Para la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, la sequía ya es historia en el 65 por ciento de la región pampeana.
La sequía ya es historia en la mayor parte de la zona núcleo
Tras casi cinco meses y medio sin lluvias de consideración, en abril la atmósfera volvió a cargarse de humedad. Sin embargo, aún no se producían las lluvias tan ansiadas para la próxima campaña triguera. Hasta el miércoles 18 de abril, se insinuaban áreas de recuperación por las precipitaciones. Se distinguía, recordó el GEA, "una pequeña zona del sur de Santa Fe junto al norte de Buenos Aires y sureste de Buenos Aires, recomponiendo el almacenamiento de agua en los suelos". Pero en gran parte de Entre Ríos, Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba y La Pampa no había cambios sustanciales.
Eso, dicen los especialistas de la Bolsa de Comercio de Rosario, "ya es historia", porque en los últimos cuatro días de tormentas, la reserva de agua útil en el suelo presenta un cambio sustancial en el 65 por ciento de la región pampeana.
En la región núcleo es donde más se nota la recuperación. El promedio estadístico de los últimos 30 años indica para abril lluvias en torno a los 102 mm. Pero los montos mensuales en la región lo superaron con creces. Al lunes 23 de abril, la región ya promedia 138 mm. Durante el domingo 22 y lunes 23 de abril, el temporal dejó acumulados de 20 a 60 mm en el 75 por ciento de la región núcleo. Estas se suman a las importantes lluvias del viernes pasado, unos 30 a 50 mm, que alcanzaron el 60 por ciento del área. La distribución del agua ha sido diferente en ambos episodios y se han complementado, distribuyendo el agua con más ecuanimidad.
Buena parte de Córdoba, el sudoeste bonaerense y gran parte de La Pampa siguen en deuda. De todas formas, la mejora que se produjo en estos últimos cuatro días es muy importante. Las provincias mediterráneas están en clara desventaja. Esto le resta en promedio un 37 por ciento de probabilidades de recuperación de las condiciones hídricas óptimas respecto del este. Aun así la recuperación se ha puesto en marcha. La tendencia que muestran los indicadores climáticos permite suponer que el agua va a ser suficiente para sembrar trigo en la región pampeana.
El Departamento de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales porteña pronosticó que si se recompone la humedad en los suelos agrícolas, la campaña de trigo 2018/19, pronta a comenzar, se incrementará 3,5 por ciento en el área de siembra respecto del ciclo anterior.
En la campaña 2017/18 se cosecharon 17.750.000 toneladas, con una superficie de 5,7 millones de hectáreas: "Bajo este panorama, los resultados preliminares del relevamiento indicaron una posibilidad de expansión del 3,5 por ciento, ante un escenario de mejora climática que recomponga la humedad en los perfiles para el comienzo de la siembra".
En un escenario de buenos precios internacionales y con un aclerado ritmo de comercialización, el trigo es la gran apuesta para que el agronegocio recupere las pérdidas provocadas por la sequía.
Emergencia. Al respecto, el Ministerio de Producción de Santa Fe anunció hace una semana, desde la localidad de Reconquista, la decisión de extender la emergencia agropecuaria en la provincia, agregando 3,2 millones de hectáreas a las 5,8 millones que ya habían sido declaradas.
La decisión surgió como resultado del análisis de los índices y datos satelitales que se vienen utilizando para el estudio de los suelos de la provincia, y en respuesta al compromiso asumido por la cartera de Producción con las entidades agropecuarias.
El decreto amplió la zona alcanzada abarca todos las localidades del departamento Vera, General Obligado y San Javier. Además, incluye Monje, del departamento San Jerónimo; Helvecia, del departamento Garay; Llambi Campbell, Campo Andino, Laguna Paiva y Arroyo Aguiar, del departamento La Capital; Salto Grande, Totoras y Bustinza, del departamento Iriondo; Fuentes, del departamento San Lorenzo; J B Molina, del departamento de Constitución; y Pueblo Uranga, Pueblo Ester y General Lagos, del departamento Rosario.
En la primera etapa, la emergencia agropecuaria alcanzó a los departamentos 9 de Julio, San Cristóbal, Las Colonias, Castellanos y San Justo; y a Calchaquí, Malabrigo y La Gallareta, del departamento Vera; Reconquista, Berna, El Arazá y Nicanor Molina, del departamento General Obligado; Nelson, Cabal y La Emilia, del departamento La Capital; Maciel, Pueblo de Irigoyen, Casalegno, Estación Díaz y Gessler, del departamento San Jerónimo; Arminda, Ibarlucea y Alvear, del departamento Rosario; Luis Palacios, del departamento San Lorenzo; Carrizales, del departamento Iriondo; y Godoy y Cepeda, del departamento Constitución.
