Milagro Sala, ¿presa política?

"Milagro está presa y hay un Estado cada vez menos de derecho para poder implantar políticas antipopulares y profundamente regresivas. Nadie puede ser privado ilegítimamente de su libertad". Esto dijo esta semana que concluyó la ex presidente de la Nación Cristina Fernández. La doctora Kirchner no dudó en decir que la líder de la Tupac Amaru es una presa política. ¿Es esto cierto? ¿Milagro Sala es una detenida por razones arbitrarias?

El estado de derecho que con toda justeza reclama la dos veces titular del poder ejecutivo se basa en la división de poderes, el control entre ellos y el respeto irrestricto de la ley. Algún mal intencionado podría recordar que en sus 8 años de gobierno, la doctora Kirchner barrió con estos principios transformando al Congreso en un apéndice de mero levantamiento de manos dogmático del Ejecutivo delegante de facultades propias, disolvió o licuó los organismos de control como la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas, la Oficina anticorrupción y la Sigen, y desoyó sistemáticamente las advertencias de ilegalidad de la Auditoría General de la Nación que le advirtió, por ejemplo, del colapso de los trenes que llevó a la tragedia de Once o del escándalo de Fútbol para Todos.

El mismo malpensado recordaría que la otra técnica usada en su período de gobierno fue la de nombrar a amigos y militantes en cargos del control republicano como la Procuración General o a jueces subrogantes. Como botón de muestra, se recuerda la llegada a la magistratura de abogados considerados deudores incobrables por el Banco Central y con antecedentes notorios, únicos y relevantes en materia jurídica: ser asesor de una compañía que se dedica a la venta de neumáticos de automóviles. Aquí no hay metáfora. Esto último es información concreta que refiere al conjuez Claudio Vázquez propuesto por el kirchnerismo para fallar en la causa del Memorándum con Irán, luego de hacer volar por la ventana al doctor Luis María Cabral que osaba no responder al pensamieneto K. Y es apenas un ejemplo del manoseo que se le hizo a la justicia.

Sin embargo, todo eso es historia. Nada mejor que quien se horrorizaba de los jueces de lapicera veloz para sus cautelares (las mismas que ahora se celebran para detener los disparatados tarifazos del gobierno actual) haya tenido una epifanía de división de poderes. El estado de derecho también ampara a los que se burlaron de él y discutir la actualidad con la sola invocación de la herencia (tal cual hace Mauricio Macri) es un despropósito.

¿Por qué está detenida Milagro Sala? El 12 de febrero de este año el juez de control de Jujuy Gastón Mercau consideró que Milagro Sala era, prima facie, autora de una serie de delitos gravísimos y que su actitud procesal ponía en riesgo la investigación penal. Ya se sabe que es de cumplimiento casi imposible pedirle al común de la ciudadanía que conozca o quiera conocer el Código de procedimientos procesales de Jujuy. Sí es una exigencia para un abogado (exitoso o no) que opina del tema asomarse a esa norma y al expediente. Intentemos resumirlo.

Milagro Angela Amalia Sala está presa en la causa por la que se la ha procesado con semiplena prueba por ser autora de maniobras dolosas tendientes a defraudar al Estado comprendidas en los delitos de asociación ilícita, extorsión y fraude. Tiene además 14 (dice 14) causas por daño agravado, impedimento para el funcionamiento del transporte público, amenazas contra policías ("Voy a poner un bomba y los voy a hacer volar a la mierda", les dijo) y al propio gobernador Gerardo Morales, incumplimiento de órdenes judiciales de desalojo de la plaza central de San Salvador y varias otras denuncias que están en proceso que sería eterno describir. ¿Hace falta explicar la gravedad de las imputaciones?

El proceso institucional y de respeto al estado de derecho supone aceptar las decisiones judiciales. ¿Un solo juez la dejó presa a Sala? ¿Un magistrado a gusto del poder de turno? La respuesta es no. En primera instancia, en sede provincial y en sede nacional se ratificó la prisión. Cuatro instancias con magistrados distintos, en proceso normal y de hábeas corpus, dijeron que no. Nombrados por distintas gestiones políticas, incluida la del ex gobernador del PJ Eduardo Fellner.

¿Y por qué Milagro Sala está detenida mientras dura el proceso y no, por ejemplo, Amado Boudou, con también varias causas en estado de sospecha fundada de delito? Los que se indignan con esto (es inevitable pensar en el muerto y el degollado) debería repasar aunque sea un resumen de lo que dice la ley jujeña, la Corte nacional y, nada menos, el expediente.

El Código de procedimientos provincial reclama que "a requerimiento del agente fiscal y siempre que existieren elementos de convicción suficientes (...) podrá disponerse su prisión preventiva: 1) Si se tratare de delitos de acción pública reprimidos con pena privativa de la libertad y no aparezca procedente, prima facie, la condena de ejecución condicional (artículo 26 del Código Penal). 2) Cuando procediendo la condena condicional, hubiere vehementes indicios de que el imputado tratará de eludir la acción de la justicia o entorpecer su investigación".

Por lo primero, tal cual lo escribe en su impecable dictamen la fiscal Liliana Fernández de Montiel, los delitos que se le reclaman a la fundadora de la Tupac Amaru pueden, en caso de condena, llevarla presa sin condicional. Por lo otro, su actitud procesal probada en la causa, ocultando documental de la organización, contando con denuncias de coacciones contra sus integrantes para que eviten mostrar la operatoria o para que no hablen, manejando con arbitrariedad una organización que le asegura su fuga, presentando un certificado médico trucho para evitar declarar, vienen a demostrar "de manera vehemente" que Sala quiere entorpecer la investigación. La propia Corte Suprema citada en el fallo pide que nadie vaya preso mientras se tramita su causa salvo que haya dado muestras públicas de querer eludir la justicia. Tan es así que en la misma sentencia se niega la prisión pedida a otra integrante de la Tupac, Mirta Gutiérrez Torres, porque no se encontró acto de obstaculización de la justicia como sí en su jefa. Sala no es una presa política: está detenida porque quiso empantanar el proceso. Torres, tan sospechada como ella, libre porque compareció siempre y está a derechos.

Por fin, cabría hacer una acotación ajena a esto y preguntarse qué entiende la ex presidente y los que como ella opinan respecto de políticas antipopulares y regresivas. Mucho hay que decir de las medidas tomadas por Mauricio Macri que, evidentemente, talaron el bolsillo de los trabajadores y de las clases medias sin perspectiva cercana de que esto se revierta. En esta columna se ha dicho hasta el cansancio sobre la falta de sensibilidad social de Cambiemos. Pero sería bueno recordarle a la doctora Kirchner que hay prueba fundada, con papeles y sumando dos más dos, que Milagro Sala desvió al menos 29 millones de pesos que ella misma dispuso sin licitación alguna ni control para que se construyan viviendas y se evaporan en el deseo autoritario de la Tupac. ¿Nada hay para decir de eso? ¿Es popular y progresista que ese dinero quede en el camino?

Enhorabuena que la ex presidente pida el debido proceso en esta causa. Y hay que garantizarla. Incluso si ella misma lo olvidó en su gestión. Porque la ley, siempre, debe ser igual para todos y todas. Incluso para los que creyeron que con los votos de las urnas estaban por encima de ella.