“Para ser más sustentables, tenemos que fraccionar la entrega de nutrientes a lo largo del ciclo productivo”. Así lo señaló Ana Julia Pérez Moreno, titular del área de desarrollo técnico y comercial de IF. La ingeniera agrónoma enfatizó la necesidad de cambiar la perspectiva en cuanto a la nutrición para lograr sistemas más sustentables.
Nutrición fraccionada: sustentabilidad y rinde
Destaca que ya no es viable continuar con la entrega de nutrientes de manera unificada a lo largo de todo el ciclo del cultivo. “El productor está acostumbrado a entrar en un ciclo de un cultivo (quizás de más de 100 días), aportando en un solo día toda la nutrición necesaria para todo el período y dejar que el cultivo se las arregle en el fraccionamiento”, planteó.
Sin embargo, Pérez Moreno explicó que la empresa trabaja con una línea que combina la nutrición con la bioestimulación. “Inicialmente, proponemos un fertilizante de aplicación al suelo, durante las etapas iniciales del cultivo, cuando éste se encuentra en estado vegetativo y está maximizando la producción de biomasa”, indicó.
La estrategia se completa con Fronda, un fertilizante nitrogenado de aplicación foliar, “que permite incorporar grandes cantidades de nitrógeno a los cultivos en estadios avanzados -entre 15 y 20 kilos de N- y bioestimulación”.
La profesional destacó que el cultivo de maíz en este momento se encuentra en un estado fenológico ideal para la aplicación de Fronda, que va desde V5/6 a V10, por una cuestión de altura de botalón de las máquinas pulverizadoras de arrastre”.
La fragmentación en la entrega de nutrientes y la bioestimulación del sistema resultan en un crecimiento vegetal más robusto, que a su vez aumenta la resistencia de las plantas al estrés biótico y abiótico, generando asimismo beneficios económicos significativos.
La inversión resulta siempre muy rentable al punto que “en los ejercicios económicos cargamos siempre el costo de la aplicación de la pulverizada extra a Fronda. Incluso en el caso de que se aplique en mezcla con un insecticida o con un fungicida, no aplicamos ese costo a este fitosanitario, sino que se lo sumamos al fertilizante. Así y todo, siempre la respuesta en el margen neto al bolsillo es positiva”.
Los productos recomendados por IF (Ingeniería en Fertilización) son Fronda, un nitrogenado de aplicación foliar; y Solum, nitrógeno, azufre y zinc, de aplicación a suelo.
Ambos son fertilizantes líquidos de manejo a granel que combinan la nutrición tradicional de los nutrientes químicos con una fracción bioestimulante, compuesta por un consorcio de microorganismos autóctonos y sus metabolitos (hormonas de crecimiento vegetal, precursores, antibióticos) y materia orgánica de elevado valor biológico.
“Fronda es la herramienta clave en fertilización, permite tener un as bajo la manga en nutrición, nos independiza de la ocurrencia de lluvias para la incorporación del N, aumenta la eficiencia y es clave para ser oportunos acompañando los requerimientos nutricionales de los cultivos”.
“En los cultivos de gruesa, debido a las altas temperaturas aumenta sustancialmente la volatilización en los fertilizantes sólidos aplicados a suelo. El uso de fuentes líquidas de aplicación a suelo, Solum y/o el uso o la complementación con fertilizaciones foliares, Fronda, son un caballito de batalla importante para trabajar de manera más sustentable en nuestros agroecosistemas”, sentenció.