Aunque la sequía del verano ayudó a que sea menor la presión de las malezas que compiten con los cultivos y afectan sus rendimientos, el problema creció exponencialmente en los últimos años.
Estrategias de rotación de cultivos contra las malezas
Así lo afirmó el ingeniero agrónomo Eduardo Cortes quien dictó uno de los cursos del 14º Encuentro de Monitoreo y Control, centrado en malezas y habló sobre claves para una buena estrategia de rotación y manejo de herbicidas.
El programa incluyó un curso titulado "Malezas: es posible simplificar los sistemas", dictado por Cortes, quien brindó sus recomendaciones sobre cómo elaborar una correcta estrategia para combatir estas visitantes indeseadas de cada siembra.
Cortes estructuró su disertación en tres ejes: el monitoreo, los beneficios de la rotación y el manejo de herbicidas.
Sobre los monitoreos, manifestó que son la clave para poder formular una estrategia correcta: "Tenemos que saber qué maleza tenemos en el lote, diferenciarla entre géneros y especies, y tomar decisiones a partir de ello", puntualizó.
Por ejemplo, para casos de productores que siembran en campos arrendados, es fundamental conocer, según Cortes, "hay que ir y observar los esqueletos, evaluar cuáles eran las malezas preexistentes, anotarlas, llevar un registro lote por lote".
"La idea es no encontrarse al momento de sembrar con una maleza que no sabíamos que estaba", indicó el asesor.
Pérdidas. Cortes trabaja en la zona de San Francisco y puso en cifras los beneficios que tiene la combinación de soja, maíz y trigo: mostró ensayos realizados a campo como laboratorios, que muestran una reducción de entre 45% y 50% de los nacimientos para dos malezas de las más propagadas en el país: Echinocloa y Amaranthus.
"El cultivo de cobertura baja la temperatura del suelo y les quita luz a las malezas. Es decir, necesitan más días para comenzar a crecer. Si a la reducción de los nacimientos por la cobertura, le sumamos un pre emergente acorde a la maleza, prácticamente podremos eliminarla", manifestó Cortes.
En relación al manejo de herbicidas, recordó la necesidad de sectorizar los lotes al momento de las aplicaciones de pre emergentes, en función de la maleza detectada o el cultivo que se vaya a sembrar.
Esto es fundamental para eludir el error que llevó a esta expansión del problema: la aplicación de siempre el mismo principio activo, que elimina sólo los individuos susceptibles y permiten que se reproduzcan sólo los tolerantes y resistentes.
Inta. Por otra parte, un equipo de investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) identificó las malezas encontradas con mayor frecuencia en lotes de maíz y soja seleccionados al azar en la región semiárida central del país.
Para reducir el dominio de las más resistentes, recomiendan la rotación de cultivos por sobre la utilización de herbicidas que deterioran los suelos.
El corrimiento de la frontera agropecuaria permitió descubrir zonas, como la región semiárida central argentina, con aptitud para el desarrollo de las actividades agrícolas y ganaderas.
En San Luis, al avance de los principales cultivos se sumaron comunidades de malezas que influyen en el rendimiento final de soja y maíz.
Los técnicos estudiaron las comunidades de malezas que dominan los lotes productivos.
Relevaron 53 lotes agrícolas elegidos al azar, 24 de soja y 29 de maíz, sobre un área aproximada de 560 kilómetros cuadrados, correspondientes a una misma serie de suelos.
El estudio fue realizado en campos del centro de la provincia de San Luis, dentro de la fitogeografía del Espinal.
Daniel Arroyo, investigador del Inta San Luis, indicó que "identificamos 81 especies de malezas en el área estudiada" y agregó que "en maíz encontramos 76 especies distintas y en soja 44; de todas las encontradas, 39 fueron comunes a ambos cultivos".
Dentro de la lista de las diez malezas encontradas con mayor frecuencia, en ambos cultivos, la más común y abundante fue Cenchrus pauciflorus, conocida como roseta; la segunda más constante fue seguida en segundo lugar por Salsola kali, llamada cardo ruso.
Las diferencias observadas en las comunidades de malezas de los cultivos de soja y maíz fortalecen la recomendación de realizar rotaciones para garantizar, no solo la conservación del suelo, sino también la reducción de la dominancia de algunas malezas y facilitar su control a menores costos.
En este sentido, Rauber señaló que "las malezas constituyen una de las principales causas de pérdida de rendimiento de los cultivos debido a que contaminan el producto cosechado, obstaculizan la cosecha y aumentan el riesgo de incidencia de plagas y enfermedades, entre otros aspectos".
Cerca de 450.000 hectáreas de pastizales pampeanos fueron convertidos a cultivos de cosecha en los últimos años.