En el marco del lanzamiento de la nueva cosechadora Metalfor 2635, que se realizó esta semana en la localidad cordobesa de Marcos Juárez, el ministro de Agricultura de la Nación, Luis Basterra, habló de la ruralidad como eje principal para generar certidumbre en toda la sociedad argentina. Consideró que “es el camino que proyecta una agricultura moderna donde el agregado de valor en todos los segmentos, podría generar más trabajo, así como también, menos inseguridad y violencia”.
Basterra: "La agricultura moderna da certidumbre"
El análisis, extraño para muchos, se dio al momento que el funcionario manifestó su “descontento” por la calidad de vida de las personas que habitan las grandes urbes o ciudades, donde se da una gran concentración de riqueza.
“Tienen que vivir encerrados, con rejas y seguridad”, dijo agregando que es simple de verificar lo contrario cuando uno pasa por los pueblos del interior de nuestro país.
“Ahí, hay gente con una buena situación económica y se vive con mucha tranquilidad porque se tiene la moral de una vida, no la de un día”, resaltó remarcando que también se ven buenos empresarios, con sus empleados bajo convenios, sin la generación de conflictos y bajo una forma de vida en comunidad que tiene escala humana.
Al mismo tiempo, Basterra profundizó su concepto diciendo que muchas veces nos tratan de imponer un discurso referenciando que todo se define por el lucro y nada más que por eso.
“Está claro que ninguna empresa puede funcionar sin lucro, pero hay elementos adicionales, que dan la oportunidad de tener un desarrollo de la ruralidad. Entonces, cuando lo alcanzamos vemos un crecimiento mucho más homogéneo, con menos violencia y delito”, expresó preguntado si la causa de esto pasa porque uno solo captura renta o aquellos que la capturan a su vez la invierten, generando agregación de valor, trabajo y un círculo virtuoso que se distribuye en la comunidad.
El ministro, manifestó que es ahí donde su cartera quiere estar, y puso como ejemplo sus recientes visitas a las localidades de Lugones, Venado Tuerto y Marcos Juárez. “Son ciudades dignas de ser vividas, porque la producción coexiste con la ruralidad y ese es el sustento. En estos lugares no hay contradicciones”, enfatizó.
Al cierre dijo que sí se puede pensar que hay una captura de renta por alguna extraña alquimia de unos hacia otros. Sin embargo, explicó según su punto de vista, que en el sector de la producción primaria el encuentro de la oferta y la demanda responde a una gran capacidad de oferentes, pero destacó que es el sistema cooperativo de estos pueblos es quien actúa de equilibrio en esto.
“Agregado de valor hacia arriba, y también hacia abajo, junto a esto todo lo que hace a la dinámica económica, partiendo de la bondad de la naturaleza, aunque por sobre todo de la inteligencia y el esfuerzo del hombre”, remató.
Nueva cosechadora
Esta semana, se concretó el primer paso del proyecto que a 10 años, con una alta incursión en el rubro de la maquinaria agrícola, impulsó a la firma Bertotto Boglione al comprar la marca Metalfor a mediados del año 2017.
Es decir, en menos de 3 años, el grupo lanza al mercado una nueva cosechadora (modelo 2635 – serie 6), que saldrá a competir a un valor de 480 mil dólares, apoyada por herramientas de financiación propias de la empresa, el gobierno de la provincia de Córdoba y el Estado nacional.
A campo, la espera un segmento liderado por John Deere con alrededor del 36% de las ventas totales del año 2020.
Detrás está New Holland con el 27%, Case IH se lleva 25% de la torta y recién más atrás aparece a los tumbos la firma nacional Vassalli que está rankeada en el 5º puesto.
“Nos llevó un tiempo, más allá que la marca tiene cosechadoras convencionales y axiales en el mercado desde hace unos años (2003). En principio, nos propusimos estabilizar nuestro producto principal que son las pulverizadoras”, explicó Eduardo Borri, presidente de Metalfor.
El empresario, remarcó que una vez que volvieron a liderar con los equipos pulverizadores encararon el desafío de la nueva cosechadora.
Al mismo tiempo, explicó que la proyección es captar el 10 % del mercado en pocas campañas y convertirse en la primera multilatina de maquinaria agrícola por su diversidad de productos y presencia fabril en Argentina y Brasil.
Borri, anticipó que el desafío es independiente de la decisión del país por promulgar una ley nacional de la maquinaria agrícola, pero resaltó que es momento para que se deje de tratar por iguales a los distintos. “De lo contrario, va a ser un juego difícil de jugar”, enfatizó llamando a una diferenciación entre los productos argentinos y los de las empresas multinacionales.
Por ahora, sus números indican que ante una proyección de ventas en el país de 1000 cosechadoras anuales, con solo captar la atención de 100 productores y empresarios agrícolas estarán accediendo al 10 por ciento de la comercialización por campaña.
De todos modos, apuestan a un mayor esfuerzo. “Intentar recuperar el 30% que se perdió hace 10 años, no es una locura. Hubo errores propios de los fabricantes argentinos, aunque también algunos ajenos y nosotros queremos recuperarlos. Estamos ganando mucho dinero y lo reinvertimos en ingeniería y desarrollos de productos”, remarcó Eduardo Borri.