Entre agosto y octubre del 2018, el gobierno tomó varias medidas relacionadas con la exportación, tales como la reducción de reintegros a distintos sectores exportadores, el incremento de los derechos de exportación o retenciones y la desaparición del escalonamiento arancelario en la exportación de los productos del complejo industrial soja.
La defensa de los complejos oleaginosos en el mundo
Un informe de los economistas de la Bolsa de Comercio de Rosario Julio Calzada y Franco Ramseyer analizó esas medidas y su impacto en el contexto de un creciente proteccionismo mundial. "Los países que compiten con Argentina en la producción y exportación de aceite de soja y biodiesel, fueron adoptando durante el año 2018 numerosas medidas para favorecer a su propia industria oleaginosa local, tratando incluso de contar con una mayor disponibilidad de materias primas locales para procesar (semillas oleaginosas, maíz y palma)", señalaron.
El cambio de escenario impactó en las exportaciones argentinas de poroto de soja sin procesar y efectos negativos en los niveles de producción y exportación de harina y aceite de soja, lo cual se vislumbra continuará en la presente campaña 2018/2019.
Al contrario de Argentina "los principales competidores y los países de destinos de las exportaciones argentinas están protegiendo el agregado de valor en su territorio". Priorizan la utilización de su propio complejo industrial oleaginoso y prefieren, en el caso de los compradores, importar el poroto de soja sin procesar. Los economistas recordaron que el escalonamiento arancelario de los derechos de exportación del complejo soja de Argentina permitía neutralizar y/o equiparar parcialmente las políticas proteccionistas de los países importadores y competidores.
Además, la harina y el aceite de soja argentinos tienen más destinos de exportación que el poroto sin procesar (único comprador China), lo cual disminuye los riesgos de no poder colocar nuestras producciones en el mundo y brinda mayor estabilidad a las exportaciones nacionales, considerando que la harina de soja es el producto más importante de la balanza comercial argentina con casi 10.000 millones de dólares.
Por otra parte, Argentina viene perdiendo participación en la molienda mundial de soja y el conflicto comercial entre EEUU y China fue traccionando más compras de poroto de soja argentina a China, a expensas y en perjuicio de la industria de molienda. El conflicto hizo crecer a la industria oleaginosa de EEUU y a la de los países clientes de Argentina. "La falta de un escalonamiento arancelario local aumenta el efecto negativo de esta situación en el mercado internacional", señalaron.
Recordaron que la industria procesadora de soja permite desestacionalizar las ventas del poroto y de las exportaciones del complejo. Las exportaciones de harinas y aceites dan una mayor estabilidad al mercado de cambios de la Argentina al proveer divisas con una mayor regularidad a lo largo del año.
Los otros juegan. En los meses de julio y noviembre de 2018 la FAO publicó el reporte denominado "Food Outlook", en los cuales se listan habitualmente las principales políticas públicas que distintos países tomaron en relación a los mercados internacionales de granos y alimentos; y sus complejos agroindustriales. Allí pueden verse las distintas acciones gubernamentales que adoptaron en el año 2018 los gobiernos nacionales de Brasil, Estados Unidos, China, Unión Europea, India, Indonesia y otros para fortalecer y colaborar en el desarrollo de las actividades de sus propios complejos industriales oleaginosos y de biocombustibles. Las medidas adoptadas por estos países para favorecer a su industria se detallan aquí:
BULLET_CHARACTER Brasil: se procedió a aumentar la tasa de corte obligatoria para el biodiesel del 8 al 10 por ciento. Esto beneficia a la industria oleaginosa con un aumento en la demanda de sus producciones de aceite de soja y a las propias fábricas de biodiesel de manera directa. Se aumentó el porcentaje voluntario permitido de mezcla de biodiesel en gasoil para ciertos usuarios, en un intento por expandir el consumo doméstico.
Se presentó el programa de apoyo agrícola para 2018/19, que prevé un aumento en los desembolsos para: 1) préstamos agrícolas, 2) programas de apoyo a la comercialización y 3) esquemas de seguro de cultivos. Estas medidas implican un beneficio indirecto para la industria oleaginosa y de biocombustibles local, ya que permitirían aumentar la producción nacional de poroto de soja y maíz, favoreciendo la obtención de la materia prima por parte de las fábricas de biodiesel y etanol.
BULLET_CHARACTER Estados Unidos: En febrero 2018 el gobierno concedió una extensión retroactiva por un año al crédito fiscal otorgado a los mezcladores de biodiesel, lo que generó una transferencia de u$s 2,6 millones a la cadena de suministro de biocombustible de EEUU y se comprometió a hacer lo mismo para el 2019. Esta medida favorecen a la industria oleaginosa norteamericana y sus producciones de aceite de soja.
