El ingeniero agrónomo Bruno Riboldi, recibido en la Universidad Nacional de Rosario, es reconocido como uno de los influencers del agro por el alcance y llegada que tiene con el contenido que comparte en redes sociales. Bajo el nombre de perfil lajoya.agro, hoy tiene más de 127 mil seguidores en TikTok y cerca de 60 mil en Instagram, y en breve estará lanzando su canal de YouTube.
"Todas las empresas deberían estar en TikTok"
Por Lucía Cuffia
“Le recomiendo a todas las empresas que se metan en TikTok, porque el alcance que tiene esta red social es increíble y todavía no terminan de dimensionarlo”, afirma. Entre las ventajas que destaca para las empresas del agro, señala sobre todo “el alcance, ya que se asemeja más a una publicidad tradicional, como un cartel de una ruta. Es cierto que te da poca segmentación, pero te da muchísimas visualizaciones y también interacción. Hoy Instagram no tiene el alcance que tiene TikTok”.
Por su perfil de ingeniero, le gusta mucho la pata explicativa. “Hoy la gente y las empresas me buscan por los tutoriales o videos explicativos que hago, en los que cuento de una manera super resumida y entretenida cuestiones de campo”, dice el influencer, quien empezó con esta movida en redes el año pasado. “El puntapié fue la pandemia ya que me instalé a pasar la cuarentena en el campo y ahí empecé a subir algunos videos. En ese momento estaba criando una vaquita, que se llamaba Susi, y se hizo bastante conocida. De ahí en más, empecé a crear videos mostrando el día a día en el campo y empezó a viralizarse”, cuenta Bruno, quien se dedica desde hace algunos años a la producción agropecuaria, con cría de vacas y siembra, en su propio campo ubicado en Tornquist, en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires.
A la hora de armar el contenido, lo piensa en exclusivo para cada red. “En Instagram apunto más a tutoriales y explicaciones del campo, y en TikTok hago videos más didácticos que explicativos, y como acá la gente participa mucho más, trato de jugar con consejos, adivinanzas y contenido participativo, aprovechando que la red da mucho más para comentarios y con mayor alcance. En Instagram el contenido que armo está más aplicado al sector agropecuario”, resume.
Un dato interesante es el perfil de seguidores en ambas redes: en TikTok solo el 50% de la gente que lo sigue es de Argentina, y el 70% son mujeres. Mientras que en Instagram el 70% que lo sigue es hombre, y con un perfil mucho más direccionado al campo. “En Instagram me sigue gente de veterinaria, ingenieros y mucha gente de ciudad que está relacionada al campo, ya sea porque trabajan en empresas agropecuarias o son hijos de productores. En TikTok, en cambio, es más amplio ya que tengo un alcance mucho más alto, con más de 5 millones de visualizaciones al mes”.
Respecto al contenido, el agroinfluencer asegura que tienen que ser “videos cortos, entretenidos y que dejen algo de valor”. “La gente no va a Instagram o a TikTok a buscar que le expliques algo, pero si subís algo de esto, lo valora. Nunca tiene que dejar de ser contenido corto o entretenido, porque si es largo, no se ve, y si es aburrido, la gente se va”, afirma. Y pese a que el público demanda cantidad, el ingeniero agrónomo devenido influencer prefiere apuntar a la calidad. “Trato de darle mucha calidad al contenido”, cuenta.
Actualmente todo el contenido que genera lo hace él mismo y reconoce que uno de los desafíos es gestionar el tiempo. "El campo lleva mucho tiempo y esfuerzo. Dedicarse a las redes es otro trabajo en paralelo y hay que acomodarse", cierra.