Los cambios alimenticios permitieron en los últimos años el crecimiento del mercado de legumbres. Quienes eligen no consumir carne encuentran en las legumbres el aporte proteico que obtendrían de los alimentos de origen animal. En este contexto, sumado al aumento de la demanda y las condiciones climáticas favorables, las arvejas se posicionan como uno de los principales cultivos invernales a incluir en la secuencia agrícola.
Arvejas: una alternativa rentable en la rotación
El aumento de la demanda, junto a condiciones climáticas favorables, posiciona a la arveja en los cultivos agrícolas. Consejos del Inta para obtener los mejores resultados
Gabriel Prieto, especialista en legumbres del Inta Arroyo Seco, Santa Fe, señaló que “las reservas de agua actuales son una excelente oportunidad para la implantación de arvejas, ya sean invernales como primaverales”. Y agregó que “tenemos un pronóstico de un invierno de transición entre lo que fue El Niño y lo que va a ser neutro o Niña, esto favorece mucho las legumbres, porque no vamos a tener excesos de lluvias en la salida del invierno-primavera”.
La arveja deja uno de los mejores márgenes en las secuencias de cultivo, consume menos agua que los cereales de invierno, y se adapta exitosamente a los planteos con soja y maíz. Asimismo, compite muy bien con las malezas de invierno, a la vez que fija nitrógeno del aire.
Esta leguminosa consume entre 230 y 250 milímetros de agua útil, con una eficiencia de uso de alrededor de 10 a 12 kilos de grano por milímetro de agua. Por lo que deja en el perfil del suelo un remanente estratégico para los cultivos de verano posteriores.
Por otro lado, se destaca también su alta capacidad de fijación biológica de nitrógeno, de aproximadamente el 50% de las necesidades totales. “Esto la convierte en una opción viable como antecesor de cultivos de segunda, especialmente de cereales estivales”, aseguró Prieto quien agregó: “Es una forma natural de aportar nutrientes con resultados muy auspiciosos”.
En este sentido, para lograr una buena captación de nitrógeno, Prieto destacó la importancia de inocular las semillas. Las bacterias inoculantes pueden suministrar el 60% ó 70 % de nitrógeno que necesita el cultivo, y el resto lo obtiene del suelo.
El potencial de rendimiento del cultivo lo determina más el ambiente que la variedad, por ello, se hace hincapié en la importancia de sembrar en fechas óptimas y generar las condiciones adecuadas.
“El mayor aporte a la variabilidad del rendimiento lo hace el ambiente que explica el 87% de la variabilidad, mientras que el genotipo sólo explica el 3%, y el resto lo hace la interacción genotipo*ambiente”, destacó la especialista.
Al respecto, aseguró que “debemos acertar la fecha de siembra para escapar en la etapa reproductiva a las heladas tardías o los sopletes de primavera. Desde la floración en adelante, la arveja es muy sensible a temperaturas por encima de los 25 grados”.
En la región núcleo, la fecha de siembra óptima para variedades primaverales es durante la primera quincena de julio, extendiéndose desde finales de junio a principios de agosto. En variedades invernales, sembrar entre 30 y 45 días antes, de fines de mayo a mediados de junio.
Entre las variedades invernales con mayor resistencia al frío, podemos encontrar Escrime, Aviron, Balltrap y Curling, con potenciales de rendimiento máximos de hasta 4000 kilos por hectárea.
Entre las principales variedades primaverales se encuentran Orchestra, Skol, Reussite y Astronaute, con rendimiento potenciales máximos de hasta 5.000 kilos por hectárea.
Normativa
La reciente reducción a la mitad la cantidad de productos alcanzados por las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) para la arveja podría favorecer su extensión como cultivo.
A través de la resolución 50/2024, se elimina una cantidad de productos, la mayoría de cadenas regionales, contemplados por la ley 21.453 que establece el requisito de declarar la venta al exterior.
Entre los productos -la mayoría se comercializa por contenedor- se encuentran legumbres como arvejas verdes y amarillas, garbanzos, porotos blancos, negros y colorados, y lentejas; arroz con cáscara, descascarillado, semiblanqueado o blanqueado, y partido; también maní confitería, partido y los demás; del maíz pisingallo y aceite; y afrechecho y afrechillo de trigo.
Desde el gobierno nacional destacaron que estas medidas se suman a una serie de iniciativas para simplificar la normativa, desburocratizar el sector, favorecer una competencia leal y aumentar las exportaciones, a la vez que se mejora la eficiencia en el uso de los recursos del Estado y se generan menores costos administrativos para el sector privado.
Congreso de semillas
Los cultivos como arvejas, garbanzos, lentejas y porotos se destacan por su alto contenido de hierro y proteínas de calidad por lo cual son valiosos en términos nutricionales y serán trabajados en el 2° Congreso Argentino de Semillas que se llevará a cabo los días 28 y 29 de noviembre en la ciudad de Córdoba y es organizado por la Asociación de Laboratorios Agropecuarios Privados (Alap) y co-organizado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Córdoba (FCA-UNC). La sanidad de estas semillas es un aspecto crítico, dado que son susceptibles a un gran número de patógenos transmitidos por semillas.
Argentina es un productor mediano de legumbres. Según el Indec, la superficie sembrada para la campaña 2021/22 fue de 770,000 hectáreas, que representan el 1,87% de la superficie granaria sembrada en la Argentina y se exportan, debido a su escaso consumo el 97% de la producción a 110 países, siendo Brasil el principal importador. Otros países compradores son Italia, España, Chile, Turquía, Paquistán, Portugal, Argelia, Cuba, Colombia, Marruecos, Trinidad y Tobago, Vietnam, Bulgaria, Grecia, Dinamarca, Perú, Venezuela, Alemania, Emiratos Árabes Unidos, Ecuador, Uruguay y Grecia.
En los últimos años, la demanda global de legumbres ha aumentado y se prevé que en el futuro continúe esta tendencia. El consumo promedio en el mundo es de aproximadamente 8 kg per cápita (Ocde, FAO, 2020) mientras que el de Argentina alcanza apenas 800 g por habitante y por año, según la Cámara de Legumbres de la República Argentina (Clera, 2020), del cual 60% corresponde a las lentejas.
En el congreso, Norma Formento será la coordinadora del bloque I de sanidad e inocuidad alimentaria y disertantes en la temática de sanidad, manejo, producción y fiscalización de semillas de legumbres junto a Eliana dell’Olmo (Crea, Italia), Guadalupe Mercado Cárdenas (Inta Cerrillos), Silvina Pastor (Inta-IPAVE) y Luciana Ferrand (Inase).
En el CAS 2024 serán presentados temas relevantes para Argentina, relacionados al potencial exportador en expansión y a los desafíos significativos que enfrenta debido a la escasez de semillas de calidad, que afectan las cosechas. Además, se hará hincapié en el papel fundamental de las legumbres en la agricultura por su bajo impacto ambiental al captar nitrógeno atmosférico, generar una huella de carbono reducida y por su eficiencia en el uso del agua.