Para el economista, Gabriel Delgado, recientemente designado interventor de Vicentin, el nuevo mundo de la producción estará impactado por las nuevas formas de comercialización, con cambios en toda la actividad agropecuaria y un marco de proyecciones importantes para los países productores de alimentos.
El valor agregado será clave en la pospandemia
En una nota que brindara a nuestro medio, apenas unos días antes de que fuera nombrado en su nueva función, este reconocido especialista en economía agropecuaria habló sobre los efectos de la pandemia de Covid-19 en la economía y la sociedad.
"La clave para que los precios de la producción vegetal se sostengan, dependerá de que la producción de soja y maíz destinado a la fabricación de alimento balanceado para animales se mantenga firme", pronosticó. En ese sentido, señaló que "si se llegara a resentir la demanda de carne se podría observar un problema grave de sobre oferta en todo el mercado argentino, y eso debe ser siempre analizado".
Según su punto de vista, hay que complementar aquellos sectores que han generado estabilidad, como el alimentario, y dinamismo, como el tecnológico, con las industrias que saldrán de esta situación casi en quiebra (aviación, transporte, hotelería).
"Estamos frente a un cambio disruptivo muy importante, la vacuna contra el coronavirus debería aparecer en el plazo del primer trimestre del año 2021, de lo contrario habrá que encontrar maneras diferentes de distribución, donde se tendrán que resolver problemas muy graves", advirtió.
Delgado sostuvo que hay grandes oportunidades para salir adelante y discutir el fortalecimiento de las industrias a partir del conocimiento y agregado de valor.
Asimismo, afirmó que esta eventualidad dejará cambios disruptivos muy grandes, que en principio seguirán afectando y amenazando por mucho tiempo a todas las industrias presenciales.
Por otra parte, resaltó una continuidad con robustez del negocio de los alimentos, aunque con la sorpresa o aparición de nuevos indicadores, como el crecimiento a 2 ó 3 digitos de las cadenas de distribución puerta a puerta.
"Argentina se está preparando para resolver problemas muy graves dentro y fuera del país, aunque en un marco de muchas oportunidades", enfatizó metiendo en su agenda la forma en que discutirá el fortalecimiento del sector exportador de los próximos diez años.
También habló sobre poner en discusión parlamentaria, la continuidad o no de nuestra matriz de exportar alimentos para animales, teniendo en cuenta que Argentina produce alimentos para 400 millones de personas.
"Eso no es verdad, lo real es que exportamos mucho para consumo animal y deberíamos pensar por qué no comenzamos a poner un fuerte incentivo para la exportación de alimentos de consumo humano directo, que tienen un mayor valor promedio y están en otro eslabón de la cadena trófica".
Según Gabriel Delgado, se viene una aceleración de todos procesos y desafíos vinculados a las nuevas tecnologías, en un contexto donde Argentina se encuentra demasiado atrasada, aunque con una cantidad muy importantes de emprendimientos tecnológicos relacionados con la biotecnología que otros países no tienen.
Otro segmento es el de los fármacos, que se proyecta con un crecimiento inédito para los próximos años y muy diferencial frente a otras actividades.
El dato a tener en cuenta son los nuevos protocolos y la tendencia de todos los países del mundo como acto reflejo, comienza a mostrar que se están cerrando las puertas; generando ampliaciones sobre la demanda agregada, fortaleciendo los consumos internos y tratando de equilibrar los balances de pago de cada una de las naciones del planeta.
Este referente del sector centró la realidad exportadora a las oportunidades que le da China a nuestra carne vacuna y porcina. "Estimo que la macroeconomía argentina, necesitará más de la bioindustria para fortalecer la posición de dólares, la pausa del proyecto de Vaca Muerta, da una oportunidad única para todo esto", dijo.