La Bolsa de Cereales de Buenos Aires estimó una producción para la campaña fina 2023/24 de 18 millones de toneladas para el trigo y 5 millones para la cebada, con incrementos interanuales del 45% y 32%, respectivamente.
Campaña 2023/24: la Bolsa porteña estimó una producción de 18 millones de toneladas de trigo
Agrotendencias 2023 es organizado por la Federación de Acopiadores de Granos.
La jefa de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Cecilia Conde.
Las proyecciones fueron dadas a conocer por la jefa de Estimaciones Agrícolas de la entidad, Cecilia Conde, quien también precisó que la superficie sembrada se prevé de 6,3 millones de hectáreas para el trigo (3% más que en la campaña anterior) y de 1,3 millón para la cebada, sin variación en relación con la campaña 2022/23.
Conde -quien disertó en el seminario sobre perspectivas agropecuarias “Agrotendencias 2023”, organizado por la Federación de Acopiadores de Granos en la sede de la Bolsa de Cereales- advirtió sobre las diferencias entre las zonas agrícolas en cuanto a las perspectivas climáticas, con mejores condiciones hídricas en la zona sur (Sur la de la provincia de Buenos Aires) y con problemas más severos en la Centro-Oeste (La Pampa, oeste de Buenos Aires y sur de Córdoba).
Por su parte, en la región Centro-Este (Entre Ríos, Santa Fe, norte de Buenos Aires y sudoeste de Córdoba), Conde adelantó que “el productor va a sembrar con el área justa”, y que “será crucial lo que suceda en los próximos 15 a 30 días con las precipitaciones”
Al respecto, señaló que “a un mes de iniciar la siembra, los productores están indecisos en cuanto a qué sembrar”, una decisión que, sostuvo, “dependerá de los márgenes y de la ventaja agronómica” que surja de comparar la combinación de trigo con soja o de cebada con la oleaginosa.
Más incertidumbres que certezas
Durante su presentación, el presidente de la Bolsa de Cereales, José Martins, aseguró que la campaña fina de siembra de trigo y cebada comenzará “con muchas más incertidumbres que certezas”, al tiempo que reclamó de la dirigencia política en general “un entendimiento” de la actividad agrícola. Además, pidió que “no cajoneen” la propuesta presentada por el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) en 2020.
El titular de la Bolsa consideró que la jornada sería “atípica”, ya que “en lugar de enfocarnos en proyectar modelos de crecimiento con los riesgos propios del negocio (clima, precios), tendremos que extremar la imaginación para vislumbrar el futuro contexto político-económico nacional”. En ese sentido, planteó que “enfrentaremos la nueva campaña fina con muchas más incertidumbres que certezas”.
“Hay una cadena agroindustrial dispuesta a seguir arriesgando capital de trabajo propio y de terceros, en un entorno donde en términos económicos esta cadena de valor sufrió un impacto negativo peor que la pandemia”, aseveró.
Asimismo, objetó que durante la pandemia “vastos sectores perjudicados recibieron políticas y/o medidas de apoyo”, algo que, aseguró, “no se replicó” con el sector agrícola, “ni para paliar los quebrantos ni para financiar 'la revancha'”, en referencia a la recuperación posterior al Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (Aspo).
“Necesitamos de la política, un entendimiento de nuestra actividad”, remarcó, para explicar que no estaba reclamando “nada de subsidios ni prebendas, sólo un escenario de reglas claras, sostenibles que den previsibilidad para invertir, generar divisas y empleo de manera federal”.
Al respecto, en su doble condición de presidente de la Bolsa de Cereales y del CAA, recordó que esta última entidad presentó en 2020 “un plan de política industrial para los próximos 10 años, con varios ejes no sólo del sector, buscando contribuir a una macroeconomía razonable y con foco en la generación de empleo, único camino para reducir los actuales índices de pobreza”.
Esa propuesta, señaló, “no está escrita en piedra”, sino que “se elaboró con responsabilidad, incluyendo a sectores ajenos a nuestra actividad para generar un impacto positivo económico”. En ese sentido, sugirió: “Mejórenlo, agreguen su impronta, por favor no lo cajoneen”.