"¿La conservación del suelo es suficiente, está bien?", lanzó como pregunta Alejandro Petek, presidente de la Asociación de Productores en Siembra Directa (Aapresid) esta semana en el discurso inaugural del XXIII congreso de la entidad que se realizó en Rosario y su respuesta trazó la línea de debate que atravesó a todo el foro del sector: "Tenemos la obligación de ir más allá, de cuidarlo, de mejorarlo, porque está vivo y esa es nuestra premisa". Y en ese camino, la siembra directa "es el peldaño inicial de un cambio de paradigma, pero el desafío pasa por implementar sistemas productivos integrales", fundamentó.
Aapresid: con los pies en el suelo y la cabeza en el futuro
Por Sandra Cicaré
De todos modos, planteó una consigna que para la entidad que cumplió 30 años parece infranqueable, y es la imposibilidad de pensar en una vuelta atrás en la siembra directa. "Queremos ser claros desde el comienzo, las labranzas no son un buen camino. Algunos hablan de pérdidas de suelos tolerables y decimos que no existen niveles tolerables", dijo enfático Petek, sentando posición ante quienes proponen volver a algunas prácticas de remoción de suelos frente al avance descontrolado de las malezas registrado en los últimos años.
Esa férrea defensa del modelo de siembra directa fue elogiada por autoridades nacionales y provinciales, como el ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere o el gobernador Miguel Lifschitz, durante el acto inaugural del congreso. El primero al festejar el "hambre de cambiar las cosas" de los pioneros y el segundo, al referirse a la enseñanza de Aapresid sobre "la vinculación indisoluble que representa el desarrollo tecnológico, el conocimiento y la actividad productiva".
Partiendo de esa premisa casi fundacional, hubo mucho espacio para la interpelación hacia las formas actuales de producción de parte de los principales referentes de Aapresid, como también del numeroso grupo de invitados que disertaron en el congreso. Aunque los cuestionamientos no llegaron al nivel de la autocrítica más profunda, sí los planteos se ocuparon de incomodar a los productores y de dejar en claro que la agricultura del futuro necesariamente deberá estar atravesada por la "sustentabilidad", bajo distintas formas.
No en vano el lema del XXIII congreso fue "30.10000 ConCiencia Suelo", enfatizando el rol de las prácticas que lleva adelante la entidad en tres décadas sobre los 10 mil años de agricultura y poniendo foco en el recurso básico y la ciencia aplicada a su cuidado. En el marco, además, de una convocatoria multitudinaria que contó con más de 5.000 inscriptos en un rango etario promedio de 40 a 45 años.
"La agricultura como la estamos haciendo ahora, no tiene futuro", disparó Carlos Becco, director de Indigo Argentina, la start up norteamericana con presencia en el país dedicada a la provisión de bioinsumos, a través de microorganismos naturales. Y planteó que los principales problemas que hoy enfrenta el actual modelo agropecuario argentino pasan por la menor cantidad de productores, con alta concentración en grandes jugadores; el perjuicio a medioambiente; y la inadecuada respuesta a la demanda de los consumidores.
"Cada vez más los productores salen del negocio agrícola y se van a otro. Y los que quedan son más grandes, con lo cual, un negocio así, que expulsa, que perjudica al medio ambiente y no hace felices a nuestros consumidores no tiene futuro", afianzó Becco.
Y graficó la falta de sustentabilidad de la agricultura actual. "Hoy la agricultura a pesar de los esfuerzos degrada el suelo, utiliza 30 por ciento más del agua d la que el planeta puede reponer, usa más nitrógeno del que debería, más del 50 por ciento de los vegetales presentan residuos de pesticidas, y es responsable del 28 por ciento de las emisiones de los gases responsables del efecto invernadero", dijo Becco.
Pero además, "es una agricultura basada en commodities y no satisface la demanda de los consumidores que hoy piden por ejemplo, granos libres de OGM, alternativas orgánicas o con producción sustentable, libres de pesticidas o que no sean fruto de desmontes", agregó.
Ante esto, "la solución no es decirles a los consumidores, perdón, no lo tengo, porque lo buscará en otro lado".
El camino, en cambio, es "detener esta degradación, porque sabemos cómo hacerlo y entidades como Aapresid lo vienen promoviendo", aseguró Becco.
