La Federación de Transportadores Argentinos (Fetra), que agrupa a los transportistas de cargas rurales de todo el país pidieron “respeto, empatía y solidaridad” con los trabajadores del sector que garantiza el traslado de los insumos y productos destinados a garantizar la seguridad alimentaria.
Transportistas piden "respeto y solidaridad" con su trabajo
Virginia Benedetto
Transporte. La logística es vital para el abastecimiento interno y el ingreso de divisas.
Pese a que la actividad fue expresamente exceptuada de la cuarentena dispuesta por el gobierno nacional, los transportistas vienen sufriendo los efectos de las restricciones dispuestas por municipios y comunas, la falta de servicios y hasta la hostilidad de parte de personas que los perciben como una amenaza en el marco de la pandemia de coronavirus. Cabe recordar que se dispusieron estrictos protocolos de seguridad para la actividad, que además es clave para garantizar el suministro de alimentos a la población.
“Es conocido por todos que el decreto de necesidad y urgencia ha declarado al transporte de granos como actividad esencial para la Nación y por ende la exceptúa de realizar el aislamiento social, desde entonces nuestra gente continúa
trabajando para alimentar la agroindustria y las exportaciones que generan las divisas necesarias para que nuestro país reúna los recursos económicos suficientes para (entre otras cosas) combatir la pandemia”, recordó Fetra en un comunicado.
Algunos de los transportistas realizan su trabajo localmente, es decir desde el campo hacia las plantas de acopio de sus pueblos y ciudades y otros hacen los viajes a puertos.
“A pesar de estar realizando una tarea muy importante para todos los argentinos nuestros transportistas han sufrido todo tipo de destrato en estas jornadas, en las rutas las estaciones de servicios no les permiten bajar ni a comprar alimentos ni a utilizar los baños para higienizarse. No cuentan con los elementos de protección e higiene necesarios, y para el caso que necesiten alguna reparación en la ruta no hay talleres ni gomerías abiertas y no pueden ingresar a los pueblos”, señalaron.
Reclamaron además que las empresas de acopio y de exportación de granos apliquen efectivamente los protocolos de protección y se quejaron porque en las últimas horas “se han dado también muchos hechos de inseguridad en las inmediaciones portuarias”.
“Actualmente sólo dos provincias, Santa fe y Córdoba, trabajan en la implementación de medidas para cuidar de su salud en los corredores viales”, indicó Fetra.
La entidad que los agrupo lamentó porque, además de todos estos padecimientos, los camioneros “están siendo tratados como enemigos por la sociedad cuando en realidad hoy son tan necesarios para nosotros como los trabajadores de la salud y la seguridad”.
Reclamo en cadena
Unas 40 entidades de la cadena agroindustrial respaldaron el reclamo y advirtieron a los gobernadores provinciales sobre los “serios inconvenientes en la circulación de mercaderías”, que “ponen en riesgo la seguridad alimentaria nacional”.
En una carta suscripta por las cámaras empresarias y Bolsas del sector se señalaron las “medidas adicionales de prevención y restricción de acceso que están imponiendo municipios de diferentes provincias contra camiones de carga de granos, subproductos e insumos agrícolas, que ingresan a los acopios para llevar esa mercadería a puertos, plantas avícolas, tambos, feedlots, cerdos e industria alimenticia en general”.
“Entendemos que los municipios protegen la salud de sus ciudadanos y toman las medidas que consideran acordes, sin embargo, todos estamos comprometidos en prevenir la circulación del virus pero a la vez, salvaguardar la producción y comercialización agroindustrial como actividad esencial del país, de acuerdo a los decretos nacionales vigentes”, dice la carta.
Propone luego “buscar alternativas que permitan la circulación, por ejemplo, los corredores seguros en cada provincia y municipios para ordenar el tránsito de insumos y mercaderías de la cadena agroindustrial”.
Según los empresarios, las prohibiciones de circulación en más de 70 municipios y en rutas “hacen imposible cargar la mercadería generando faltantes en todos los lugares de recepción de maíz, trigo, soja, cebada, sorgo, girasol entre otros granos e insumos agropecuarios”.
El texto difundido en la semana alerta que “se está incrementando la cantidad de municipios que establecen sus propias regulaciones, más allá de las normas establecidas” a nivel nacional.
“Los cierres de acceso a municipios pueden generar en los próximos días (más aun con el inicio de la cosecha gruesa del país) una parálisis de la comercialización de insumo, granos y subproductos, para la industria nacional de consumo, así como para la exportación”, anticiparon los empresarios.
Las cámaras agroindustriales agregaron que “en todas nuestras plantas de insumos, acopios, puertos, fábricas de molienda y procesamiento, hemos instrumentados protocolos preventivos sanitarios estrictos, incluyendo controles de temperatura a todo el personal y prestadores de servicios”.
Por eso, evaluaron, “consideramos que los municipios en rebeldía deben confiar en la eficiencia de estas medidas”.
“Atento a la necesidad de dar garantías para que las actividades esenciales de producción, comercialización y exportación sigan activas, le solicitamos tengan a bien arbitrar los medios necesarios para desalentar estas medidas municipales y ordenar el flujo de alimentos imprescindibles”, concluyó la carta de los empresarios a los gobernadores.
Dragado seguro en el Paraná
Jan de Nul, la empresa belga que hace 25 años contribuye a la infraestructura marítima argentina, trabaja en colaboración con el gobierno nacional para mantener las actividades imprescindibles vinculadas con el comercio exterior, exceptuadas en el decreto presidencial.
“Hace unos días en Expoagro, Jan De Nul, el líder mundial en obras de dragado, celebraba sus 25 años junto al campo argentino. Hoy, frente a la pandemia mundial, es radicalmente distinta. Sin embargo su compromiso con la agroindustria no sólo se mantiene, sino que la compañía está redoblando sus esfuerzos para mantener el dragado y la operabilidad de los ríos y de la hidrovía que permiten el comercio exterior, permitiendo así el ingreso y egreso de insumos, granos, alimentos, medicamentos y otros productos tan necesarios para hacerle frente a la crisis y a su vez para seguir generando las divisas que ayudarán a mantener activa la economía y minimizar su impacto”, señalaron desde la compañía.
Jan De Nul informó que adoptó todas las medidas requeridas por el Ministerio de Salud de la Nación: las operaciones administrativas y comerciales se están realizando de forma remota, sobre los buques se están activando los protocolos de seguridad y sus talleres están operando con guardia mínima. De esta forma, la empresa garantiza la seguridad de sus colaboradores y la continuidad de sus obras de dragado, entendiendo que acompañar a la argentina también es tarea del sector privado.