La Comisión de Arboricultura del Colegio de Ingenieros Agrónomos Cuarta Circunscripción de la provincia de Santa Fe (Ciasfe IV) y el gobierno de Venado Tuerto organizaron una interesante actividad de innovación tecnológica que incluyó el análisis de la fruticultura como explotación en el Sur de Santa Fe, donde los productores están habituados a la agricultura y, particularmente a la extensiva.
La fruticultura como alternativa de negocio en la Pampa Húmeda
En algún momento se habló de que esta alternativa productiva podría ser una rica opción para rotación e inmediatamente surgió el interrogante: ¿será el futuro?
La pregunta estuvo respaldada por ejemplos concretos de producción de frutos secos y de olivares, en la pampa húmeda argentina, e incluso con la presencia de referentes de la agroindustria que compartieron sus experiencias de provisión de máquinas para la cosecha de esos productos.
La cita fue en dependencias del Ciasfe IV, donde el agrónomo Mauricio Zuñiga, especialista en mecanización y modernización de la fruticultura, desplegó parte de la historia de la multinacional catalana Agromillora, con sede en Chile, donde se desempeña como gerente técnico.
En primera persona
“Lo que hacemos es tratar de buscar nuevas alternativas para la zona”, dijo Zuñiga, agregando a modo de invitación que “en el caso de olivicultura hay que ver zonas nuevas, y lo mismo para la fruticultura. En eso estamos”.
Acerca de la empresa a la que representa, Agromillora, remarcó que hace más de treinta años que está en Chile, dedicada a la multiplicación de plantas leñosas y actualmente es uno de los viveros más grandes del mundo. Nos especializamos en olivos, porta injertos de cerezos y de olivos, también de almendros, duraznos, nectarín, berry, frambuesas, frutilla. “Estamos muy especializados en el tema de la mecanización y la optimización de recursos en la fruticultura”, destacó.
“Agromillora se hizo conocida a nivel mundial hace algo más de 30 años por el cambio de generó en la olivicultura: pasó de doscientos o trescientos árboles por hectárea, que se hacía bien en esos años, a unas dos mil plantas por hectárea, para buscar una mecanización”, explicó someramente Zuñiga.
Un negocio mundial
“El aceite de oliva es un commoditie en el mundo. En la actualidad, las noticias comerciales son excelentes, el precio del aceite de oliva se encuentra en niveles históricamente altos. Es probable que esta tendencia se mantenga en los próximos años, lo que genera satisfacción entre los olivicultores, especialmente aquellos que producen aceite a granel. Esto ha impulsado una tendencia a renovar huertos envejecidos y a establecer nuevas plantaciones con alta densidad, principalmente debido a los beneficios en términos de costos y la posibilidad de realizar cosechas mecánicas”, animó Zuñiga e identificó: “esa es la visión de Agromillora”.
Ante el planteo de cómo seducir al productor respondió: “Nos caracterizamos por hacer ensayos que duran varios años, donde el agricultor va a ver cosechas, va a ver podas y rendimientos en riego, y eso hace que tome la iniciativa a la implantación de estos nuevos sistemas con información”.
En la misma línea apuntó: “esto es un negocio, entonces es importante para el agricultor que pueda invertir su dinero con seguridad, y para nosotros que vendemos plantas de calidad, con genética e innovación importante”.
Zuñiga ponderó los diez años que llevan desarrollando en Argentina, con miles de hectáreas en La Rioja, más otros proyectos exitosos. “Han sido cuestionados al inicio, porque las innovaciones le mueven el piso a la industria. Pero afortunadamente el éxito motivó a agricultores vecinos que se volcaron al sistema en seto en alta densidad”.
Además de La Rioja, el sistema ‘en seto’ puede verse en buen número de Mendoza y San Juan. “Han tomado este sistema sobretodo en olivicultura”, remarcó Zuñiga, y dijo: “Hoy día lo que queremos hacer es que esta agricultura en seto, más pragmática y de menos costo, llegue a otros frutales como durazno conservero para industria y ciruela para industria”.
El gerente técnico de la multinacional comentó que ya hay conversaciones muy avanzadas con industrias argentinas líderes del rubro que les interesa la alternativa de cosechas mecánicas que bajan el costo de mano de obra y optimiza el negocio de producción de pulpas, mermeladas y jugos, entre otros.
Respecto del cuidado del ambiente Zuñiga exaltó el sistema SES (Soluciones Eficientes Sostenibles) y puso sobre el tapete el ahorro de agua, el secuestro de Carbono, la menor huella ambiental, como elementos positivos, a lo que agregó la menor pasada de tractor, menor poda, entre otros.
“También es importante el tema social, con personas que se quedan en el campo, mejor preparadas y con mejores sueldos, lo que significa una mejor calidad de vida. Lo mismo con la tecnología, que cada vez será más masiva”, dijo Mauricio Zuñiga.
“La evolución de la agricultura la hace regenerativa, con empastada para mejorar la calidad del suelo y que haya microorganismos que descompongan minerales y puedan ser absorbidos por las raíces. Todo va evolucionando y es parte de la sostenibilidad. Para 2030 probablemente seamos más de más de nueve mil millones de habitantes en el mundo y se necesita alimentación, así que no debemos dañar el ambiente siendo productivos”, contempló.
Reacciones
“No mensuramos la dimensión que puede cobrar lo que estamos proponiendo o promoviendo”, expresó el ingeniero agrónomo Miguel Jové, integrante de la comisión organizadora, destacando “la presencia del gerente de New Holland de Argentina, porque a ellos les interesa vender máquinas e innovar, y han visto la posibilidad de un nuevo mercado”, completó.
“Los visitantes chilenos vinieron para ver los campos que hace un tiempo compró La Unión en la provincia de Buenos Aires, porque están analizando la posibilidad de cultivar olivo; lo mismo sucede con una explotación de avellanas ubicada en Lincoln, que podría potenciarse”, añadió el profesional.