La cosecha de granos del ciclo 2023/24 llegaría a 137 millones de toneladas y aportaría divisas por u$s 35.800 millones. Esto significa un 65% más de volumen y u$s 10 mil millones más que la temporada anterior, que fue golpeada por la histórica sequía. Así lo estimó la Bolsa de Comercio de Rosario, en un informe en el que se señala que esta producción, de confirmarse, sería la segunda mayor de la historia.
Con clima y política a favor, el agro apuesta todo al 2024
El ritmo de cosecha en Estados Unidos tanto en maíz como en soja pone “muy competitivas” las exportaciones norteamericanas frente a las sudamericanas.
“La nueva campaña presenta un panorama mucho más auspicioso que la anterior, en términos generales, aunque con realidades dispares según cada grano”, señalan los economistas Tomás Rodriguez Zurro y Emilce Terré, del departamento de investigaciones económicas de la entidad.
Un poco más modesto pero de todos modos con perspectivas muy alentadoras es el pronóstico que realizó la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales (IES), que en su informe de campaña estimó que la producción agrícola 2023/24 crecería cerca de 40% y se ubicaría en 130 millones de toneladas, pese a que la siembra totalizaría 40,7 millones de hectáreas, una merma de 0,9% respecto al ciclo previo.
“La llegada de precipitaciones y los mejores pronósticos climáticos mejoran las perspectivas de cosecha de la campaña 2023/24”, indicó IES.
De hecho, las previsiones iniciales no mostraban un panorama alentador teniendo en cuenta que la llegada del fenómeno El Niño fue errático y el clima actuó con mucha variabilidad. El relevamiento de la Bolsa rosarina destacó que los cultivos de invierno se vieron afectados por factores climáticos negativos desde el comienzo de su ciclo. El área sembrada terminó por debajo de la campaña anterior y, en el caso del trigo no se desarrolló en el mejor de los ambientes. Finalmente, la producción fue de 14,5 millones de toneladas, algo por debajo de lo proyectado inicialmente bajo un escenario de normalidad.
De todos modos, es un 25% mayor que el ciclo pasado. En cuanto a la cebada, se estima que la producción alcance 4,9 millones de toneladas, un 35% más.
“La menor implantación del ciclo obedece a la caída de siembra de trigo y cebada, maíz y girasol, que prevalecerán a la suba en soja y otros cultivos de menor importancia”, planteó IES y detalló que la siembra total de cereales 2023/24 totalizaría 20,9 millones de hectáreas, una caída anual de 3,4%, con retracciones en la implantación de trigo, cebada, maíz y sorgo.
La soja, envalentonada
El informe de BCR, elaborado por los economistas Tomás Rodriguez Zurro y Emilce Terré, señaló que la perspectiva es más auspiciosa para los cultivos de verano. “Las primeras proyecciones ubican a la producción de soja en 50 millones de toneladas y al maíz en 56 millones”, indicó. También que “el girasol se estima en 4,3 millones de toneladas y el sorgo en 2,4 millones, mientras que otros cultivos sumarían otras 4,9 millones”.
El profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, Dante Romano también estimó que la nueva campaña de granos gruesos viene con buenas noticias para la Argentina. “Mientras en el país se pasaría de 21 a 50 millones de toneladas de soja, en Brasil _por efecto del calor y la falta de lluvias_ podría haber un recorte de 10 millones de toneladas de la oleaginosa estrella”, dijo y señaló que “las noticias más importantes giran en torno a la estimación de producción de granos sudamericana”.
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“El calor y la falta de lluvias en Brasil ha generado alerta por la posibilidad de caída en la producción y si bien se espera que comiencen a aparecer precipitaciones que corten la seca, podría ser demasiado tarde”, alertó Romano quien indicó que se estima que el vecino país pasaría de producir 165 millones de toneladas de soja al rango de 150/155 millones.
En cambio, “en Argentina los números son mejores”, dijo porque se pasaría de 21 a 50 millones de toneladas”, un número positivo, pero que de todos modos “ya había sido internalizado por el mercado”.
