La Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario recortó su pronóstico de cosecha de soja en 4 millones de toneladas, por la falta de lluvias en la región pampeana. De este modo, los pronósticos de la entidad estiman que la producción será de 45 millones de toneladas, contra los 49 millones previstos, es decir una pérdida de volumen del 9,2%. Las provincias de Santa Fe, Buenos Aires, Entre Ríos y La Pampa serán las más afectadas por la caída de los rindes.
La soja no resistió: por la seca cae 4 millones de toneladas la cosecha
Las lluvias de fin de enero habían entusiasmado a los productores y analistas. En febrero, la Bolsa subió las estimaciones a 49 millones de toneladas. Pero la falta de precipitaciones cambió totalmente el escenario, con lluvias muy irregulares, incluso dentro de un mismo lote. Ya a principios de la semana, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda) había recortado los pronósticos de producción de soja argentina en 500 mil toneladas, al ubicarla en 47,5 millones. Este pronóstico fue suficiente para que los precios en los mercados externos se dispararan. En Chicago, el contrato de marzo subió el martes hasta los u$s 530,4 la tonelada Si bien durante la semana hubo un proceso de toma de ganancias que hizo retroceder los precios, la oleaginosa sigue cotizando por encima de los u$s 518 y consolida un piso muy alto sobre el cierre del ciclo. Aún quedan por descifrar si los stocks finales de Estados Unidos y la cosecha de Brasil seguirán en el mismo nivel o volverán a registrar bajas antes de que finalice la campaña, lo que también impulsaría los precios.
En Argentina, la situación climática se completó. La soja de segunda es la más afectado. Por el crecimiento del área triguera, el cultivo de segunda ocupación alcanzó este año casi 5,3 millones de hectáreas, es decir el 31% del total de la oleaginosa. Por eso, la caída de rindes se hace sentir sobre los promedios. Los rindes en soja de segunda podrían estar en el rango de 15 a 25 qq/ha”, agregó GEA.
La soja de segunda se encuentra en plena fructificación y llenado de granos con un marcado déficit hídrico. Hace una semana se alertaba por 940 mil hectáreas de soja de segunda que estaban regulares a malas. Pero con la falta de agua y las altas temperaturas de los últimos días, el deterioro alcanzó a lotes que se veían bien hasta hace siete días. Y la condición regular a mala creció 19%, a 1,12 millón de hectáreas. También se intensificó el daño: ya son 450 mil hectáreas las que están en malas condiciones. “La mitad de esa área, unas 240 mil, se darán por perdidas si no llueve en la próxima semana”, indicó la GEA.
La transición hacia la segunda quincena de marzo, sin pronósticos de lluvias generalizadas, puede seguir agravando las pérdidas productivas de la región. El doctor en Ciencias Atmosféricas, José Luis Aiello, señaló que entre sábado y martes podrían desarrollarse lluvias y tormentas de variada intensidad. Pero los fenómenos serán erráticos y puntuales. “Difícilmente la primera quincena de marzo concluya con un comportamiento de lluvias distinto al que se ha presentado hasta hoy”, comentó.
Por la falta de agua, también se aceleran las últimas etapas del ciclo de la soja de primera. Esto repercutirá en el llenado de los granos provocando una merma del rinde. En los suelos de menor calidad y en lomas, el cultivo de primera comenzó a amarillear y a perder chauchas.
A nivel provincial, son muy graves las caídas. Santa Fe perdió 4,3 quintales y pasa a un promedio de 30,1 qq/ha. En volumen, la pérdida es de 1,6 millones de toneladas. Córdoba está sosteniendo la producción argentina, con un promedio de 32,1 qq/ha y se espera que aporte casi 14,5 millones de toneladas de soja este año.
El maíz tardío resiste
Algo distinto es el caso del maíz. De forma incipiente, se ven las primeras cosechadoras de cereal temprano en la región. Logró sortear la falta de agua y sorprenden sus rindes. Los primeros lotes trillados en Carlos Pellegrini dan de 100 a 120 qq/ha. En los alrededores de Cañada Rosquín, 90 a 100 qq/ha en los mejores lotes y 75 a 80 qq/ha en los de inferior calidad.
La contracara son los maíces de segunda y tardíos. Los lotes sembrados en diciembre se deterioran día a día: el periodo crítico está coincidiendo con la falta de agua. En Marcos Juárez el cultivo se encuentra llenando grano, aguardando urgente una lluvia de 50 mm para completar el llenado y no seguir perdiendo rinde. En el centro sur y sur de Santa Fe están entre floración y comienzo de llenado de granos. Si no llega el agua esta semana, habrá graves descuentos en el potencial de rinde.
Por ahora, la GEA mantuvo sin cambios la estimación de producción de la campaña maicera 2020/21 de 48,5 millones de toneladas.
Un informe de la red de maíz de Inta Oliveros y sus agencias de extensión señalaron que en el sur de Santa Fe el cultivo registra “un panorama similar al de la campaña pasada” y avanza con “buenas perspectivas de rendimiento en determinadas zonas de la región”. También indicaron que la severidad de enfermedades “está siendo de baja a moderada”.
Thomas Widmer (Inta Venado Tuerto) explicó que en esta campaña se dio la particularidad de que, en un contexto de bajas precipitaciones, se dieron dos fechas de siembra temprana. “Al darse una primavera demasiado seca, implicó que el cultivo llegue a floración entre el 10 y el 15 de diciembre aproximadamente, con muy poca recarga de agua y con muy pocas precipitaciones durante el período crítico”, dijo y destacó que “las siembras de primera más tardías capturaron más humedad, ya que hacia fines de diciembre llovió un poco más”. Eso generó que se vean dos situaciones: aquellos campos que tuvieron la napa alta pero debido a casi cuatro meses sin precipitaciones en otoño-invierno, esa napa se fue, y otros donde la napa se mantuvo y se ve su influencia en el desarrollo de los cultivos”.
En cuanto a enfermedades, Lucrecia Couretot, entomóloga del Inta Pergamino comentó que en siembra temprana, “lo que vemos, principalmente, es que hay híbridos susceptibles a roya común con alta incidencia y severidad” y también muchas lesiones que generan confusión. “Por ejemplo, manchas que son por factores abióticos, ya sea daños por viento, por granizo, o daños que se producen en las hojas por aplicación de fertilizante líquido y que generan confusión con algunos agentes causantes de enfermedades como los hongos y las bacterias”.