En un contexto de seca y tras varios meses sin lluvias importantes en la región, el fin de semana dejó algunos registros interesantes en la región núcleo, con acumulados de hasta 30 mm en algunos sectores. Pese que llegaron tarde y siguen sin ser suficientes, la incorporación de humedad a los suelos secos no viene nada mal.
Los pluviómetros volvieron a juntar lluvia pero a no ilusionarse
Pese a que la semana laboral comenzó con temperaturas frescas y con máximas que no superaron el rango de los 20° C, esta situación comenzó a revertirse ante el ingreso de vientos marítimos provenientes del Este y el aumento de humedad. Este panorama favorece a la formación de nuevas tormentas que pueden ser de variada intensidad para la zona central. Dichas precipitaciones podrían reforzar los milímetros ya acumulados de la semana anterior.
La Niña continúa
A pesar de estas esporádicas interacciones de aire y viento del Este, las estimaciones de lluvia siguen siendo inferiores a lo normal en la región. Así, toda la provincia de Santa Fe, el este de Buenos Aires, Córdoba, San Luis y oeste de la Patagonia siguen recibiendo pocos milímetros y el fenómeno de La Niña continuaría hasta mediados de febrero. De hecho también podría darse la posibilidad de que las precipitaciones inferiores a lo normal se sigan registrando en nuestra zona, tal como se venía previendo desde meses anteriores.
Se reafirma la tendencia de que se trata de una Niña débil a moderada, con una influencia que incide en nuestra humedad. La urgente necesidad de sostener los mínimos rendimientos para trigo, cebada y legumbres, y también de cara a la siembra de soja y maíz, reafirma la necesidad de lluvias, las cuales se esperan que sean dispersas y localizadas, sin patrones de continuidad.
Estado general de los cultivos
Durante septiembre, el área afectada por la sequía superó las 140 millones de hectáreas a nivel nacional, según detalla el último informe agro meteorológico semanal del Inta. La intensificación de las condiciones del déficit hídrico determinaron la clasificación como sequía severa de la zona núcleo del país.
En trigo, la condición del cultivo sigue siendo afectada por la falta de humedad edáfica debido a las escasas precipitaciones. Los síntomas de estrés hídrico son cada vez más evidentes y abarcan mayor superficie. A excepción de La Pampa, en donde el cultivo recién finaliza su etapa vegetativa, en el resto de las provincias citadas en este informe se registran distintos niveles de avance de las etapas reproductivas. Las necesidades de recarga de los perfiles edáficos se hacen cada vez más necesarios y urgentes, para poder afrontar las etapas críticas propias de la época para el cultivo.
En girasol, el avance de la siembra es escaso o nulo en todas las áreas con intención de siembra. Sin embargo, en términos generales, dicho avance es similar al observado en igual fecha de la campaña anterior.
El maíz atraviesa una situación similar a la del girasol. Santa Fe y Entre Ríos son las provincias más adelantadas, con avances del 38% y 82% de la superficie con intensión de siembra cubierta con la labor, respectivamente. Mientras que Buenos Aires es la más atrasada, con solo el 6% de avance.