En pleno período crítico el maíz de la región núcleo necesita lluvias de 100 a 200 mm, advirtió el último informe de la Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario. Para dar cuenta de la drástica situación se relevó que en Pergamino ya se calcula una pérdida de hasta 20 por ciento de rendimiento sobre suelos de menor calidad. Las lluvias de las próximas jornadas serán definitorias para el rinde.
El clima y el ajuste en retenciones tensionan el nuevo ciclo productivo
"Mayor ingreso de vapor de agua desde el Atlántico podría mejorar disponibilidad de agua en región pampeana. Las regiones del NEA y NOA son las que tienen mayor probabilidad de alcanzar un desarrollo pluvial normal o incluso con desvíos positivos", comentó José Luis Aiello, Dr. en Cs. Atmosféricas.
En este escenario el maíz temprano está en la cuerda floja. Sur de Santa Fe, parte del norte bonaerense y este cordobés necesitan más de 140 mm para cubrir las necesidades de la etapa crítica del cultivo. "Si llueve pueden rendir 90 a 100 quintales, pero sino, caer a 50 o 60 qq/ha", comentaron santafesinos a GEA.
La excepción es la zona cercana al centro de la provincia, cómo en Carlos Pellegrini, dónde llovieron 70 mm, justo a tiempo para la floración y completar el llenado de grano de manera eficiente. Pero el 92 por ciento de la región muestra necesidades mayores a los 100 mm en 15 días para cubrir la demanda del cultivo en su etapa definitoria.
En Pergamino ya se calcula una pérdida de hasta 20 por ciento de rendimiento sobre suelos de menor calidad. "Los maíces de la primera tanda de siembra (principio de septiembre) están floreciendo, desparejos y con escasa biomasa", advierten los técnicos del área. Según como llueva los próximos días se define el maíz, si caen definitivamente sus rindes o sigue con posibilidades. Es el cultivo más afectado por la falta de agua y está en una situación crítica. El estrés es generalizado aunque se distinguen zonas aún con posibilidades y otras ya con graves daños irreversibles de rinde.
Desde la entidad local advierten que a pesar de las lluvias, el 90 por ciento de la región sigue entre escasez y sequía. Las precipitaciones de los últimos 7 días se dieron sobre el noreste de la región. Los mayores milimetrajes fueron para el centro de Santa Fe. Carlos Pellegrini registró 69 mm e Irigoyen, 61 mm. Pero el este de Córdoba, sur de Santa Fe y noroeste de Buenos Aires siguen casi sin recibir agua.
En tanto, la soja de primera trata de cerrar el entresurco y los lotes de segunda están comprometidos. Las últimas tormentas salvaron los cuadros sembrados con soja de segunda en las últimas semanas. Pero sigue habiendo numerosas áreas, cómo el norte bonaerense y Córdoba con cuadros sembrados que siguen muy comprometidos. Emergieron, pero hay pérdidas de plantas, explican los técnicos. La soja de primera no se la nota demasiado afectada por la escasez de agua, pero les cuesta cerrar el entresurco, señalaron desde GEA.
Uno de los temas calientes de la agenda agropecuaria tiene que ver con cómo impactan las nuevas retenciones en las decisiones de producción. Según la Bolsa de Comercio de Rosario "campos que se iban a hacer con maíz de segunda se destinarán a soja de segunda con tecnología de mínima". Además, en muchos casos se ha retirado la fertilización de soja de segunda. La superficie de trigo disminuirá la próxima campaña de forma importante. "Sin agua, sin crédito y más impuestos es realmente difícil prever cómo saldrá el productor de esta", comentan los ingenieros del área.
Impacto retenciones. El sábado 14 de diciembre se publicó el decreto que anunció los cambios en los derechos de exportación. El mismo dejó sin efecto el esquema de 4 pesos por dólar que había establecido el gobierno anterior llevándolo a uno de alícuota fija porcentual. Cabe recordar que debido a la depreciación del tipo de cambio desde septiembre del 2018 a la fecha (de 40 $/u$s a 60 $/u$s) las retenciones se encontraban en niveles del 25 por ciento para la soja y subproductos y del 7 por ciento para el maíz y trigo. Con el decreto pasaron al 12 por ciento para el trigo, maíz y girasol entre otros productos y al 30 por ciento para la soja.
El equipo análisis de mercado de FyO señaló que anticipándose a los cambios los productores incrementaron fuertemente sus ventas disponible y forward, que están en niveles muy superiores a los promedios históricos. En soja, ya se vendió casi un cuarto de la producción estimada mientras que años anteriores la comercialización anticipada no superaba el 6 por ciento.
Respecto al maíz, los productores ya vendieron un 35 por ciento de la producción prevista cuando lo normal para esta época del año no supera el 10 por ciento. El ritmo de ventas del trigo también se aceleró fuertemente el último mes y se lleva comercializado casi todo el saldo exportable (74 por ciento de la producción estimada en 18.5 / 19 mill.tt).
En paralelo al decreto se cerró el registro de exportaciones por dos días y en consecuencia se frenaron las operaciones en el mercado físico. Los compradores tradicionales estuvieron retirados y los precios que se observaron estuvieron ligados al Mercado a Término de Buenos Aires que también registró un muy bajo volumen.
En paralelo la ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, otorga la facultad al poder Ejecutivo de cambiar los topes de las retenciones, agregándole un 3 por ciento a las ya vigentes (pasarían a un 33 por ciento para soja y un 15 por ciento para el maíz y el trigo). También establece un mecanismo de compensación de los efectos de los derechos de exportación específicos para pequeños productores y cooperativas.
"Los precios locales pudieron compensar parcialmente los efectos negativos de las retenciones gracias a las mejoras que mostró Chicago. Los precios de la soja y el maíz experimentaron fuertes subas en el mercado internacional como consecuencia del logro de la primera fase del acuerdo comercial con China y al hecho de que el mercado interpretó la suba en los derechos de exportación como una posibilidad para Estados Unidos", destacaron los analistas.
En un contexto de tanta incertidumbre es difícil tomar decisiones ya que las variables que faltan definir son muchas, no sólo por las nuevas medidas y su impacto en la economía sino también porque desde lo productivo tanto el maíz como la soja recién se están desarrollando y en adelante el clima es un factor clave.