Molinos Agro se bajó del grupo de “interesados estratégicos” que acompañaban la propuesta formulada por los directivos de Vicentin para levantar su concurso preventivo de acreedores. La firma de la familia Pérez Companc explicó que su salida se debe a la complejidad del contexto internacional mientras que la cerealera de Avellaneda aseguró que la oferta presentada para pagar una parte de la deuda por u$s 1.500 millones sigue en pie.
Molinos decidió bajarse de la propuesta de compra de Vicentin
La novedad llega en un momento clave para el trámite del concurso preventivo ya que el juez Fabián Lorenzini debe decidir en estas horas si acepta el pedido de prórroga del período de exclusividad que presentó Vicentin.
“En el día de la fecha hemos recibido una comunicación de la empresa Molinos Agro SA en la que manifiesta su decisión de abandonar su participación en el grupo de interesados estratégicos en el marco del proceso concursal que atraviesa la empresa Vicentin SA”, señaló un comunicado de la agroexportadora de Avellaneda.
En ese texto, asegura que “esta situación no modifica en absoluto el estatus de la propuesta concursal presentada en el expediente, que ha cosechado en las últimas semanas una contundente aceptación, encontrándose en vías de consolidar las mayorías necesarias, tanto en términos de las conformidades personales como así también de los montos de capital requeridos para alcanzar su aprobación”.
El grupo de “interesados estratégicos” que estaban dispuestos a acompañar a los dueños de Vicentin en su programa, a cambio de sostener acuerdos de fazon para procesar granos en sus plantas fabriles, estaba conformado también por la compañía Viterra (su socio en Renova) y la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), principal acreedor cooperativo.
De acuerdo al comunicado de Vicentin, estas dos compañías siguen acompañándolos en su apuesta. “Han confirmado ante las autoridades judiciales su continuidad y su compromiso de garantizar los fazones que permiten asegurar los insumos necesarios para mantener operativas las plantas”, señalaron. Y explicaron que “todas las condiciones expresadas en la propuesta de pago, han sido ratificadas en todos sus términos”.
El 17 de marzo pasado, el abogado de Vicentin solicitó una nueva prórroga del período de exclusividad al juez Lorenzini hasta el 30 de junio. De acuerdo a la presentación, sobre un conjunto de 1.120 acreedores (equivalentes al 70%), 657 “han firmado o firmarán” el acuerdo propuesto por la compañía (58%) y 371 “se encuentran en análisis” (33%). A esa fecha, según el escrito de la empresa, había logrado 319 conformidades. La propuesta contempla dos pagos iniciales, uno anual y otro a loas 12 años, que redondean una quita del 70%. También la creación de un fideicomiso para capitalizar las acreencias. Los nuevos socios prometían inversiones y se venderían activos.
El magistrado había accedido el año pasado a extender los plazos del concurso hasta el 31 de marzo. El nuevo pedido debe ser resuelto hoy, a más tardar. La salida de Molinos es un golpe en este contexto.
La empresa de la familia Pérez Companc explicó en un comunicado que el “contexto internacional y nacional que se presenta” no es la oportunidad de tomar compromisos como en el que se iba a embarcar con Vicentin.
“Se trata de un escenario de alta volatilidad en el plano local, especialmente regulatoria, derivada de la inestabilidad económica mundial, que afecta especialmente a sectores en los cuales el grupo está involucrado, y que implica cambios normativos en países centrales, la afectación del comercio de alimentos y materias primas, de la disponibilidad y los costos de la energía, y el endurecimiento de las condiciones de acceso al capital por el alza de la inflación y las tasas de interés”, explicó la empresa en un comunicado.
Tanto el Banco Nación como los acreedores comerciales liderados por la corredora Grassi, rechazaron la propuesta y quieren avanzar en el mecanismo de cram down. Son, junto con los bancos extranjeros, los que reúnen la gran mayoría de las acreencias. Desde ese sector aseguran que tienen planes listos para presentar si el juez habilita el proceso de cram down. “Se va corriendo el velo, la farsa de la propuesta de Molinos Viterra y ACA”, dijo Gustavo Feldman, abogado que representa a acreedores comerciales en el juicio penal que se tramita en los tribunales de Rosario contra los directivos de Vicentin.
El letrado agregó: “Nunca hubo propuesta alguna, como lo dije desde el primer día, fue una maniobra más para confundir y perpetuar la estafa”. Y aseguró que “la connivencia de Lorenzini permitió sostener esta mentira algunos meses”.