El girasol emerge como un nuevo cultivo “estrella” en el país, impulsado por un contexto geopolítico favorable y condiciones que lo hacen más resistente a sequías como la del ultimo tiempo, tras diversas circunstancias que lo dejaron en un segundo plano. Así lo destacaron especialistas, representantes gubernamentales y empresarios que se hicieron presentes en la cuarta Conferencia Internacional de Semillas y Aceites de Girasol (Issoc) que comenzó el miércoles en Buenos Aires y finaliza hoy con una recorrida por terminales de la región.
El girasol argentino da batalla y busca su lugar en el mundo
El evento, organizado por la Cámara de la Industria Aceitera de Argentina y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-Cec) y la Asociación Argentina de Girasol (Asagir)- cuenta con una importante delegación del extranjero, en especial desde la India, país que -frente a la caída del suministro desde Ucrania y Rusia (que acaparaban 80% del comercio mundial) por la guerra- ve a la Argentina como un potencial sustituto para recibir aceite de girasol.
Gustavo Idígoras, presidente de Ciara-CEC, contó que la realización de este congreso de clase mundial en Argentina surgió en 2019 en Bombay, donde se hizo el congreso anterior, “con el objetivo de posicionar a Argentina en el mercado internacional de aceite de girasol”. En ese sentido, apuntó que tras la pandemia y la guerra entre Ucrania y Rusia -países que reportan el 85% de las exportaciones mundiales de aceite de girasol- Argentina se transformó en un centro de atención mundial en el abastecimiento de aceite de girasol y soja como oportunidades de crecimiento y desarrollo”.
“Tenemos un congreso con más de 200 participantes, donde más de 50 son extranjeros. Participan comerciales de diferentes empresas que se abastecen de aceite en Argentina, el Mar Negro, Brasil y Estados Unidos. Tenemos la delegación más grande que haya llegado a la Argentina de empresarios indios, 25 en total, con el objetivo de ver en detalle la capacidad de Argentina para que continúe siendo el primer proveedor de aceite de soja y sobre todo de empezar a crecer en aceite de girasol”, detalló Idígoras, para quien esa situación “reviste una enorme oportunidad para el país” y por eso Ciara se abocó a trabajar con la delegación india en un cronograma de visitas que incluyó una reunión con el ministro de Economía, Segio Massa, actividades comerciales y visita a terminales portuarias.
El embajador de India para el país y Uruguay, Dinesh Bhatia, resaltó que “Argentina e India son socios estratégicos; en el aceite de soja, Argentina es el más proveedor más grande de India, y hace un año y medio ha surgido como uno de los más grandes proveedores de girasol”.
Ambos aceites son claves dentro del comercio bilateral entre ambos países: de los u$s 6.400 millones de intercambio, 70% fueron exportaciones de Argentina y, de dicho porcentaje, 85% consistió de aceite de soja y girasol.
Según Bhatia, pese a que India intenta promocionar su producción doméstica, en una fuerte expansión demográfica “el bache entre la producción y el consumo continuará por varios años” y, por ende, “Argentina tendrá un rol muy importante”.
“Hoy vino aquí una de las delegaciones más importantes de la India en los últimos años; esta es una oportunidad para Argentina que la tiene que capitalizar, mejorando su oferta y calidad”, subrayó el diplomático en la conferencia inaugural.
El rankin mundial
De acuerdo con el sector, el país actualmente ocupa el cuarto lugar en el ranking internacional, al producir 9% de aceite de girasol del mundo. El creciente rol de Ucrania en el comercio del cultivo y el traslado hacia otros cultivos transgénicos con mayores rendimientos provocó que el país perdiera el predomino que ostentaba hacia comienzos del milenio.
Pero hay motivos para pensar en una nueva época dorada y se considera que la producción nacional tiene la capacidad de absorber más de 50% de la demanda futura global de los próximos años.
“Sobre las base de circunstancias lamentables como un conflicto bélico se generaron circunstancias favorables para el comercio ya que nos permitió abastecer a otros destinos. A India ya los veníamos abasteciendo pero se incrementaron de manera importante los flujos”, explicó el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo.
El funcionario valoró al evento como una oportunidad para “Intercambiar experiencias dentro de lo productivo” y para que los países demandantes “conozcan nuestro proceso productivo, demostrándole la calidad de nuestros productos”.
Además del espacio vacante en el comercio que dejaron los dos países involucrados en la guerra, el girasol se convierte en un cultivo atractivo por haber resistido los embates de las condiciones climáticas. Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) la superficie destinada a la oleaginosa creció 17,6%, al pasar de 1,7 millones a dos millones de hectáreas, con una previsión de producción que se ubicaría en 3,9 millones de toneladas.
“Si el girasol termina como lo previsto, va a cumplir sus expectativas de producción o va a estar cerca cuándo nuestras colegas están sufriendo pérdidas estrepitosas ”, manifestó Enrique Moro, presidente de la Asociación Argentina de Girasol (Asagir).
Esto se debe a las propias características del girasol que permiten una mejor resistencia a las condiciones secas con raíces que le otorgan un mayor acceso a la humedad del suelo, entre otros motivos.
“Hace treinta años solíamos ser el principal exportador mundial; la idea es recuperar eso porque es un cultivo muy resistente al cambio climático“, afirmó Idígoras, para quien “este año el productor se dio cuenta que la sequia es un condimento nuevo que se puede replicar en los próximos años”.
“Es muy auspicioso que se abra un mercado como el indio; acá también requerimos de la política para que haya una madurez para evitar idas y vueltas porque conquistar un cliente requiere de mucho sacrificio y perderlo es muy fácil”, explicó el presidente de la BCBA, José Martins.
Una de las particularidades del girasol, al contrario de otros cultivos, es su paradigma de eslabones productivos, en los cuales no existen obstaculizaciones entre si, enfatizó en la apertura Bahillo, a quién prometió a las delegaciones extranjeras el abastecimiento de la oleaginosa.
“Ya muchas producciones tienen esta mirada sin entrar en una disputa interna que les puede poner un techo al crecimiento”, afirmó el funcionario quién destacó que el girasol “está cumpliendo con los objetivos, rendimientos y volúmenes en un contexto muy adverso de lo climático”.
Y agregó que la responsabilidad ahora es “ganar nuevos mercados” aprovechando expectativas de crecimiento que son “buenas y alentadoras”.