Suena a paradoja, pero mientras se consolida el fenómeno climático conocido como La Niña, en la región regresaron las lluvias y quebraron una de las sequías más importantes de los últimos diez años. La normalización de las precipitaciones, con un acumulado de mensual de 100 mm en la zona pampeana y Litoral, no logrará revertir del todo la caída esperada en la producción de trigo pero llega muy a tiempo para el inicio de la campaña de granos gruesos. En materia de precios, la soja no logró perforar los u$s 400 por tonelada en Chicago, donde también juega la volatilidad.
La Niña se hace fuerte pero en la región volvieron las lluvias
Tras seis meses de lluvias muy escasas, septiembre marcaría el regreso de las precipitaciones en la región.
En el mes en el que el Océano Pacífico intensificó su enfriamiento y dio comienzo su fase fría, La Niña, se quebró una de las sequías más importantes de los últimos diez años en el centro y norte del país. “Tras seis meses sin lluvias importantes, los eventos que se desarrollaron en los últimos dos fines de semana cambian significativamente las reservas de agua en el suelo en pleno inicio de la campaña gruesa Argentina”, enfatizó la Guía Estratégica para el Agro (GEA), de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Alfredo Elorriaga, histórico asesor de la GEA, aclaró que en materia de clima “nada es negro o blanco” y “encerrar la complejidad climática de Argentina en la dicotomía Niña o Niño simplemente no funciona”.
Una vez más, dijo, la respuesta al regreso del agua está en el Océano Atlántico, donde se está sosteniendo el calentamiento a lo largo de la costa del sur de Sudamérica. “Esta era la gran señal que sostenía el quiebre de la falta de agua en octubre; el calentamiento que se observa en el sur de Brasil es muy importante para Argentina porque implica que seguirá habiendo ingreso de aire húmedo desde el Norte”, dijo.
Y aclaró: “No hay que confundir este cambio de circulación con un cambio de tendencia dentro del episodio La Niña, estas lluvias son un efectivo funcionamiento de los fenómenos regionales que pueden repetirse, pero dentro del marco que el forzante del Pacífico le impone a la campaña”.
La cuestión es que la región núcleo comenzó en rojo pero cierra el mes con un cambio muy esperado. Habrá que ver si ayuda a mejorar la performance de la campaña de trigo, que ya empezó a cosecharse en algunas zonas. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) recortó en 700.000 toneladas la estimación de producción de trigo a nivel nacional debido a la sequía que afecta a parte del área agrícola nacional y la situó en 16,8 millones de toneladas.
De concretarse este guarismo, la actual campaña se ubicará dos millones de toneladas por debajo de la obtenida en el ciclo anterior.
En la actualidad, la cosecha avanzó sobre el 3% de las 6,5 millones de hectáreas implantadas con un rendimiento promedio de 8,5 quintales por hectárea (qq/ha).
Por otro lado, la incorporación de lotes de maíz con destino grano comercial continuó en el centro y sur del área agrícola y se alcanzó a sembrar el 27,5 % de las 6.300.000 hectáreas estimadas para la campaña en curso. Las lluvias relevadas durante los últimos días mejoraron la humedad de los perfiles y “apuntalan la siembra de planteos tempranos del cereal en las provincias de Santa Fe y Buenos Aires”.
Respecto al girasol, ya se sembró el 35% de las 1,4 millones de hectáreas estimadas, mientras que las últimas lluvias mejoraron los perfiles hídricos de la cebada .
Los precios
En el campo, los cultivos. En el mercado, los precios. Los principales granos arrancaron la semana con nuevas subas en Chicago, alentados por la firmeza de la demanda china pero también por el posicionamiento de los fondos de cobertura en la plaza de commodities. Esta última razón tiene que ver con componentes del negocio agrícola pero también con el financiero, derivados de la gran expansión de liquidez que realizaron los Estados de los países centrales para enfrentar la crisis provocada por el coronavirus. En este marco, la soja arañó los u$s 400 por tonelada en Estados Unidos, aunque luego bajó por tomas de ganancias.
La pregunta de los analistas es por el techo de la suba de los granos y el eventual desarme de posiciones de los fondos. Iván Barbero, analista de granos, señaló en el portal Agroeducación, que “la avidez especulativa no se detiene, acumulando al 20 de octubre en Chicago 230 mil contratos, equivalentes a 31 millones de toneladas”. Las tenencias de los fondos se acercan a sus máximos históricos, que se tocaron en mayo de 2012.
“Por su parte, tomando las últimas 20 semanas (período en que la soja en la plaza de referencia ha ganado U$S 75), los inversores institucionales han adquirido 220 mil contratos; esto implica la mayor secuencia de compras para ese segmento desde mayo de 2016”, señaló. Y agregó que la participación de la especulación sobre el total de contratos abiertos se afirmó por encima del 20%, algo que no ocurría desde mayo del año pasado. “Esto no debe soslayarse ya que semejante porción puede incrementar significativamente la volatilidad en el corto plazo”, advirtió.
Explicó que el “panorama tirante” para la soja en EEUU está generando un “contagio muy positivo” en la plaza doméstica, aunque al mismo tiempo “provoca una brusca disociación entre los valores del ciclo en curso y de la próxima temporada”.
"Las existencias indefectiblemente deberán ser comercializadas en los próximos tres meses para evitar el perjuicio de la transición de cosecha, lo cual puede ser complementado con la compra de un call mayo en aras de aprovechar potenciales ganancias que se produzcan en el mediano plazo”, señaló.
Dante Romano, analista de la Universidad Austral, señaló que la suba del mercado de granos se apoya en la demanda china por maíz y soja, y el clima seco para el trigo en Rusia, EEUU y Argentina, y para la siembra gruesa en Sudamérica.
“Sin embargo con fondos muy comprados, podríamos encontrarnos con una toma de ganancias en cualquier momento”, advirtió el analista.