La nueva edición del informe sobre la trata de personas que elabora anualmente el Departamento de Estado de los Estados Unidos ofrece un detallado diagnóstico referido a la comisión, persecución penal y prevención de este delito a nivel global y contiene, además, recomendaciones para mejorar en estos aspectos.
Pobres resultados en la lucha contra la trata
Sobre la Argentina, se advierte que "el gobierno no cumple plenamente con los estándares mínimos para eliminar la trata de personas" y alude a la complicidad de funcionarios provinciales que "entorpecen el combate de la trata".
El reporte de 422 páginas divide a los países del mundo en distintos niveles para señalar la gravedad del tráfico de personas en cada región del planeta. Australia, Bélgica, Canadá, Chile, Colombia, Francia, Alemania, Irlanda, Israel, Italia, España y los Estados Unidos son algunos de los que están en el nivel más alto del reporte, ya que son naciones que trabajan para prevenir la trata de personas.
En un segundo escalafón se encuentran la Argentina, Brasil, Ecuador, El Salvador, Irak, Japón, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay, países deben mejorar en sus políticas de prevención del tráfico de personas.
Entre los peores países en la lucha contra el flagelo están Venezuela, Belice, Guinea Ecuatorial, Rusia, Irán, Corea del Norte, Siria, Argelia, Sudán del Sur y Mauritania.
Argentina. "Argentina es un país de origen, tránsito y destino de hombres, mujeres y niños víctimas de la trata de personas con fines de explotación sexual y trabajo forzoso. Mujeres y niños argentinos son víctimas de la trata de personas con fines de explotación sexual dentro del país al igual que mujeres y niños provenientes de otros países de América latina", indica el reporte.
Se precisa que, en el país, hombres, mujeres y niños provenientes de Argentina, Bolivia, Paraguay, Perú y otros países "son sometidos a trabajo forzado en una diversidad de sectores que abarcan talleres clandestinos, agricultura, venta ambulante, producción de carbón vegetal y ladrillos, tareas domésticas y pequeños emprendimientos".
"La complicidad de los funcionarios, principalmente a nivel provincial, continúan entorpeciendo los esfuerzos del gobierno para el combate de la trata", indica el documento en el que se analiza el año 2015.
"El gobierno no cumple plenamente con los estándares mínimos para eliminar la trata de personas", aseguran los investigadores, aunque reconocen que "lleva a cabo esfuerzos significativos" al respecto.
Desde los Estados Unidos consideran que, si bien el gobierno condenó a algunos funcionarios cómplices, "la complicidad continuó siendo un problema". En este marco, señala la falta de un consejo federal para la lucha contra el tráfico de personas y asistencia a las víctimas.
Los expertos recomiendan al país aumentar los fondos para dar servicios especiales a las víctimas, en particular aquellas vinculadas al trabajo forzoso y redoblar esfuerzos para investigar, perseguir, condenar y castigar a los responsables.
El reporte anual da cuenta de la preocupación que transmiten ONG y autoridades frente a turismo sexual infantil, "aunque no fueron registradas investigaciones vinculadas con este delito".
Se rescata que durante el año pasado el gobierno haya "continuado trabajando para registrar trabajadores informales, empleados rurales, y para investigar el incumplimiento de las leyes de trabajo".