos que el año pasado, una caída de 5%. Pero el lado positivo es que las lluvias impidieron que ese recorte llegara a un millón de hectáreas. Con este escenario, se espera una cosecha de 16,2 millones de toneladas.
Los especialistas del Inta Oliveros vaticinaron que, tras “un cambio de ciclo” por efecto de las lluvias, la superficie podría alcanzar las 6 millones de hectáreas.
El servicio de estimaciones agrícolas de la Bolsa de Comercio local difundió sus primeras estimaciones de la campaña triguera 2023/24. En el mismo reporte, volvió a reducir la proyección de cosecha de soja del ciclo anterior. Esta vez de 21,5 a 20,5 millones de toneladas. Un 58% menos de soja de la que se pensaba producir al momento de la siembra.
Las consecuencias funestas de la sequía que golpeó a la campaña pasada siguen, pero el panorama hacia adelante cambió con la llegada de las lluvias. “La llegada del Niño cambiará el escenario de sequía que vivimos en los últimos tres años”, afirmó Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA), en el marco de un encuentro exclusivo para socios de la Bolsa de Comercio de Rosario.
El reporte destaca que el nuevo mapa climático evitó un recorte de un millón de hectáreas en la siembra de trigo. De todos modos, no evitará una caída de 5% respecto del ciclo pasado. “Por la falta de agua, la siembra de trigo argentina 2023/24 pudo haber estado entre las más bajas de la década”, explicó la entidad bursátil, pero “el evento de precipitaciones de mayo dejó acumulados que duplicaron y hasta triplicaron las medias mensuales en el este”, dijo el informe.
Además, según la misma Bolsa, las heladas ocurridas recientemente en la región pampeana van a favorecer las labores de siembra para la campaña fina de trigo.
La analista de GEA, Florencia Poeta, señaló que “las bajas térmicas van a favorecer las labores de siembra para impulsar la campaña fina, en particular la siembra de trigo, en los lugares donde habían excedentes hídricos que impedían llevarla a cabo con normalidad”.
La franja oeste de la región pampeana, en cambio, no recibió las lluvias necesarias, por lo que el oeste de Buenos Aires, La Pampa y Córdoba son las áreas “más comprometidas para cumplir con los planes trigueros”. Así, Córdoba dejaría de sembrar unas 180 mil hectáreas en esta campaña (-20,5% interanual) mientras que Buenos resignaría 140 mil hectáreas (-5,5%), pasando de cultivar 2,54 a 2,40 millones de hectáreas.
La revancha santafesina
Santa Fe muestra un fuerte repunte tras las lluvias, sobre todo en el este y centro de la provincia. “Hace un mes se esperaba una caída contundente pero hoy la siembra sería apenas mayor que la del año pasado”, indicaron. Se sembrarían 1,1 millón de hectáreas.
En cuanto a la tecnología a usar, hay una gran tendencia a limitar la fertilización y realizar planteos con dosis de nitrógeno y fósforo bajas a medianas. “Tras la sequía se quiere gastar lo menos posible. Se espera que luego del escaso desarrollo y el fracaso productivo de los cultivos de verano, los nutrientes que quedaron en los suelos logren suavizar la caída en inversión que habrá en el cultivo en esta campaña”, indicaron.
Por lo pronto, los productores del centro y norte de Santa Fe avanzaron esta semana hasta cubrir el 45% de la superficie prevista para trigo, a partir de las buenas condiciones climáticas y de la cama de siembra, técnica de cultivo que no requiere el cavado del suelo.
El informe semanal que elaboran el Ministerio de la Producción de la provincia y la Bolsa de Comercio de Santa Fe precisó que hasta el momento la siembra de trigo abarca unas 202.500 hectáreas, con un adelanto de 25 puntos respecto de la semana pasada y de 10 puntos en comparación con igual época de la campaña anterior.
La intención de siembra de ese cereal es de 450.000 hectáreas, por lo que registraría un incremento de 80.000 hectáreas respecto de las implantadas el año anterior. Si se concretan esas previsiones, el trigo tendrá entre 18 y 20% más de lotes que en la campaña 2021-2022, cuando se cubrieron 370.000 hectáreas.
Por su parte el Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires también dio cuenta de un escenario alentador en la siembra de trigo. Dijo que en la semana esta “cobró fluidez”, tras relevar un progreso intersemanal de 20 puntos porcentuales. “El 39,5 % de la superficie proyectada ya se encuentra implantada, registrando una demora interanual de 18 puntos”. En algunas zonas falta humedad pero en otras el implante avanza, especialmente en el centro este y sur del área agrícola como centro-este de Entre Ríos y centro norte de Santa Fe, donde también se han recuperado los perfiles, la siembra cubre el 35% de la superficie apta.
El secretario de Agricultura de la Nación, Juan Bahillo, se mostró optimista respecto a la “recuperación del nivel de actividad” del sector tras la sequía, con una importante intención de siembra“ para la campaña 2023/2024 que, en el caso del trigo alcanzaría “7 millones de hectáreas”. Rescató que “a través de distintas políticas públicas como la ley de emergencia agropecuaria, se permitió la subsistencia de los productores pequeños y medianos”.