El planteo, es ante todo "una producción de alimentos como una herramienta mejoradora del ambiente y las personas", dijo Petek con acciones concretas que desde lo productivo pasan por los cultivos de cobertura, la siembra directa, la rotación, el uso responsable de agroquímicos y las buenas prácticas agrícolas para la captura de carbono de la atmósfera.
Pero también dando un paso más hacia "una intensificación sustentable", agregó el directivo de Aapresid, donde se pueda producir más valor por hectárea y que ese resultado también logre cuantificarse, medirse y mostrarse al mundo.
Y allí surgió la tecnología aplicada al campo (Agtech) como la herramienta articuladora para el desarrollo procesos de trazabilidad y economía sostenible (bioeconomía) que hoy los productores argentinos desarrollan quizás en forma anárquica, pero que deberán potenciar frente a una demanda enfocada en alimentos y con consumidores cada día más exigentes.
Tal dimensión cobró el tema que en el marco del congreso se desarrolló el 2º Congreso Nacional Agtech.
"Hay que pasar de un mercado que alimente a 400 millones de personas a pensar en alimentar a 800 millones de consumidores. Tenemos que convertir nuestros campos en pequeñas empresas alimenticias", dijo Julián Baldunciel, socio de Aapresid en el marco del debate sobre "Bioeconomía, agtech y trazabilidad" y consideró clave la integración de procesos y la generación de valor "para aumentar los ingresos, generar empleo y distribución", dijo.
Pero para eso, "Argentina debe dejar de entregar commodities y materias primas de bajo valor que luego son transformadas y exportadas como alimentos por otros países". Y Baldunciel lo resumió en forma concisa: "Hay que pasar del grano al código QR".
En un mercado cada vez más exigente son ineludibles los procesos de trazabilidad. "Preocupados por resolver este tema el sector de retail fueron a buscar a un gigante de la informática como IBM y le pidieron un sistema de trazabilidad" mencionó el socio de Aapresid e hizo referencia a la red blockchain que la compañía desarrolló a partir de la demanda puntual de una cadena como Wallmart para armar una red de trazabilidad de alimentos que ahora se replica en otros sectores y también en un joint venture con la compañía marítima Maersk para controlar el movimiento de contenedores y la logística portuaria.
"Tenemos que tener en el sector agropecuario una red blockchain. Los agricultores, ganaderos debemos poder inmutar los datos y mostrar las buenas experiencias a nuestros consumidores", dijo Baldunciel.
En ese punto la experiencia requiere, según detallaron los especialistas un "cambio cultural", pero también es un proceso continuo que comienza "mejorando lo que produzco (trigo, soja, maíz, etc), contratar tecnología para capturar los datos, implementar programas de agricultura certificada, protocolizar los movimientos", entre otros aspectos.
"Las tecnologías disponibles son tremendamente baratas, por eso necesitamos digitalizar procesos y capturar el mayor valor de las cosas que hacemos", dijo Baldunciel, al recordar que actualmente, por los procesos que involucra "la soja argentina no vale lo mismo que la de Brasil o Estados Unidos, pero a eso no lo capturamos", aseguró.
Esto exige otra mirada. "Parte del problema de la agricultura hoy no es in-put o out-put, es horizontal, va desde la producción hasta la comercialización. Por eso el foco hay que ponerlo en toda la cadena", advirtió Becco para insistir con la trazabilidad de procesos.
"Es casi impensable que la agricultura que es la industria más importante en el mundo y en Argentina tenga un nivel de digitalización tan bajo comparado con el resto de los sectores", dijo Becco.
Por eso, la agricultura del futuro, "tendría que crecer a un ritmo que acompañe a la población, ser rentable, sustentable y debería satisfacer las demandas ambientales. Pero, además, los consumidores deberían saber cómo y dónde se los alimentos y con un código de barras llegar a hasta el campo donde se produjo", arengó.
"El agro y la tecnología son los sectores en los cuales Argentina es muy competitiva. Las agtech son la unión de ambos. Allí está el futuro del país", concluyó.
Lanzamiento
En Aapresid, Basf lanzó Xarvio, la nueva plataforma digital para el gerenciamiento de lotes y manejo de cultivos que ayuda a los productores en la toma de decisiones de producción.