La soja, de esta manera “se encamina a una gran producción y se recupera de la merma del año pasado”, indicó Romano tras señalar que “la siembra avanzó casi 10 puntos porcentuales en la última semana llegando casi al 70% de la superficie implantada, casi 10 puntos más rápido que el año anterior”. Pero además de la avance en la siembra, “el 40% de los cultivos está con calidad buena a excelente en suba y la condición hídrica es la mejor en cinco años”, aseguró Romano.
De esta manera, de acuerdo a los cálculos de la Bolsa de Rosario, la producción total de granos podría alcanzar 137 millones de toneladas. De confirmarse esta cifra sólo quedaría por detrás de los 140 millones de toneladas del ciclo 2018/19.
En base a estos números, la entidad proyectó exportaciones por casi 100 millones de toneladas, un 65% más que en la campaña pasada. “Se proyectan envíos al exterior de cereales y oleaginosos por un total de 63 millones de toneladas, con el maíz posicionándose como el principal grano de exportación (40 millones)”, detalló. También “se embarcarían 9,5 millones de toneladas de trigo, y casi 30 millones de subproductos oleaginosos y 6,7 millones de toneladas de aceites”. Esto mejoraría sustancialmente lo que ocurrió durante este año. Según datos de IES, en el acumulado a octubre de 2023 las exportaciones agrícolas en valores verificaron una caída de 38,6% y los despachos en cantidades retrocedieron anualmente 40,1%.
Con el avance de este año, la BCR proyectó que el aporte del sector en términos de divisas por exportaciones ascendería a u$s 35.800 millones, más de u$s 10.000 millones más que el total aportado en la campaña actual.
El complejo sojero aportaría u$s 20.000 millones, el maíz u$s 8.300 millones y trigo u$s 2.400 millones.
La exportación de granos y subproductos del agro representaría cerca del 45% del total de los u$s 75.000 millones proyectados a exportar en total desde el país para el próximo año 2024.
Según IES el tipo de cambio más elevado implementado, tras la devaluación dispuesta por el nuevo gobierno “beneficia el negocio exportador”. De todos modos, “la suba de tres puntos para las retenciones del trigo y maíz (de 12% a 15%) y la suba del tipo de cambio de importación encarece los costos de producción”, agregó.
Alejandro Ovando, director de IES Consultores, señaló que “en 2024 habrá mayor producción y rentabilidad para el sector agrícola, mejorando su ecuación económica”.
Rodriguez Zurro y Terré plantearon que la recuperación también impacta en la actividad económica nacional. “El Valor Agregado Bruto de la producción de granos se triplicará respecto del valor del ciclo 2022/23, alcanzando más de u$s 15.000 millones”, señalaron los economistas.
La recuperación de la cosecha se verá, por ejemplo, en el transporte de cargas. “La próxima campaña espera 1,3 millón de viajes en camión y 110.000 vagones de tren más que este año comercial para la logística de granos. El volumen transportado crecería más de un 70%, según informe de los economistas Guido D’Angelo, Pablo Ybañez y Alfredo Sesé, también de la Bolsa de Comercio.
Del total de los embarques esperados en el año 2024, el 16% se espera que llegue a los puertos por ferrocarril, 0,6% por barcazas y el 83,4% por camión. En este último caso, la expectativa se ubica en transportar más de 82 millones de toneladas en la próxima campaña. Esto representa alrededor de 2.900.000 camiones circulando por las rutas a lo largo y ancho del país. De esta manera, se proyecta un crecimiento del 75% del transporte por camión, lo que equivale a casi 1.300.000 viajes más que la campaña pasada.
En el caso del ferrocarril, apuntan los economistas, se aspira a movilizar alrededor de 15 millones de toneladas entre granos, subproductos y aceites. Esto equivale a más de 330.000 vagones, sumando los arribados tanto a los puertos del Gran Rosario como a Bahía Blanca y Quequén. Con una suba de más del 50% en el transporte ferroviario, la venidera 2023/24 aspira a llenar 110.000 vagones más que la cosecha anterior.
