La Asociación Argentina de Girasol (Asagir) llamó la atención sobre las "horas difíciles" que atraviesa el complejo girasolero argentino, como consecuencia de la caída de precios, el aumento de las retenciones y la eliminación de reintegros a las exportaciones.
El girasol enfrenta "horas difíciles"
Arriba. El precio ofrecido al productor pasó de u$s230 a u$s300.
Asagir monitorea constantemente la evolución de los precios internacionales del aceite recordando que de ellos depende, en un 85 por ciento, la formación del precio del grano.
Explicó que a nivel global se dio una coyuntura extremadamente compleja para la Argentina, aunque muy favorable para los competidores externos: la producción mundial subió más de un 5 por ciento lo que, asociado a una situación económica internacional preocupante (dólar fuerte, tasas altas), se tradujo en una caída del 14,7 por ciento en el precio del aceite (noviembre, interanual).
El informe de la entidad de los girasoleros subrayó que tres circunstancias internas y desfavorables se asociaron para disminuir el valor de la producción de la cadena:
u A mediados de agosto se redujeron los reintegros de impuestos indirectos que promovían la exportación de subproductos: regían alícuotas del 3 por ciento y 2,5 por ciento para aceite y harina y ambas fueron reducidas al 0,5 por ciento.
u Se introdujo a comienzos de septiembre un impuesto a las exportaciones equivalente a 3 pesos por dólar exportado, lo que equivale a un derecho de exportación del 7,6 por ciento.
u Como consecuencia de la aceleración de la inflación, entre los meses de mayo y noviembre, disminuyó el poder adquisitivo de los salarios y el poder de compra interno de los consumidores.
Adicionalmente, pese a algunos pronósticos optimistas, una gran mayoría de la opinión pública ve dificultades para que este proceso de caída real de los ingresos se revierta antes del segundo trimestre de 2019.
Por todas estas razones, Asagir lamenta que los productores y los demás eslabones de la cadena no reciban los precios y remuneraciones que, por justicia, le corresponden. Como entidad representativa de la totalidad de la cadena de valor, la asociación trabaja en las gestiones para que, al menos, se restauren a la brevedad los reintegros a la exportación y se disminuya el impacto de los derechos de exportación implantados en setiembre.
Asagir es una asociación civil sin fines de lucro que persigue como objetivo la promoción del cultivo de girasol y el incremento del valor agregado de toda la cadena asociada a este producto. Todos los componentes están adecuadamente representados en su Consejo Directivo y participan en la toma de decisiones y en el diseño de programas de trabajo. Agricultores, proveedores de insumos, industria aceitera, comercio y sistema científico-tecnológico participan de Asagir procurando que los beneficios de la cadena superen a la suma de los beneficios individuales.