“La gente vive mal en las grandes ciudades, desde hace muchos años, solo que hoy resulta evidente. Por eso el futuro está en la repoblación de pueblos rurales”, señaló Cintia Jaime, directora ejecutiva de la Fundación Es Vicis y del programa “Bienvenidos a mi pueblo”, durante una clase que dictó en el marco del Diploma Superior en Desarrollo Local, Territorial y Economía Social de Flacso.
Repoblación en la agenda pospandemia
Alejandro Casalis, co-coordinador de la diplomatura, comentó: “Se trata de un tema que a raíz de la pandemia está en el discurso público, y debería entrar en la agenda post covid. Por eso creemos que son oportunos este tipo de programas”.
En ese sentido, indicó que en el caso de “Bienvenidos a mi pueblo” se están trabajando las dos caras de la problemática de la urbanización: “la desconcentración de las grandes ciudades y el dinamismo de pequeñas localidades”, y agregó: “Lo que tiene de interesante es la metodología y el abordaje integral para el desarrollo territorial que el programa tiene. Presenta un trabajo sólido de mapeo de pueblos con oportunidades y, por otro lado, se identifican las personas que puedan acceder a ellas”.
Durante su exposición, Jaime explicó la metodología que se implementó entre 2016 y 2019 para llevar adelante, en cooperación público-privada, la prueba piloto del programa de descentralización de ciudades y repoblación de comunidades rurales, “Bienvenidos a mi pueblo”. La localidad seleccionada para esta experiencia fue Colonia Belgrano, de 1.300 habitantes, en Santa Fe, donde se registraron excelentes resultados: la población aumentó 10%, se crearon 23 nuevos emprendimientos no asociados directamente al sector agropecuario, el empleo creció en un 15%, y se aceleró el potencial de crecimiento y desarrollo de la comunidad.
“Esta prueba piloto nos dio una valiosa experiencia que permitió recopilar información relevante y poner a punto la metodología para hacer escalable el programa. Actualmente, trabajamos para llevar adelante la réplica en la Argentina”, señaló Jaime, y agregó: “Afortunadamente, encontramos un enorme deseo de participar de socios clave como el sector público, empresas y organizaciones de la sociedad civil, así como también el interés de muchos pueblos y personas que viven en grandes ciudades para ser considerados para las futuras réplicas”.
Además, Jaime destacó cómo la pandemia y la cuarentena visibilizaron enormemente la fragilidad de las ciudades y dieron un impulso a este tipo de propuestas que promueven la descentralización urbana. “La necesidad de alcanzar una balanza territorial más equilibrada debe instalarse en la agenda política de los estados con ciudades colapsadas”, dijo.
“Más de 350 personas nos escriben semanalmente para conocer a qué oportunidades pueden acceder para escapar de las grandes ciudades. Al mismo tiempo, nos contactan cerca de 7 pueblos por semana, con oportunidades laborales y de negocios concretas para ofrecer. Nuestro trabajo está orientado a dar respuesta, de manera planificada y sostenible, a estas demandas insatisfechas, para mejorar la calidad de vida de las personas y promover un consumo más responsable de los recursos existentes”, agregó Jaime.