La implantación de girasol en el centro y norte de la provincia de Santa Fe tuvo esta semana un fuerte avance debido a la disponibilidad de agua útil en la cama de siembra, por lo cual se llegó a cubrir el 30% de la superficie estimada para la actual campaña, que será levemente superior a la anterior, reseñó el informe semanal que elaboran el Ministerio de la Producción provincial y la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
Avanza la siembra de girasol en el centro-norte de Santa Fe
En rigor, se precisó que esta semana se llegó a la siembra de 39.780 hectáreas de un total estimado de 132.600 hectáreas, es decir 8.400 más que en la campaña 2022/23.
Las actividades se intensificaron debido a jornadas de tiempo estable y sin precipitaciones, a excepción del departamento General Obligado, entre las localidades de Malabrigo y Florencia, donde se registraron lluvias de entre 15 y 30 milímetros en el inicio de la semana.
Esas condiciones climáticas perjudicaron las tareas de cosecha del algodón, la carga y el transporte de lo recolectado que se encontraba en los lotes, pero sobre el fin de semana se reanudó la recolección.
En el sector Este algodonero se llegó a la cosecha de la totalidad de los lotes, en tanto en el sector Oeste se avanzó hasta el 95% de lo sembrado.
Los rendimientos se mantuvieron en los valores que se venían dando, con valores mínimos de entre 1.000 y 1.100 kilogramos por hectárea, máximos de entre 1.700 y 1.800 kilos, con algunas parcelas de 2.500 kilos y máximos puntuales de hasta 4.000 kilos.
El informe señala que la campaña de algodón se extendió más de lo normal por problemas de humedad en el período de siembra, déficit hídrico, distribución de precipitaciones irregulares y desiguales a lo largo de su ciclo, que se reflejó en los rendimientos obtenidos.
En cuanto a la cosecha del maíz tardío o de segunda, esta semana llegó al 75% del total, con un adelanto semanal de 10 puntos y un retraso de 15 puntos en comparación con igual período de la campaña anterior.
Los rendimientos promedio obtenidos hasta el momento para el maíz de segunda fueron desde mínimos de entre 7 y 9 quintales y máximos de entre 30 y 45 quintales, con algunos sembradíos puntuales que alcanzaron entre 50 y 75 quintales.
Finalmente, el trabajo realiza un balance del final de la siembra de trigo, que cubrió una superficie de 436.000 hectáreas, lo que representa 115.500 hectáreas más que en la campaña anterior, es decir un incremento del 36%.
El 80% de los cultivares se encontraron en estado bueno a muy bueno, con algunos lotes excelentes, un 15% fue considerado regular y el 5% restante de regular a malo.
El cambio de los porcentajes se produjo durante los últimos días del período dadas las características ambientales imperantes: la inusual amplitud térmica para la época del año y la lenta pero constante disminución del agua útil en los perfiles de los suelos por la ausencia de precipitaciones.
El trigo en Entre Ríos
El 97 por ciento del trigo y el 99% del lino sembrado en Entre Ríos para la campaña 2023/24 presenta muy buena condición fenológica, con buenos detalles en las plantas, aunque en ambos cultivos se detectaron enfermedades como mancha amarilla, pulgones, orugas, y roya anaranjada y amarilla, detalló la Bolsa de Cereales provincial.
El trigo se implantó en unas 600.000 hectáreas de Entre Ríos, mientras que el lino fue sembrado en cerca de 12.200 hectáreas.
El primero presenta un estado fenológico que va desde pleno macollaje hasta encañazón, aunque en casos puntuales ha alcanzado el estado de espigazón; y debido a las inusuales temperaturas para la época, se aceleró su desarrollo y se acortó las fases de crecimiento.
La condición general del cultivo en la provincia, se distribuye de la siguiente manera: la mitad del trigo está con muy buena condición, el 47% buena, y el 3% restante tiene regular estado, debido a la faltante de precipitaciones en las últimas dos semanas.
Los productores registraron enfermedades como la “mancha amarilla”, “roya anaranjada y amarilla”, incluso se detectaron poblaciones de pulgones y la presencia ocasional de orugas.
Por su parte, la fenología del lino va desde ocho pares de hojas hasta botón floral en los sembrados más temprano, y todo es “acorde a la fecha de siembra”, remarcó la Bolsa, con lotes “bien logrados” y buen stand de plantas, excepto un bajo porcentaje afectado por las heladas de junio.
Por eso, el 99 por ciento del cultivo en la provincia tiene entre buena y muy buena condición fenológica, y sólo el 1% se presenta en un estado regular, con algunos casos afectados por la enfermedad “roya”.
También la entidad bursátil advirtió que se avanzó un 73% la cosecha de maíz de segunda y tardío de las 65.800 hectáreas del ciclo 2022/23, con un rendimiento promedio provincial de 3.400 kilogramos por hectárea, un 45% menos que la temporada anterior.
En ese marco, y descontando las áreas pérdidas y la destinada a consumo animal, la Bolsa de Cereales entrerriana espera una producción de 212.500 toneladas del grano, un 21% menos que en el ciclo 2021/22.