El Ministerio de Transporte presentó el viernes la Carta de Porte Electrónica Obligatoria para mejorar la transparencia y agilizar el traslado de granos, automotor y ferroviario al interior del país, que entrará en vigencia en septiembre de este año. La presentación fue realizada por el secretario de Transporte de la Nación, Diego Giuliano, en Puerto San Martín.
Presentaron la carta de porte electrónica obligatoria para el transporte de granos
Si bien entra en vigencia el 1º de septiembre, la carta de porte digital será obligatoria desde el 1º de noviembre. Además de agilizar el transporte de cargas, el instrumento permitirá incrementar la capacidad de fiscalización del Estado, favorecer la trazabilidad del sector agrícola y brindar mayor transparencia a la actividad, además de reemplazar los actuales formularios de papel.
“Esta nueva carta es una idea más para dar transparencia y poder lograr que participemos juntos, acopiadores, productores, estado nacional, estado provincial y el municipio, en el desarrollo de la producción que significa inmediatamente el desarrollo del trabajo y la mejora de la calidad de vida de todos nuestros ciudadanos y ciudadanas”, indicó Giuliano.
El proceso de solicitud, carga y emisión del comprobante será online, en un solo paso y en una misma aplicación.
Además, no serán reutilizables y contarán con un código de barras y código QR que permitirá visualizar los datos de origen y destino de la carga, fundamentales para el control en ruta.
Asimismo, en forma innovadora, el proyecto contempla la emisión de la Carta de Porte Automotor para el Flete Corto, para amparar el traslado de granos desde su origen/productor a las plantas de acopio más cercanas.
También, se incorporan validaciones online sobre domicilios de origen y planta de destino declaradas en el sistema de información simplificado (Sisa).
Valida, además, de manera online la disponibilidad de stock de granos del productor y del operador; todas las partes intervinientes en el traslado tendrán la visualización del documento mediante una clave fiscal; permite a los organismos involucrados compartir la información, implementar controles sistémicos “en línea” y contar con un sistema de trazabilidad de productos, además de unificar y simplificar normas y procesos para los ciudadanos.