El gobierno francés reiteró ayer estar abierto a las negociaciones por la reforma laboral, pero subrayó que el retiro del controvertido proyecto de ley "no es una opción", mientras crece la tensión social, los sindicatos redoblaron la apuesta convocando a nuevos paros para los próximos días y la popularidad del presidente François Hollande se desploma.
Francia, a oscuras y sin trenes por las huelgas contra la reforma laboral
Trabajadores en huelga provocaron ayer apagones al cortar la alimentación de una enorme línea de electricidad en el occidente de Francia y ocuparon las vías en un centro ferroviario de París, mientras los sindicatos de las plantas nucleares y el servicio nacional de trenes protestaron contra la propuesta de abolir algunas garantías laborales. Los trabajadores tienen demandas específicas por sector, pero también aprovechan los meses de ira generalizada ante un proyecto de ley del gobierno para extender la jornada laboral, actualmente de 35 horas a la semana, y facilitar la contratación y despido de empleados.
Miembros del sindicato CGT en 16 de las 19 plantas nucleares del país, que generan la mayoría de la electricidad que se consume en Francia, pararon ayer. Es necesario que este tipo de infraestructuras mantengan un nivel mínimo de producción incluso durante las huelgas por motivos de seguridad, pero los trabajadores en Brittany cortaron el suministro de luz de una estación en Saint-Malo-de-Guersac, lo que provocó apagones en al menos 120.000 hogares.
Mientras tanto, los sindicatos de pilotos de la compañía aérea Air France anunciaron que pararán entre el 11 y el 14 de junio, coincidiendo con el inicio de la Eurocopa de fútbol, el 10 de junio.