La Bolsa de Comercio de Rosario presentó su primera estimación siembra de la campaña triguera 2020/21. Pronosticó que se sembrarán 7 millones de hectáreas, con un potencial de cosecha récord de 22 millones de toneladas.
El cambio de ciclo agrícola se vive a full pese a la pandemia
Camiones. Pese al bajón de fines de marzo, el ingreso de soja y maíz a los puertos superó al año pasado.
La Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario señaló que, en superficie, se acercaría a la campaña 2001/2002, que fue algo superior a 7,1 millones de hectáreas. Pero por el nivel de tecnología permitiría alcanzar a 22 millones de toneladas. "De materializarse, se constituiría en una cosecha récord dentro la historia del cereal", señaló.
Es que, según señalaron los técnicos del servicio de estimaciones agrícolas de la Bolsa, además del nivel de siembra, "hay un salto tecnológico notable respecto a la forma de hacer trigo" en los últimos cinco años. "Antes, para un productor de la región central era impensable alcanzar rindes de 45 a 55 qq/ha; estos eran rindes exclusivos de la zona triguera por excelencia de Argentina, el sudeste bonaerense", recordaron. El cambio en el manejo, la genética, la fertilización y el tratamiento de enfermedades permitió un salto de 20 quintales en los rindes objetivos actuales con respecto a cinco años atrás en gran parte de la región pampeana. "Por eso, un dato clave es que, en general, esta campaña se está planificando con un nivel tecnológico muy similar al que se utilizara en el ciclo pasado", señaló.
Según la GEA, se sembrarán 1,8 millón de hectáreas de trigo en la región norte pampeana, 50 mil hectáreas (3 por ciento) más que el año anterior. "Los márgenes actuales, la necesidad financiera y la mantención de las rotaciones son sin dudas los factores claves de esta expansión", señalaron.
El 20 de mayo fue la fecha de la gran largada de la campaña triguera. En medio de la cuarentena y con estrictos protocolos de seguridad comenzó la siembra de los ciclos más largos.
"Incluso en medio de una pandemia mundial y la bajante más severa del Río Paraná en casi 50 años, la cadena agroindustrial argentina mantiene el dinamismo que lo caracteriza, recuperando en gran medida la pérdida de actividad de fines de marzo y principios de abril cuando trabas de distinta índole dificultaban el flujo de mercancías", señalaron los economistas de la Bolsa de Comercio de Rosario, Julio Calzada, Alberto Lugones y Emilce Terré, en un artículo publicado en el semanario de la entidad.
Entre el 1º de marzo y el 14 de mayo ingresaron a las terminales del Gran Rosario un total aproximado de 16,3 millones de toneladas de soja y maíz, un 4 por ciento por encima del año pasado, pese a la caída mayor al 40 por ciento de las descargas de camiones en la segunda quincena de marzo.
La recuperación se explica, de acuerdo a la Bolsa por por "un muy buen ritmo de avance de la cosecha, gracias a los ya más de 10 días de condiciones mayormente secas que brinda fluidez a las labores". En el caso de la soja, al 14 de mayo se había avanzado con la cosecha sobre el 79 por ciento del área, el mayor porcentaje en cinco años.
Los economistas apuntaron que los productores privilegian las ventas con cupo asegurado para la descarga inmediata, condición que traccionó un buen volumen de ventas en la semana. "Los precios de la soja acompañaron, ubicándose en torno a u$s 215 por tonelada", indicaron. En el caso del maíz, los valores ofrecidos en la plaza Rosario se mantienen con algunos altibajos en el rango de 118 a 120 dólares por tonelada.
Los investigadores subrayaron que, en un marco complejo, Argentina logró cumplir con los embarques pactados. De hecho, un informe del FMI muestra que, a nivel global, las cargas a granel son de las pocas con un desempeño positivo entre mediados de febrero y fines de abril.
"En el mercado internacional, tanto la soja como el maíz mantuvieron una tendencia mayormente lateralizada en Chicago durante la semana", señalaron. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda) proyectó que la superficie destinada a la siembra de maíz este 2020 será la segunda más extensa desde que se tiene registro. En cuanto a la soja, estimó también que Estados Unidos, Brasil y Argentina mejoren el desempeño productivo en la nueva campaña.
En el frente interno, la escalada de los dólares paralelos en abril y parte de mayo generó ruidos en el mercado y la intervención del Banco Central, que, entre otras medidas, cortó los créditos subsidiados a tasa de del 24 por ciento para los empresarios agrícolas que retengan trigo y soja por un valor superior al 5 por ciento de su capacidad de cosecha anual.
En el medio, se sumó el pedido de los exportadores de pesificar los contratos de venta de cereales y oleaginosas.
El economista de Ieral, Juan Manuel Garzón, comentó que hay 30 millones de toneladas de maíz y soja vendidas a precio cerrado a comienzos de mayo para ciclo actual, que comparan con 25 millones para la misma fecha del año anterior. "Y con menos volumen producido", dijo, para concluir: "Si las divisas faltan, no es por los productores".
La analista Lorena D´Angelo explicó en su columna de Escenarios Granarios que "los productores prefieren vender y cobrar sólo lo necesario para no perder valor de sus granos en dólares". Explicó que, a la fecha, hay un volumen importante de negocios ya realizados por parte de los productores, que anticiparon operaciones el año pasado.
Señaló que el volumen de soja comercializado por los productores totaliza 21,39 millones de toneladas al 6 de mayo, de las cuales 10,3 millones de toneladas tienen precio establecido y unas 11 millones de toneladas son a fijar precio. El año pasado, a la misma fecha, los volúmenes eran: 18,8 millones de toneladas; 7,6 millones de toneladas a precio hecho y 1,3 millones de toneladas a fijar.