“El flujo de cabotaje de granos transportados a través de la Vía Navegable Troncal por tránsito fluvial es más recortado”, señaló el informe. Aun así, se espera un transporte de cerca de 600.000 toneladas en aproximadamente 410 barcazas.
Golpe seco
La sequía fue la principal responsable de que la economía argentina muestre una contracción en 2023. Varias consultoras privadas estiman que el año cerrará con una caída del 2% del Producto Bruto Interno Bruto (PBI). Si se excluye al sector agropecuario, la actividad terminaría creciendo casi 1%, según un análisis de la Fundación Mediterránea. Esto se debe al crecimiento de otros sectores, como la minería y el sector hidrocarburífero, fundamentalmente por el impulso de Vaca Muerta y la construcción del gasoducto Néstor Kirchner.
De cara al 2024, los pronósticos para la economía en general no son alentadores en términos de actividad, a pesar de que se espera una recuperación del agro con la sequía ya superada en buena medida. El conjunto de los participantes del relevamiento de expectativas del mercado (REM) que realiza el Banco Central (BCRA) estimaron una nueva contracción promedio de 2,4% para el año que viene.
Al respecto, desde la fundación sostuvieron que “sorprende esta última cifra, en un contexto de inflación creciente y de alta incertidumbre. A favor jugó un dólar oficial que, en promedio, se rezagó con respecto a la inflación, lo cual implicó una cierta mejora en el poder adquisitivo de la población”.
Y agregaron que “también estuvo el plan platita en el periodo electoral, con mayor gasto público y reducción de impuestos”.
La Mediterránea estima una caída general del 2% del PIB para este año, igual cifra que la proyectada por la Consultora Sarandí en su última publicación.
El escenario global
Este escenario favorable para la campaña argentina se da en un contexto global en el cual producción mundial de granos ascendería a 3.464,1 millones de toneladas el próximo año, impulsando un crecimiento en el comercio mundial, pero también en el cual el mercado “descuenta una tendencia decreciente de los precios para las commodities agrícolas”, indicaron Belén Maldonado, Emilce Terré y Julio Calzada en un informe de la BCR.
Según los datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda), la producción mundial de los principales granos en 2023/24 mostraría un incremento interanual de más del 2% y alcanzarían así el mayor volumen registrado en la historia.
Por el lado de los cereales, se estima que la producción global alcanzaría 2.803,1 millones de toneladas en el ciclo 2023/24, lo que equivale a un aumento del 2% con respecto a la campaña previa. “Los cultivos que mostrarían un incremento en su cosecha serían el maíz, el sorgo y el arroz, cuyo crecimiento más que compensaría la caída en la producción de los demás cereales”, indicaron los especialistas.
En relación con el maíz, la cosecha mundial ascendería un 6% interanual a 1.222,1 millones de toneladas.“Se destaca un aumento de los suministros de Estados Unidos, que lograría cosechar 38,6 millones de toneladas más que en 2022/23, alcanzando una cosecha récord”, recordaron los economistas y advirtieron sobre una mayor producción de maíz en Argentina, que se ubicaría un 55% por encima del volumen alcanzado este año.
Mientras tanto, el trigo mostraría un recorte en la producción mundial del 1%, situándose en 783 millones de toneladas. “La causa fundamental radica en un desplome en la producción de Australia, reflejando las persistentes condiciones meteorológicas secas en las principales zonas agrícolas del norte del país oceánico, que impactarían fuertemente en los rendimientos”, indicó el relevamiento.
Estimó que la producción australiana caería un 37%, descendiendo 15 millones de toneladas respecto de la cosecha 2022/23.
De igual modo, se proyecta una caía en los suministros de trigo de Canadá, dada una prolongada sequía en algunos de los principales estados productores occidentales, que ha mermado las perspectivas de rendimiento y situaría la producción un 7% por debajo de la campaña previa.
Finalmente, se estima que las cosechas del cereal en Estados Unidos y Argentina crecerían un 10% y un 26%, respectivamente.