El sector agropecuario y agroindustrial es el principal generador de divisas en nuestro país, liderando la balanza comercial. Es un importante generador de puestos de trabajo, y tiene una significativa participación en el valor agregado de la economía. Esas son las conclusiones de un estudio elaborado por los economistas Julio Calzada y Javier Treboux, y publicado en el último informe del Departamento de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Destacan el peso del sector agroindustrial en la economía
Tomando en cuenta que la agroindustria es "la actividad económica que comprende la industrialización y comercialización de productos agropecuarios, forestales y biológicos", el documento subrayó algunos indicadores económicos a nivel nacional que muestran su relevancia.
Divisas. En 2018 el sector agropecuario y agroindustrial fue el único generador de relevancia de divisas netas por operaciones cambiarias de exportación e importación. Según el Banco Central de la República Argentina, cerca de 28.800 millones de dólares netos. El sector "Oleaginosas y Cereales", como categoriza el BCRA al segmento que nuclea la producción, procesamiento y exportación de cereales y oleaginosas en nuestro país, tuvo en el 2018 un balance cambiario comercial positivo de u$s 21,2 mil millones, siendo el sector con mejor balance externo del país. Al agregar a esta categoría, los rubros relacionados con la producción de alimentos, bebidas y tabaco, las actividades agropecuarias y otras primarias (silvicultura, piscicultura, etc), y el complejo textil y curtidos, se llega a un balance positivo cambiario de cerca de u$s 29 mil millones.
Exportación. El 60 por ciento de las exportaciones de Argentina lo genera el sector agropecuario y agroindustrial: u$s 36.700 millones. En 2018, en el país se efectivizaron exportaciones por u$s 61.559 millones, de los cuales u$s 36.755 millones correspondieron a exportaciones de productos del sector agropecuario y agroindustrial. Esto representa el 60 por ciento de las exportaciones totales de nuestro país.
El sector, de acuerdo al criterio utilizado en el informe, incluye a los complejos oleaginosos, cerealero, bovino, frutícola, pesquero, hortícola, forestal, avícola, tabacalero, miel, azucarero, equino, yerba mate, te; con el agregado de la industria textil.
Según un informe del Indec, en 2018 los principales complejos exportadores fueron primero el Complejo Soja (que contiene a la soja (porotos, aceites, pellets y harinas), el cual fue el de mayor relevancia. En segundo lugar le sigue el complejo automotriz, tercero el petrolero-petroquímico, cuarto el maicero —granos y harinas—, quinto el complejo de origen bovino (comprende carne, lácteos y cuero) y sexto el triguero (granos, harinas y pellets entre los más destacados).
Empleo Un reciente trabajo de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina sobre el impacto económico del sector, en Argentina las cadenas agroalimentarias generaron 2,6 millones de puestos de trabajo en 2017, lo que equivaldría al 17 por ciento del empleo total nacional privado. La estimación incluye empleo directo como indirecto.
Se estaría computando el empleo del sector en forma global, tanto aguas arriba (en la producción y comercialización de fertilizante, transporte, instrumentales para agricultura de precisión, semillas, etc.), como aguas abajo, en diversos y amplios mercados, incluyendo la logística de carga y portuaria y las plantas industriales.
En el informe se destaca que sectores como la vitivinicultura y la producción de frutas, hortalizas, legumbres y cultivos industriales (FHL) generan el 30 por ciento de los puestos de trabajo del total de las cadenas. Esto evidencia la importancia de las economías regionales .
Un trabajo del Ministerio de Agroindustria, publicado en diciembre de 2018, analiza la cuestión desde las perspectivas de las cadenas agroalimentarias. Se estima que las 31 cadenas agroalimentarias identificadas ocupan un total de 1,9 millones de personas, lo que representa el 10 por ciento del empleo total del país.
Una investigación liderada por el especialista Juan Llach en 2003, estimó un empleo directo de 2.750.000 personas y un empleo total de 5.590.000, utilizando un enfoque más amplio, e incluyendo diferentes cadenas entre las que se encontraban pesca, textiles y madera y muebles, entre otras tantas.
El análisis de los investigadores de la Bolsa siguió, en líneas generales, el modelo formulado por Llach. Consideraron el empleo directo en forma amplia por los siguientes complejos: oleaginoso, cerealero, bovino, frutícola, pesquero, algodonero, hortícola, forestal, avícola, tabacalero, miel, azucarero, equino, yerba mate, te y la industria textil. "Con esto, procedimos a estimar el empleo directo e indirecto generado por todas esas cadenas, que surge de las siguientes situaciones: personas que trabajan directamente en alguna de estas cadenas agrícolas, y en las cadenas agroalimentarias y agroindustriales, trabajadores que prestan servicios diversos —directos e indirectos- a dichas cadenas, personas que comercializan bienes de dichas cadenas a nivel mayorista o minorista; individuos que perciben sus ingresos en forma directa o indirecta (parcial o total) gracias a la actividad de las cadenas agroalimentarias, especialmente en el interior del país; trabajadores del Estado nacional, provincial, municipal o comunal que prestan servicios o desarrollan sus actividades en relación a las cadenas agroindustriales; trabajadores particulares del agro o de las cadenas agroindustriales, trabajadores por cuenta propia, patrones, trabajo familiar y los asalariados no registrados", detalló el estudio.
Por ese camino, la estimación de la Bolsa sobre la generación de empleo directo e indirecto del sector agropecuario y agroindustrial en Argentina se ubica en una cifra cercana a las 5,5 millones de personas.
"En 2018 en nuestro país existían 6,6 millones de empleos formales privados asalariados, según el Sistema Integrado Previsional Argentino. En actividades de producción del sector agropecuario y agroindustrial había 886.000 empleos formales. La cifra total de 5,5 millones de ocupados implica multiplicar esos 886.000 empleos formales por un factor de aproximadamente 6,2", indicaron los economistas de la Bolsa.
El empleo directo asalariado registrado por el sector privado en el campo y la agroindustria a 2018 asciende aproximadamente a 886.000 trabajadores. El campo (y otras actividades primarias) junto con la agroindustria superan ampliamente al resto de los sectores analizados, entre ellos automotriz, gas y petróleo, minería y otros.
Valor Agregado. Sin computar comercio y servicios, el Valor Agregado Bruto (VAB) del sector agropecuario y agroindustrial en Argentina es del 13 por ciento a nivel productivo. El VAB de toda la economía argentina, medido a precios corrientes, alcanzó durante el año 2018 los u$s 439.565 millones. El sector agropecuario y agroindustrial aportó u$s 58.420 millones. La industria manufacturera aportó el 15 por ciento sobre el VAB total, representando el sector agroindustrial aproximadamente el 40 por ciento de este sub-total.