Al trigo no hay quien le haga frente. La siembra del cereal va adelante de las últimas cinco campañas y, a pesar de la humedad, hace punta con un 60 por ciento del área cubierta.
La siembra de trigo no se detiene pese a los altos niveles de humedad
"Es una siembra trabajosa en la que nadie afloja", detalló el último informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Rosario. A pesar de los excesos de humedad, la siembra hace punta y adelantó a las anteriores cinco campañas en casi un 17 por ciento.
Según GEA se lleva sembrado un 60 por ciento del trigo intencionado, pese a que hay numerosas zonas con barro y excesos de agua que siguen dificultando los trabajos en el centro sur de Santa Fe y el este de Córdoba. Allí las altas condiciones de humedad limitan la capacidad de trabajo diaria a unas 4 o 5 horas.
De todos modos "nadie afloja, hay un febril esfuerzo por sembrar la mayor cantidad posible de lotes con ciclos largos, cuando ya se está sobre el límite de tiempo", detalló el informe. Incluso se avanza sobre lotes que no tienen condiciones de siembra y empieza a notarse graves problemas de implantación con emergencias muy desparejas. Pero el apuro está en que nadie quiere quedarse sin sembrar lo que proyectó.
De hecho, los reportes de las estaciones de GEA muestran que en la última semana muchos productores decidieron sembrar más hectáreas, aumentando la apuesta por el trigo. Pero el problema es la semilla, ya que hay que pasar a sembrar ciclos cortos y ésta no alcanza para todos.
"En los últimos días de la ventana de siembra de los ciclos largos, los pronósticos de lluvias le pondrían fin a la siembra de estas variedades. Sin embargo, los buenos precios del cereal, la necesidad de hacer rotaciones y financiarse, y la falta de disponibilidad de semillas de ciclos más cortos hará que muchas variedades ciclo largo se siembren igual, aunque queden implantados fuera de la fecha óptima", detalló GEA.
Este impulso no sólo obedece a los buenos números que dio el trigo en la campaña pasada sino a la excelente oportunidad que están presentando los mercados externos. La analista de mercados y asesora comercial, Lorena D'Angelo, explicó que la demora en las siembras en Estados Unidos con expectativas de menores coberturas impulsan los precios en Chicago que alcanzan también a los del mercado local.
"En el país del Norte están demoradas las siembras de los cultivos gruesos con el consecuente impacto en esperar menores acres sembrados finales y rendimientos, que motiva coberturas de posiciones ante las proyecciones de producción. Con siembras al último domingo del 92 por ciento en maíz y el 77 por ciento en soja, ya el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda) en su informe mensual de junio ajustó a la baja la producción proyectada 2019/20 para el maíz estadounidense a 347,5 millones de toneladas desde los 381,8 millones del mes anterior", dijo D'Angelo.
Este escenario impacta positivamente en Argentina, donde si bien la mejora se concentra en el maíz, también se traslada al resto de los commodities agrícolas. "La suba de los precios en el mercado externo ayuda al mercado local que permitió obtener mejores valores para todos los productos, siendo el maíz el más beneficiado", agregó D'Angelo y recordó que el cereal grueso mostró una suba de 28 dólares en el mercado disponible para alcanzar los 158 dólares en la última semana.
La campaña triguera. Según GEA, otro de los motivos por los cuales se muestra un gran avance fue por la actividad en el norte de Buenos Aires, una región que lleva el mayor ritmo de implante respecto de las últimas campañas. "Allí, se lleva sembrada casi la mitad de la superficie intencionada, mientras que en los últimos ciclos el avance era de tan solo un 15 por ciento en promedio", detalló GEA.
"Desde el 20 de mayo no se producen lluvias importantes y esto ha permitido un gran progreso", detalló y además puntualizó que la humedad también dificulta fertilizaciones y retrasa los barbechos.
Las aplicaciones de nutrientes también están afectadas por la alta saturación de humedad en las capas bajas de la atmósfera. "Los fertilizantes a granel no corren por las máquinas, se apelmazan, se está aplicando igual, pero en condiciones que no son las adecuadas. También hay atrasos en la aplicación de tratamientos de control de malezas en barbechos largos para maíz y soja", detalló el informe.
También se especula con la aparición de heladas para atemperar las malezas y realizar aplicaciones más eficientes.
En las distintas subzonas y redes de estaciones meteorológicas GEA el problema de la humedad es recurrente, lo que obliga en muchos casos a pasar de ciclos largos a ciclos cortos con el agravante de la falta de semillas. Pese a eso, el avance sigue firme en todas las áreas
En tanto, el maíz tardío no termina de secarse y no se pueden liberar los lotes. Con lo cual, queda por cosechar la última tanda de los que se sembraron en diciembre.
"El maíz tardío y el de segunda no terminan por secarse, presentan altísimos porcentajes de humedad en sus granos. Muchos ingenieros coinciden en que su secado se va a retardar hasta pasado el invierno en estas condiciones", detalló el informe de GEA.
En el centro norte santafesino, el informe realiza el Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) de la Bolsa de Santa Fe, señala que la siembra de trigo se estuvo realizando bajo diferentes realidades edáficas y ambientales. Pero a pesar de esa variabilidad, "la germinación se desarrolló sin problemas, evidenciando un muy buen poder germinativo de los materiales utilizados y la tecnología aplicada", indicó el informe. "A pesar de la situación climática planteada, no decayó, siguiendo muy firme y sólida la intención de siembra por parte del sector productivo. Se estimó en unas 375.000 hectáreas, con un incremento del orden del 4,5 a 5 por ciento sobre el área sembrada en el período anterior, para el centro — norte santafesino.
"En la futura reanudación de la siembra, las variedades de ciclo intermedio y/o corto, serían las que sumarían superficie", detalló el SEA.
Por otra parte, señaló que esta humedad presenta "el peor de los posibles escenarios para el cierre del ciclo de la soja tardía". La inestabilidad climática y la imposibilidad del ingreso a los campos, paralizaron el movimiento de equipos y cosechadoras, por ende el proceso de cosecha, el cual llegó hasta la fecha a un 75 por ciento. Representa aproximadamente unas 376.870 hectáreas, sin variación intersemanal y un retraso de 13 puntos, en comparación a la campaña pasada, para el mismo período.