La policía metropolitana de Londres, cuyos efectivos no portan armas desde hace más de 180 años, desplegó ayer los primeros 600 agentes armados de una unidad especial contra eventuales ataques y atentados, y avisó a la desacostumbrada población que estarán claramente identificados. Una particularidad de la policía británica es que sus agentes no suelen portar armas de fuego. Los popularmente llamados "bobbies", salvo casos muy específicos, no están armados, porque recibieron una formación orientada al diálogo y la protección del ciudadano. Hasta ahora no existía en la capital británica una unidad armada como las conocidas en otros sitios, por ejemplo Irlanda del Norte.
Por primera vez en más de 180 años, la policía de Londres irá armada
Pero tras los atentados en Alemania y Francia, aumenta la preocupación de los británicos por un posible ataque terrorista, por lo que en los próximos dos años aumentará el número de agentes armados patrullando en las calles a 2.800. La capacitación de los agentes se había anunciado este año y su despliegue se produjo después de que Bernard Hogan-Howe, el jefe de la policía metropolitana, advirtiera hace poco de que la posibilidad de un atentado en Gran Bretaña era una cuestión de "cuando, no si acaso". "Cualquiera que haya seguido los acontecimientos ocurridos en Europa durante las últimas semanas entenderá por qué queremos mostrar nuestra determinación de proteger al público", agregó Hogan-Howe.
Desafío. Los londinenses se sienten orgullosos de que la mayoría de sus policías no llevan armas de fuego, y ese principio permanece inalterado. Incluso con los cambios, la mayoría de los 31.000 agentes de policía no llevará armas de fuego. Pero los últimos atentados han subrayado el desafío que enfrenta la policía a la hora de responder a una situación en la que se ve superada en armamento. Según el jefe policial, es "altamente probable" que vaya a producirse un ataque terrorista en el Reino Unido, donde existe actualmente una "sensación de temor".
A su vez, el alcalde de Londres, el laborista musulmán de padres paquistaníes Sadiq Khan, tranquilizó a los ciudadanos al afirmar que los servicios de policía y los de seguridad "están haciendo su trabajo para mantener a los londinenses seguros". Agregó que la seguridad y la protección de toda la población es su prioridad.
Desde la ola de ataques reivindicados por el Estado Islámico (Isis) en Europa, la importante minoría musulmana de Londres teme que la desconfianza en la inmigración que se expresó en el voto favorable al "Brexit" (separación del Reino Unido de la Unión Europea) pueda traerle otras consecuencias. De allí que Khan aclaró que "veremos más agentes armados en nuestras calles, pero no hay razón para alarmarse. Todos nuestros agentes están haciendo su parte y trabajando estrechamente con todas nuestras comunidades para evitar la posibilidad de un ataque".
El presidente de la Federación de Policía británica, Steve White, consideró que podría llevar por lo menos dos años preparar agentes con armas de fuego adicionales y explicó que algunas fuerzas están luchando para conseguir suficientes voluntarios de calidad que puedan pasar por el riguroso proceso de selección y formación. "Si hay un ataque, es poco probable que sea un incidente aislado. Tenemos que tener los recursos de todo el país, ya que podría ocurrir en varios lugares al mismo tiempo", sentenció White. Ya desde marzo, tras el atentado en Bruselas, las unidades del ejército y la policía en Londres se encuentran en estado de alerta ante el temor de que Gran Bretaña pueda enfrentar hasta 10 ataques terroristas al mismo tiempo. El Ejército, el Servicio Especial del Aire (SAS) y la policía londinense trabajan en conjunto para actuar frente a múltiples ataques. En tanto, la Unidad de Desactivación de Bombas había organizado un equipo especial en el cuartel de Didcot (Oxfordshire), para hacer frente a bombas biológicas o químicas. El 7 de julio de 2005 Londres sufrió varios atentados suicidas coordinados, cuando 4 extremistas islámicos atacaron tres trenes subterráneos y un autobús, matando a 52 personas.
Vaticano. Italia elevó los controles de seguridad en el Coliseo y en El Vaticano, debido al riesgo de ataques. Los controles adicionales en el Coliseo deben garantizar "la máxima seguridad". Además de la plaza de San Pedro, donde ya se incrementaron los controles tras el atentado del 14 de julio en Niza, también se ampliará la vigilancia en la calle situada delante de los Museos Vaticanos. Lo mismo sucederá en varias iglesias de Roma. La plaza de San Pedro, el Coliseo y otros monumentos italianos están considerados posibles objetivos de ataques terroristas.