El fenómeno de lluvias escasas por debajo de lo normal que provoca la Niña se mantendrá al menos en el próximo trimestre en la región, lo cual ha llevado a los productores a un retraso de siembra y a una gestión agronómica en la zona con cambios de decisiones en cuanto a los cultivos.
La Niña impone un replanteo de los cultivos de verano
Por Lizi Domínguez
El panorama climático para el próximo trimestre marca más de un 50% de probabilidades de que las precipitaciones que se presenten inferiores a lo normal en Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y en el norte de San Luis. “Esto está planteado de aquí a enero, vamos a ver cómo se plantea la distribución de estas lluvias”, advirtió la ingeniera Marianela De Emilio, del Inta Las Rosas.
La profesional señaló que en base a ese panorama, hubo una gestión agronómica en la zona que generó cambios de decisiones en cuanto a los cultivos: por un lado en las fechas de siembra, retrasándolas lo más posible para evitar que la floración caiga en momentos complicados (sin lluvia), pero por otro lado también hubo cambio de cultivos.
En ese sentido, De Emilio observó que “de la rotación trigo-soja, se pasó mucho a maíz temprano. El productor decidió no hacer un trigo sino que directamente dejó las reservas de agua que tenía sin ningún cultivo de invierno y se fue a un maíz temprano, que de alguna manera es una alternativa comercial interesante porque la cosecha cae en abril y tenemos buenos precios”.
En aquellos lotes donde no hay reserva de humedad suficiente para un maíz temprano, directamente se pasó a maíz tardío. “Esto lo podemos ver porque la siembra de maíz ya comenzó hace rato, sin embargo lleva un retraso del 12% respecto al año pasado en igual fecha”, añadió la ingeniera.
“En cuanto a los lotes que vienen complicados tanto para soja como para maíz, se eligió mucho la alternativa del sorgo, que tiene una ventana de siembra más tardía, acompañando al maíz tardío, y tiene requerimientos de humedad muy inferiores. Así que este año el sorgo ha estado a la cabeza acompañado por muy buenos precios”. Y en cuanto a la soja, “también sobre todo en la zona de Bouquet los cultivos han sido reemplazados por girasol, se ha visto mayor siembra de girasol respecto al año pasado y a años anteriores” indicó.
Superficie
Por otro lado, en general a nivel país hay un recorte de superficie de siembra de 200 mil hectáreas menos de maíz, 200 mil menos de soja y 200 mil menos de girasol y 100 mil hectáreas más de sorgo.
“O sea que vamos a tener 500 mil hectáreas menos de siembra de estos cultivos de verano, lo cual significa por ahora, con las proyecciones de rendimiento que tenemos menores a lo normal, un recorte de 8,6 millones de toneladas respecto al año pasado, de las 90 millones de toneladas previstas para cultivos de verano”, estimó De Emilio. “Es una cantidad importante y son divisas que no van a entrar al país, así que es un dato a tener en cuenta”, acotó.
Respecto de la proporción actual de participación de Argentina con relación a Estados Unidos y Brasil en la provisión de granos al mundo, la profesional informó que nuestro país provee el 15% de soja que se produce en el mundo, y participa sólo de un 3,5% de las exportaciones de la oleaginosa. “Esto quiere decir que no es tan importante Argentina en exportación de soja como granos, sí cómo harina”, aclaró.
En cuanto al maíz, Argentina provee el 4% del maíz que se produce en el mundo y el 18% de las exportaciones de todo el volumen que se exporta en el mundo, mientras que Brasil provee el 21% de las exportaciones, y Estados Unidos, el 32%.
Volviendo a la soja, Brasil provee el 50% de las exportaciones y Estados Unidos el 36%. “Es mucho más la proporción que aporta Estados Unidos y Brasil respecto a Argentina, lo cual quiere decir que si tenemos un problema climático, probablemente esto afecte en el mercado internacional de granos con suba de precios pero sólo en el corto plazo, porque Brasil sale al cruce con una gran cantidad de volumen”.
Sin embargo, hay que tener en cuenta en ese sentido que “por ahora todavía hay un poco de problemas en la zona sur de Brasil y en la zona del Mato Grosso, o sea que si el problema climático se extiende a Brasil, ahí sí podemos tener precios sostenidos a la suba”, advirtió De Emilio.
Precios
Los temores de un derrape en el mercado de granos internacional ante a la victoria de Biden sobre Trump en Estados Unidos, al entrar al poder un demócrata con otro tipo de convicciones políticas se desvanecieron “porque el senado sigue en mano de los republicanos, por lo que se genera cierto equilibrio que el mercado lo percibió positivamente y permaneció en alza, siguiendo en línea como venía”, indicó la profesional de Inta Las Rosas.
Respecto a precios en lo que va del año, la especialista de Inta observó que la soja fluctuó entre 200 a 340 dólares la tonelada en la pizarra de Rosario; el maíz, entre 115 a 200; el sorgo, entre 125 y 155, aunque actualmente este último está en casi 200 dólares la tonelada, sólo que no se está comercializando demasiado porque ya no queda. En cuanto a girasol, osciló entre 230 a 250 dólares la tonelada y en el puerto de Quequén llegó a 300.
“Con esta fluctuación de precios podemos decir que tenemos fluctuaciones muy grandes en soja y el maíz, mientras que sorgo y girasol se mantienen bastante más en precio en promedio, pero el mercado de sorgo y girasol no es tan grande, son volúmenes muy inferiores a lo que es soja y maíz por lo que no hay cotizaciones en todo el año”, recordó la ingeniera.
“Con esto quiero decir que hoy tenemos precios a futuro interesantes de sorgo, de girasol y también de soja y de maíz, teniendo en cuenta que no estamos muy seguros que estos precios futuros se mantengan y que siempre hay un juego de oferta y demanda que pueden hacer que a la cosecha bajen”, evaluó.
En conclusión, “estamos en un año muy importante para usar herramientas comerciales. Poner pisos lo más alto que podamos con herramientas como los put que me permiten asegurar un piso alto y luego quedar abiertos a subas. Y en cuanto a girasol y sorgo, considerar la venta futura sobre un porcentaje que el clima me permita asegurar un 30% de la futura cosecha o un 40%, para tener buenos precios a cosecha”, recomendó De Emilio.