Sequía y dólar soja marcaron la agenda del sector agropecuario en las últimas semanas. “Sin lluvias a la vista, será una de las peores campañas de los últimos años”, señaló el último informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Rosario, en el cual indicó que un 70% del trigo en el área que releva está en condición de “regular a malo” y los rindes estimados se ubican entre 10 a 30 quintales por hectárea (qq/ha).
El dólar soja prende fuerte mientras el trigo se va secando
La sequía no da tregua. Un informe del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) indicó que el invierno 2022 en Argentina fue un 33,3% más seco que lo normal, y se posicionó como el 7° más seco en 61 años, es decir, desde 1961 y el 5° consecutivo en registrar déficit de lluvias.
En ese contexto general, la zona sur de Santa Fe es una de las más afectadas. Los productores agropecuarios de la provincia, especialmente de trigo, atraviesan dificultades a raíz de la merma de lluvias por el fenómeno “La Niña”, con mayor incidencia en la zona sur, advirtió el director regional del Inta Santa Fe, Alejandro Longo. Explicó que “en la zona sur se ve que la sequía ha pegado mucho más por el estado de los cultivos, de un desarrollo mucho menor” e informó que en la zona de Rosario hay productores “que han perdido las tres o cuatro últimas campañas”.
Esta crítica situación productiva se da en el marco de un escenario de fuertes movimientos comerciales que están generando alta liquidez en los productores, a raíz de la avalancha de ventas de soja, impulsadas por el tipo de cambio diferencial que dispuso el gobierno hasta fin de septiembre (dólar soja).
De acuerdo con lo registrado en SIO Granos entre el 5 y el 14 de septiembre se operaron un total de 6.790.600 toneladas de soja, de las cuales 4,86 millones corresponden a contratos nuevos, y 1,93 a operaciones de fijación de precios, indicó la Bolsa de Comercio de Rosario.
Aunque desde entidades como la Federación de Acopiadores se advirtió sobre la posibilidad de que el dólar soja podría provocar una abrupta caída del precio interno a partir de la instrumentación del tipo de cambio diferenciado, en rigor los valores se mantuvieron robustos en la semana a pesar del alto nivel de liquidaciones y ventas. Esa entidad también solicitó que el estímulo a las ventas de soja con destino a la exportación se extienda hasta el 31 de octubre, para tratar de frenar una caída de los precios de venta.
El dólar soja terminó siendo un instrumento muy efectivo para que el Banco Central de la República Argentina recompusiera reservas. La autoridad monetaria cerró el viernes con compras u$s 200 millones, con lo que acumuló su novena jornada consecutiva en forma positiva. En el mercado estimaron que el volumen operado en el segmento de dólar soja fue el último día de la semana de más de u$s 368 millones y que desde que comenzó el mes, el BCRA ya lleva adquiridos alrededor de unos u$s 2.100 millones.
De todos modos, algunos economistas advierten sobre el impacto que podría generar este shock de liquidez en los precios internos de la economía. El profesor del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, Dante Romano, alertó sobre el lado B de esta medida. "En Argentina pasamos de una soja de $55.000 a una de $74.000”. Entre las cuestiones a atender citó que “se está devaluando más rápido, y los u$s 200 del oficial podrían llegar”, indicó. También dijo que los datos del informe de la Administradora de Fondos Quinquela señalan que “esto generará una liquidez adicional de casi 25% de la base monetaria en septiembre, lo que podría impactar fuertemente en inflación y para controlarlo en subas de tasas de interés”.
Fina mal, gruesa en alerta
En este contexto, la campaña fina está transitando un duro momento en el sur de Santa Fe, norte de Buenos Aires y oeste de Córdoba. “Los ingenieros de Marcos Juárez dónde el trigo suele producir 40 qq/ha de promedio y por heladas y sequía estiman entre 15 a 20 qq/ha”, reveló GEA.
De esta manera, “el trigo sufre otro golpe con otra semana sin lluvias y con las heladas que se repiten al llegar el fin de semana. La condición regular a mala pasa del 54% al 70% en la región, o sea a 900.000 ha”, agregó GEA. A principios de la semana ingenieros de los alrededores de Rosario alertaban del impacto: “revisando con lupa se ve tallos que pasaron de verdes a una coloración té con leche. Calculamos un 30% menos de espigas, daños que sin lluvias no se va a poder compensar y que pasará a los rindes”, dijeron. Muchas áreas ya están dando por perdidos numerosos lotes afectados, como en Marcos Juárez, Cañada de Gómez y Bigand o Corral de Bustos.
Por otra parte, el maíz tiene un 25% de retraso en la siembra respecto al año pasado. Por ahora sólo se implantaron lotes muy aislados que no alcanzan siquiera para contabilizar un 1%. “Hay mucha preocupación ante la falta de lluvias en los pronósticos y la falta de agua en los perfiles para implantar un cultivo que lleva consiga una enorme carga financiera”, indicó el informe de GEA. En Teodelina explican: “los análisis de agua de la zona muestran que ningún lote alcanza al 70% de agua útil en los primeros dos metros. Por eso, el riesgo es que llueva 15 o 20 mm y se largue igual la siembra con estas condiciones, por el hecho de muchos ya fertilizaron”.
En el centro norte de Santa Fe concluyó la cosecha de maíz tardío del ciclo pasado con leve disminución de rendimiento. Se obtuvo una producción de 552.000 toneladas y una leve disminución en el rendimiento promedio, que se situó en 79 qq/ha, lo que representa una merma del 1 quintal por hectárea, informó el Sistema de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Santa Fe.