Tras protagonizar un episodio de gritos y nervios, el ex secretario de Obras Públicas José López se negó ayer a declarar ante el juez federal Daniel Rafecas y fue trasladado a la cárcel de Ezeiza, en el marco de la causa en su contra por presunto enriquecimiento ilícito.
López se negó a declarar ante Rafecas, intentó lastimarse y se lo vio desencajado
Luego de ser detenido el martes pasado con casi 9 millones de dólares en un monasterio de General Rodríguez, López fue llevado ante el magistrado en la Capital Federal y, según fuentes judiciales, durante la audiencia se mostró "ido" y casi no habló.
López, quien pasó la noche en la DDI de Moreno, fue llevado a los Tribunales de Comodoro Py, donde ni bien ingresó buscó causarse lesiones golpeándose la cabeza y en todo momento intentó sacarse el casco de seguridad que llevaba puesto. Además, varias veces se negó a los gritos a ser trasladado desde la planta baja, donde está la Alcaldía, hasta el despacho de Rafecas, en el tercer piso del edificio.
Luego de ser revisado por médicos del Servicio Penitenciario y una psicóloga, se determinó que estaba en condiciones de declarar, por lo que se lo condujo al juzgado de Rafecas, donde se resistió a ingresar. Previamente, había mantenido una entrevista de 30 minutos con su abogada Fernanda Herrera.
El ex número dos del ex ministro de Planificación Julio De Vido permaneció en el despacho de Rafecas en compañía de seis agentes penitenciarios y tres secretarios, luego de que se corriera al escritorio del juez para evitar que tuviera acceso a elementos cortantes con los cuales pudiera atentar contra su vida.
Allí, le quitaron las esposas y el casco, pero permaneció con el chaleco antibalas, y luego se le leyó la acusación: "Haber incrementado de manera apreciable su patrimonio ilícita e injustificadamente durante el período en el que ejerció la función pública como titular de la Secretaría de Obras Públicas del Ministerio de Planificación entre el 28 de mayo de 2003 hasta el 9 de diciembre de 2015". Fuentes judiciales señalaron que el ex secretario se mostró "ido" durante la indagatoria y cabizbajo en todo momento.
Rafecas señaló al leerle la acusación que el hallazgo del dinero y las joyas "no encuentra respaldo ni justificación acorde a sus ingresos registrados y declarados en las declaraciones juradas patrimoniales públicas y reservadas presentada ante la Oficina Anticorrupción".
A partir de este momento, el juez deberá resolver la situación procesal del ex funcionario en el plazo de diez días hábiles: para el caso de un eventual procesamiento, deberá disponer el embargo de bienes correspondiente. Tras la audiencia, el magistrado aseguró que vio a López "compensado" y "tranquilo" durante la reunión.
Al ser consultado sobre si López podría haber sido medicado antes de ingresar a su despacho, Rafecas consideró que "probablemente sí", ya que momentos antes a la audiencia "fue atendido por un médico del Servicio Penitenciario".
"En lo que hace al acto judicial que nosotros llevamos adelante fue perfectamente normal", subrayó el juez federal.
En tanto, la abogada del López, Fernanda Herrera, confirmó que su defendido quería en un principio declarar, pero después "decidió lo contrario". Además, dijo que el ex funcionario "no está loco", pero aclaró que en este momento "está muy estresado y con un grado de ansiedad muy alto".