El escenario granario tiene a la región como protagonista. Las lluvias que se están dando en Brasil plantean la duda de si realmente tendrán un ajuste a la baja en producción -o no tanto- en soja como maíz, y los precios se debilitan. En nuestro país, Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, indica que “todo marcha muy bien” productivamente.
La producción local marcha con optimismo
“Tanto soja como maíz se han sembrado en condiciones muy buenas, aunque algo de maíz temprano tuvo que pasar a tardío. En el caso del trigo, los buenos rindes en el sur están aumentando la producción esperada. Si bien es marginal, la noticia es muy buena”, detalló el especialista en mercados.
Sin embargo, los precios no están acompañando con soja por debajo de 300 y maíz temprano por debajo de 180, y se genera preocupación por la rentabilidad. “Pero como es un año donde se sembró con tipo de cambio en 350 y se cosechará con tipo de cambio por encima de 800, debería darse un ingreso extraordinario financiero, aunque todo depende de cómo se haya comprado”, profundiza.
El próximo viernes 12 de enero, el Usda dará a conocer una serie de reportes: el informe final de producción, el informe trimestral de stocks, y el reporte mensual de oferta y demanda. Todos ellos darán un panorama de análisis interesante. Mientras tanto, en el mundo el dólar se revaluó, esto es negativo para los commodities en general.
“En Argentina se notó mucho más la incertidumbre política y económica: los proyectos de ley enviados al Congreso encontraron mayor resistencia, mientras en la Justicia se realizaron presentaciones en contra de las modificaciones por decreto de algunos aspectos relacionados a lo laboral”, analiza Romano, quien además agrega: “A eso se suma la incertidumbre por la misión del FMI que visitará al país esta semana, del que depende se otorgue un “waiver” (o perdón) que implicaría poder recibir 15.000 millones para atender vencimientos”.
El profesor de la sede Rosario de la Facultad de Ciencias Empresariales indica que estos aspectos ampliaron la brecha cambiaria “aunque siempre en niveles bajos, de 12% a 35%. Como sigue vigente que los exportadores pueden liquidar un 20% en el mercado de contado con liquidación, esto mejoró la capacidad de pago en pesos”.
En cuanto a la soja de vieja cosecha -donde quedarían en poder de productores unas 4 millones de toneladas- Romano explica que hay un aumento en los negocios a fijar, que es habitual en esta época del año “porque se busca desocupar espacios preparándose para la llegada de la cosecha gruesa”. Los negocios a precio, en tanto, con un 69% de la producción siguen atrasados frente al 74% histórico.
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“Ya hace dos semanas que vemos volúmenes de venta mayores de soja nueva del lado del productor. A medida que las lluvias siguen llegando, se pisa más en firme con las proyecciones de rinde, las personas se animan a comprometer algo más. Sin embargo, de una cosecha esperada en 50 mill.tt por total hay solo 7% a fijar contra 14% histórico y no llega al 1% a precio contra el 7% histórico, a pesar de que se vieron pasar precios excelentes”, especificó el especialista.
Romano detalló que la recolección de soja local con casi 86% ya cosechado, está cerca del promedio histórico, finalizando y con una de las mejores condiciones de los últimos tiempos. 42% buena a excelente, 22 puntos mejor que el año pasado.
En cuanto al maíz, el investigador expresa que aparecieron oportunidades para colocar maíz de exportación en diferentes destinos, “lo que posibilitó un mercado más dinámico”. En tanto diarios de esta semana destacan que ya se han presentado Declaraciones Juradas de Venta al Exterior por 40% de la cosecha estimada. "Esto ocurre porque ese trámite fija los derechos de exportación vigentes (hoy en 12%), cuando de prosperar el proyecto de ley enviado por el Ejecutivo al Congreso Argentino, el impuesto subiría al 15%”, añadió.
La siembra de maíz en Argentina viene a buen ritmo en un 77% implantado, con la mayor parte de los lotes por sembrar en el norte del país.
Finalmente, el gobierno prorrogó nuevamente las exportaciones comprometidas de trigo. Una situación viene desde enero del año pasado, donde quedaron comprometidas unas 4,5 millones de toneladas.
“El no embarque de los granos generaría amplias multas para los exportadores, quienes indican que, a los precios del mercado internacional, no pueden convalidar las pretensiones de los productores locales, especialmente con los problemas de calidad que se reportan. La situación descomprimió los precios del trigo disponible en el mercado local”, manifestó Romano.
En las últimas dos semanas el ritmo de recolección de trigo se demoró y con 84% cosechado está una semana más lento que lo habitual. “Pero los rindes que se están obteniendo con la cuenca del salado y el sudeste están mejorando marcadamente, al punto que aumentó la proyección de producción de 14,7 a 15,1 mill.tt, y no se descartan ajustes mayores”, sostiene.