La recuperación en las ventas de máquinas agrícolas que caracterizó 2020, pone al descubierto el margen de crecimiento que, a su vez, deben cubrir las plantas industriales. El desequilibrio entre los altos niveles de la demanda y las posibilidades actuales de fabricación quedó a la vista y hay empresas que tienen entregas programadas hasta el primer trimestre de 2021.
Maquinaria agrícola: la tensión del crecimiento
El escenario de 2020 no difiere en mucho del que caracterizó a las buenas temporadas del sector.
“La maquinaria agrícola necesita financiamiento para la ampliación de plantas, para incorporar equipamiento industrial que permita incrementar la productividad”, dijo Néstor Cestari, titular de la firma bonaerense y de la Cámara Argentina Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma).
“Hacen falta inversiones y necesitamos ir renovando nuestras máquinas, ya sea con productos nacionales o importados, para mejorar la productividad”, dijo.
No es casual que en los últimos meses, un conjunto de empresas haya incorporado tecnología fabril, recurriendo en la mayoría de los casos a su propia caja para cubrir la inversión.
No todas son rosas en las estadísticas del Indec. Mientras la facturación crece a ritmo frenético (un poco por la recuperación y otro poco por la inflación y el dólar), en algunos casos, al sector le quedan mucho por escalar para recuperar terreno perdido.
Las ventas por unidades siguen muy por debajo de los niveles de hace más de una década. O las cifras desagregadas por rubros muestran algunos segmentos, como cosechadoras, donde las unidades vendidas son apenas un tercio de las que de hace 15 años.
El récord histórico de unidades vendidas se remonta al 2007, con 28.044 equipos comercializados. Al compararlos con esa cifra, los datos de 2020 son discretos. El proyectado para todo el año (sumando las estimaciones para el cuatro trimestre), sumaría ventas por 19.000 unidades, con un crecimiento del 13,3% respecto a los 16.770 equipos colocados en 2019.