La Cámara de Industriales Molineros celebra su 90 aniversario, entidad con sede en Rosario que desde 1931, impulsa el desarrollo sostenible de la industria molinera argentina.
De festejo: la Cámara de Molineros cumple 90 años
Integrada por empresas de diversos tamaños, la cámara es la más antigua del país y representa hoy el 85% de la molienda regional y casi el 60% del total nacional.
De fuerte carácter federal, nuclea a la molinería ubicada en algunas ciudades importantes, pero sobre todos en pequeñas localidades del interior profundo, ubicadas en el norte de la provincia de Buenos Aires y en las provincias de Santa Fe, Córdoba, Chaco, Entre Ríos y la región Noroeste del país.
El trabajo de la cámara está orientado a trabajar para sostener e impulsar la actividad de los molinos que, en muchos casos, representan la principal actividad económica y el mayor dador de empleo en los pueblos en donde se encuentran emplazados.
“Productos siempre presentes en la mesa de millones de argentinos cada día, como panes, facturas, pastas frescas y secas, galletitas, etcétera, provienen de un proceso de industrialización que comienza en los campos de trigo y los acopios y sigue en los molinos harineros que, a través de procesos de rigurosa asepsia y controles de inocuidad alimentaria, seleccionan el trigo por su calidad, realizan distintos tratamientos para liberarlo de impurezas y lo clasifican para sus diferentes usos”, señalaron desde la entidad.
También los integrantes de la entidad resaltaron que las harinas que se producen contienen un agregado vitamínico determinante para la prevención de graves enfermedades que, gracias a ello, prácticamente han desaparecido en nuestro país, contribuyendo al bienestar y la salud de toda la población.
Desde sus inicios en 1931, la Cámara de Industriales Molineros integra dos instituciones claves de la cadena de valor agroindustrial, como lo son la Bolsa de Comercio de Rosario y su Cámara Arbitral de Cereales.