Cerca de un 10% de los integrantes del Congreso nacional tendrán vinculación directa con el agro, tras las elecciones del domingo pasado, que dibujaron un nuevo mapa legislativo. La estimación fue realizada por la Fundación Barbechando, que trabaja con el Parlamento como referencia técnica para las leyes relacionadas con el sector agroindustrial.
La representación del campo en el Congreso
Además de las listas presidenciales que competirán en el balotaje, el domingo pasado se eligieron elegidos 130 diputados y 24 senadores.
La primera imagen que se puede observar es la pérdida de bancas de Juntos por el Cambio y Unión por la Patria (ex Frente de Todos) en manos de los liberales. El lugar de la primera minoría será ocupado por Unión por la Patria con 105 bancas, pero sin quórum propio y con trece diputados menos que hoy.
En relación con la alianza cambiemita, el tercer puesto se hace notar en el Congreso: la alianza cedería al bloque liberal más de 20 bancas. De esta forma, se quedaría con 93 bancas.
Esos números muestran una ganancia de 35 bancas para los libertarios, que sumado a los tres legisladores que continúan en mandato, resultarían 38 para La Libertad Avanza. La emergencia de una Cámara de tres tercios daría menos margen de negociación a los bloques minoritarios o tercera vías, como ser Consenso Federal, Provincias Unidas y la Izquierda, que, sumados, ocuparían unas 21 bancas.
En el Senado, la primera minoría seguirá en manos del peronismo, pero la gran sorpresa es que los liberales no sólo hicieron pie en el Senado, sino que se transformó en un bloque por demás importante con 8 senadores. Juntos por el Cambio perdió 9 de las 11 bancas que puso en juego, un saldo negativo dado que sólo logró el primer puesto en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que no elegía senadores. Logró retener 2 bancas por minoría, uno en Buenos Aires (Maximiliano Abad) y otro en Misiones (Martín Goerling Lara).
Las fuerzas provinciales/federales quedaron con 5 bancas, obteniendo el papel de jugadores claves para el poroteo que se requiere en la aprobación de leyes.
Ninguna fuerza lograría quórum propio, por lo que, al igual que en Diputados, para que la Cámara Alta logre un buen ritmo de trabajo, las negociaciones serán la llave, aunque el actual oficialismo tiene el camino un tanto más allanado ya que requieren sólo dos voluntades para lograr 37, el número mágico que abre la sesión.
Asimismo, podrían darse cambios en las presidencias de las comisiones, en especial en Diputados, donde Unión por la Patria se quedaría con el mayor número, le seguirían los referentes de Juntos por el Cambio, pero irrumpirán en escena los liberales con chances reales de presidir un puñado de comisiones. En Senado, también habrá nueva repartición de comisiones, sólo que el sistema de asignación es por bloques, obligando a las fuerzas a mantenerse unidas.
Candidatos y el Congreso
Casi el 50% de los legisladores en cada una de las cámaras responden a los candidatos presidenciales que en su plataforma de campaña resaltaron propuestas de importancia para la agrobioindustria. Los tres candidatos opositores: Javier Milei (La Libertad Avanza), Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio) y Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País) coincidieron en la importancia de no intervenir mercados de exportación, reducir de los derechos de exportación y de la necesidad de actualizar y renovar reglamentaciones como warrants y propiedad intelectual de creación fitogenéticas.
“La nueva composición del Congreso será una oportunidad para que los representantes de la agrobioindustria trabajen con legisladores sobre proyectos que pueden beneficiar a la producción y por ende, a la Argentina”, señalan desde Barbechando.
Según el análisis de la fundación, el agro contará con 30 legisladores con vinculación directa (-familiar, actividad profesional o carrera política afín al sector), entre ingresantes y los que continúan en mandato. La mitad de ellos, tienen mandato vigente hasta 2025 ó 2027 y los otros 15 iniciarán su andar legislativo el próximo 10 de diciembre. De los 16 legisladores que dejaban sus bancas, 7 buscaron su reelección, sin embargo sólo 1 lo logró.
Con 329 legisladores en ambas cámaras, los que tienen vínculo con el agro representa menos del 10% del total, por lo que “resulta prioritario resaltar la importancia del agro, trabajar en una agenda y visión común, medir el impacto de las leyes y delinear políticas públicas que prioricen el desarrollo federal y real de la Argentina, indicó.
Según la entidad, hay un universo de identificados de un 36% de legisladores en cada cámara que puede trabajar en esa línea de desarrollo. “Este porcentaje es transversal a todos los partidos políticos y es necesario aunar esfuerzos y agenda junto a ellos, para impulsar la incidencia del agro en la agenda política”, dijo.