Se establecieron derechos antidumping para las importaciones de biodiesel de Argentina e Indonesia (además de los derechos compensatorios impuestos en noviembre de 2017) que resultan de una protección efectiva en frontera del 150 por ciento, generando un nivel de rentabilidad muy por encima de los parámetros normales de competencia.
En agosto el gobierno estadounidense lanzó un paquete de apoyo de u$s 12 mil millones para mitigar los efectos negativos de los aranceles de importación fijados por China en el marco de la contienda comercial. El denominado "Programa de Facilitación del Mercado" otorgó pagos directos a los productores agropecuarios de aproximadamente u$s 4,7 mil millones. La mayor parte de dichos pagos directos, es decir, u$s 3,6 mil millones, benefician a los agricultores que producen soja. La inscripción en el programa se abrió el 4 de septiembre y se cierra en enero de 2019. Esto favorece la producción de poroto de soja y la obtención de dicha mercadería por la industria oleaginosa estadounidense, a un precio subsidiado, con volúmenes mayores a los normales.
El sobre stock resultante de la guerra comercial con China genera una oferta de materia prima a precios subsidiados que favorece los márgenes de molienda en EEUU y alienta inversiones nuevas que están anunciándose.
BULLET_CHARACTER China: Se introdujeron pagos de ayuda directa para industrias que procesan soja en alimentos. Se renovó un programa de pagos e incentivos para los agricultores que siembran soja, en miras de reducir la producción de maíz del país.
Se eliminaron los aranceles sobre la soja importada de Bangladesh, India, Laos, Corea del Sur y Sri Lanka. Permite a la industria oleaginosa china contar con mayor cantidad de mercadería para molienda.
Se aprobaron importaciones de harinas de girasol y otros granos desde países asiáticos para morigerar el impacto de la perdida de importaciones desde Estados Unidos.
No se aprobó la importación de harina de soja desde Argentina, pero incrementaron los compromisos de compra de poroto, suscribiéndose un acuerdo con el gobierno argentino a tal fin.
BULLET_CHARACTER Unión Europea: en 2018 se abrió una nueva investigación sobre las importaciones de biodiesel de Argentina, argumentando que los fabricantes argentinos se benefician con subsidios estatales. En septiembre de ese año se decidió posponer la introducción de derechos compensatorios provisionales sobre el biodiesel importado de Argentina. Esto buscó proteger a la industria oleaginosa local.
Afortunadamente para Argentina, en el mes de enero de 2019 la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) anunció que el Comité de Prácticas Comerciales de la Unión Europea (UE) aprobó por mayoría la decisión de la Comisión Europea (CE) de celebrar un acuerdo para permitir exportaciones de biodiesel desde Argentina en condiciones mutuamente acordadas entre las partes. De todos modos la investigación por los subsidios estatales argentinos aún sigue abierta. Lo comunicado en enero de 2019 por Carbio es un gran avance para Argentina para volver a exportar a la UE.
Anunció un conjunto de medidas de apoyo para los agricultores europeos afectados por la sequía extrema de la última campaña, que incluye permitir a los agricultores recibir sus pagos directos y utilizar las tierras en barbecho con mayor flexibilidad. Los estados miembros también podrían otorgar compensaciones por daños sin notificar a la Comisión. Estas medidas impactan indirectamente de manera favorable sobre la producción de biodiesel europea en base a soja y colza.
BULLET_CHARACTER India: el principal comprador de aceite argentino aplicó aumentos en los derechos de importación, tanto para el aceite de palma como para otros aceites vegetales. El objetivo de estas medidas es estimular la producción local de semillas oleaginosas y ayudar a frenar las importaciones de aceite comestible. Esta medida perjudica a Argentina quien- como dijimos- vende casi el 50 por ciento de sus exportaciones de aceite de soja a este país y es su principal comprador.
BULLET_CHARACTER Indonesia: Este país dispuso las siguientes medidas: a) mantener subsidios a los productores de biodiesel a base de aceite de palma; b) expandir el uso obligatorio de biodiesel a los sectores minero y ferroviario; y c) mantener los planes para aumentar, en los próximos años, los requisitos de mezcla domésticos en los sectores de transporte y energía. Este país es uno de los principales productores de biodiesel en base a aceite de palma.
Se decidió ampliar el programa nacional de fortalecimiento de la palma aceitera, lanzado en noviembre de 2017. El programa consiste en replantar árboles con una edad superior a los 25 años. Esto favorecerá dentro de 4 años a la industria oleaginosa, cuando esas plantas empiecen a producir materia prima.