El efecto invernadero es un proceso natural por el cual los gases presentes en la atmósfera (dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno, vapor de agua, entre otros) captan y retienen la radiación que el planeta Tierra emite al exterior. Este fenómeno permite que las condiciones climáticas sean las óptimas para el desarrollo de la vida en el planeta Tierra. Sin embargo, el aumento sostenido en la concentración de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) en la atmósfera, producidos ene la era industrial, coincide con el aumento de la temperatura global, por lo que serían componentes importantes del cambio climático.
El Inta contra el cambio climático
Según el inventario de GEI, realizado en 2017 por el Ministerio de Ambiente de la Nación, Argentina genera un total de 368 mega toneladas equivalentes de dióxido de carbono, el 0,6 por ciento del total de las emisiones mundiales.
El agro contribuye con 144 millones de toneladas de equivalentes CO2 por año, el 39 por ciento del país. Se destacan como fuente de emisión el cambio de uso del suelo (deforestación), la fermentación entérica de los rumiantes, el uso de fertilizantes y abonos, la quema de rastrojos, entre otros. En la producción agrícola, las principales fuentes de emisión son l cambio de uso de suelo, la quema de rastrojos y la utilización de fertilizantes sintéticos y abonos. Las emanaciones de óxido nitroso (N2O) son de las más estudiadas. Trabajos de Fernando Salvagiotti (Inta Oliveros) demuestran que por esta causa pueden llegar a perderse hasta 30 kg nitrógeno por hectárea (N/ha). Actualmente, se cevalúan fertilizantes alternativos con el fin de minimizar esta volatilización. Otro de los recursos donde se producen emisiones de gases vinculados a las tareas agrícolas es el suelo.
El Inta organizó recientemente una una "jornada ambiental" en Venado Tuerto, en la que se presentaron trabajos de investigación.