Un relevamiento realizado por técnicos de la empresa Monstanto, indica que frente a un año difícil, complejo y heterogéneo debido al impacto de la sequía en diferentes zonas agrícolas, la tecnología ha logrado despegarse de las adversidades marcando una línea muy clara entre los cultivos de alto potencial y aquellos de bajo desarrollo tecnológico.
"Las variedades de punta ayudan a paliar la sequía"
Según la empresa, los primeros lotes de maíz arrojaron una diferencia de 10 a 20 quintales frente a parcelas contiguas con diferentes planteos agrícolas.
En el caso de soja Intacta, los especialistas señalaron que se produjo un estado vegetativo, reproductivo y de llenado de granos muy diferente a la variedad roundup ready que muchos han sembrado.
"Es un punto positivo determinar que la tecnología se ha expresado en un momento de extrema sequía", afirmó Juan Farinati, presidente de Monsanto Argentina.
El directivo resaltó que están trabajando en genética y biotecnología de alto nivel para el productor agropecuario y en poco tiempo anunciarán nuevos lanzamientos en maíz y un paquete de herramientas tecnológicas que depende de referencias informativas y la acumulación de datos que vienen acopiando desde hace cuatro años.
"El productor va a poder tomar decisiones basadas en información a lo largo de todo el ciclo productivo. Es decir, dentro de este contexto de prescripciones pensamos aumentar las experiencias y resultados que ya muestran a productores en esquemas de agricultura de precisión con aumentos de un 8 al 10 % de rendimiento y una reducción de variabilidad del 40%".
Patrón de consumo. Farinati, destacó que a nivel mundial hay un cambio dietario generalizado. En este contexto remarcó que así como la población está creciendo, el consumo en proteínas e hidratos de carbono se viene incrementando.
"Hay un cambio general en las poblaciones asiáticas. De a poco, a medida que aumenta el poder adquisitivo de la gente, la elección se vuelca hacia la proteína animal. Más allá que puede haber un crecimiento en los hábitos de consumo hacia las producciones orgánicas, la realidad indica que —cada vez más— se necesitarán alimentos en mayor cantidad y el rol fundamental pasa por una mejora en la calidad proteica de los granos, un aumento de la producción y la suma de mayor tecnología", remarcó el ejecutivo agregando que para la compañía los productos con biotecnología son naturales y están probados sus resultados de productividad sin ningún impacto negativo desde el punto de vista nutricional y alimenticio.
"Vemos sistemas coexistentes, sin exclusiones entre uno u otro y con la posibilidad por optar que tienen quienes los consumen", enfatizó explicando que el objetivo del mundo moderno pasa plataformas con productores que produzcan más para atender la demanda.
Oportunidad. Según Farinati, tanto Monsanto como la mayoría de las instituciones del sector agropecuario están evaluando las oportunidades que genera una discusión como la que se ha instalado en la sociedad por la problemática del glifosato. "El sector debe trabajar para que los agroquímicos no sean mal vistos. Están dentro del contexto de las buenas prácticas agrícolas, donde la mayoría de los productos se encuentran en banda verde y el perfil toxicológico, si se analizara, es mucho más benigno que los utilizados hace 25 años atrás", subrayó.
"Estamos en el tiempo de la comunicación, educación y buenas prácticas. Son pilares fundamentales del momento y nos conforma que se establezca una guía para las aplicaciones periurbanas. Es necesario que todas las provincia comiencen a trabajar en conjunto con los ministerios de producción y medio ambiente para generar un marco".
También, pidió por una normativa ordenada, coordinada y conjunta para trabajar la problemática y descartó la discontinuidad del glifosato, aunque hizo una salvedad sobre la industria. "Estamos buscando continuamente innovación para ofrecerle mejores tecnologías a los productores, pero no necesariamente porque se cuestionen las toxicidades. Pensamos en mejores alternativas para el sector agropecuario y con el menor impacto ambiental posible. El glifosato aún mueve el 40 o 50 % del mercado de todos los agroquímicos que producen las industrias. En total estamos hablando de una suma cercana a los 1000 millones de dólares por campaña" dijo.