La caída de la producción por la sequía se reflejó en las estimaciones que difundió el Ministerio de Agroindustria de la Nación. La dependencia estimó la producción de soja de la campaña 2017-2018 en 37,6 millones de toneladas y de maíz en 42 millones.
Los efectos de esa reducción potencian las dificultdes de los pequeños y medianos poductores. En el marco de una reunión llevada adelante en Arequito el viernes 20 de abril, organizada por la filial de FAA de Arequito, presidentes comunales de distintas localidades de esa región coincidieron en acompañar el pedido de la Federación Agraria Argentina para que la provincia de Santa Fe declare la emergencia agropecuaria ante las dificultades que presentan los pequeños y medianos productores afectados por la reciente sequía, que no han podido cosechar nada de la soja de primera y del maíz, con rindes muy pobres, y con la cosecha de segunda perdida, tanto en maíz como soja.
En este sentido, en un encuentro convocado por la filial de FAA, los dirigentes señalaron que elevaran conjuntamente este pedido al gobierno provincial, para que la extienda a esa región, tras coincidir que la emergencia agropecuaria precipita la emergencia social en cada uno de los pueblos, donde el motor de su economía es la actividad agropecuaria.
Los jefes territoriales apuntaron en acompañar el pedido de FAA para que la provincia amplié la emergencia, que Nación homologue para que las herramientas nacionales se pongan en marcha y exigir así en conjunto más herramientas en los estamentos nacionales.
Estuvieron presentes el presidente de FAA, Omar Príncipe, el Secretario Gremial, Orlando Marino, el secretario de Juventud, Emanuel Pérez, y el presidente de la filial de Arequito, Alberto Virgili, quienes valoraron el compromiso y el acompañamiento a este reclamo, en el marco de un encuentro del que participaron presidentes comunales de Los Molinos, Arequito, Chabás, Villa Eloísa, y Arteaga.
Este encuentro surge a partir de último plenario del Distrito 6, convocada en su momento con motivo de la emergencia agropecuaria en la provincia, y ante la falta de declaración de la misma en esta parte del territorio santafesino.
Centro y Norte. En el centro norte de la provincia de Santa Fe se manifestaron durante la última semana condiciones climáticas de inestabilidad y se produjeron precipitaciones en todos los departamentos del área de estudio. Se reiteró la particularidad en la intensidad de las lluvias, marcando una óptima recuperación y recarga de los perfiles de los suelos, tras el período seco. Los valores de los registros pluviométricos fluctuaron entre 15 y 90 mm., dice el informe semanal del Sistema de Estimaciones Agrícolas del Centro Norte de la Provincia de Santa Fe, que difunden la Bolsa de Comercio de Santa Fe y el Ministerio de la Producción.
Las actividades más relevantes en toda el área fueron condicionadas por la situación ambiental, caracterizada por los elevados porcentajes de humedad ambiente y con ello, altos porcentajes de humedad de granos, situación que rantelizó y frenó los equipos y cosechadoras que estuvieron en movimiento y tenían buen ritmo de cosecha de los cultivos hasta la fecha.
Los rendimientos en cada uno de ellos continuaron revelando la gran heterogeneidad, siendo la principal característica de lo que dejará la campaña 2017/2018.
Prosiguió la cosecha en los distintos departamentos y en diferentes porcentajes en los siguientes cultivos: en arroz un 97 por ciento, en algodón un 45 por ciento, en sorgo granífero un 50 por ciento, en soja de primera un 52 por ciento y en soja de segunda un 8 por ciento.
El avance de la cosecha de soja de primera, continuó mostrando rendimientos variables y heterogéneos. Se estimó una reducción del 17 por ciento en el rendimiento promedio del área, el que fluctuaría entre 29 y 29,5 qq/ha, reduciéndose de 6 a 6,5 qq/ha comparados con la campaña anterior, que en dicho cultivo fue de 35,5 qq/ha. En soja de segunda comenzó en los departamentos del sur del área el proceso de cosecha y los rendimientos revelaron mayor variabilidad y heterogeneidad, con mínimos de 3 qq/ha y máximos de 40 qq/ha.
El informe indica que luego de las precipitaciones registradas en los últimos 10 días, se revirtiola situación en todos los departamentos, y se observó cierta "uniformidad y disponibilidad de agua en los primeros centímetros de los suelos. La incidencia directa en los sistemas productivos fue variando. La vegetación natural e implantada mostró cambios en sus estados, que no repercutirían en el final de los cultivos agrícolas.