En Santa Fe se perdieron 8.374 explotaciones agropecuarias en 16 años, un 29 por ciento de las que había en el año 2002, de acuerdo a los datos preliminares del Censo Nacional Agropecuario 2018. De acuerdo a las estadísticas que difundió el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en el mismo período se elevó la superficie promedio de los establecimientos agropecuarios de la provincia, desde 401 hectáreas a 478 hectáreas, es decir un 19,2 por ciento.
Santa Fe perdió más de 8 mil productores en los últimos 16 años
Por Alvaro Torriglia
Los datos del censo indican también que casi el 80 por ciento de las unidades productivas de Santa Fe está en manos de personas humanas, de las cuales el 16,7 por ciento son mujeres. El 11,3 por ciento de los responsables de estas explotaciones tienen menos de 39 años mientras que el 55,85 por ciento están en la franja de entre 40 y 64 años. Por otra parte, más del 90 por ciento de las explotaciones son gestionadas en forma directa por el productor o miembro de la sociedad que integra.
El Indec presentó la semana pasada los resultados preliminares del Censo Nacional Agropecuario 2018, que se realizó entre el 15 de septiembre del año pasado y el 31 de marzo del actual. Precisamente, a principios de abril pasado se habían presentado resultados provisorios, que fueron publicados por Agroclave.
Las últimas cifras incorporan explotaciones sobre las cuales faltaba incluir información. Igual, la primera foto muestra la misma tendencia que la que se expuso en abril: aumento de escala, concentración y caída de productores. Pero el último trabajo censal va más allá e indaga sobre aspectos de género, generacionales, adopción de tecnología, formas de comercialización, agregación de valor, prácticas culturales, etcétera. El estudio ofrece múltiples posibilidades de análisis, más allá de esta primera lectura.
A nivel nacional, el censo agropecuario detectó una reducción en la cantidad de explotaciones agropecuarias entre 2002, año del último relevamiento confiable, y la actualidad. Pasaron de 333.000 a 250.881, es decir que hay 83.000 establecimientos menos que hace 16 años. Ya en el período que va entre el censo de 1988 y el de 2002, se habían caído 88 mil productores a nivel nacional.
Este proceso, que llevó una pérdida de más de 170 mil unidades en 30 años, se produjo con distintos gobiernos, contextos internacionales variados y programas económicos diferentes en el país. La caída de productores, por ejemplo, atravesó períodos con y sin retenciones a la exportación.
TENDENCIA PROVINCIAL. Santa Fe no fue ajena a lo que pasó a nivel nacional. Si se comparan las explotaciones agropecuarias con límites definidos, la provincia contaba con 28.034 establecimientos en 2002, mientras que en 2018 se contabilizaron 19.660. Cayeron en 16 años 8.374 productores, un 29 por ciento de los que había.
Ya entre 1988 y 2002, período que capta esencialmente las variaciones durante la década del 90, se habían perdido 9.700 unidades. Es decir que en 30 años, la pérdida llega a más de 18 mil.
La superficie promedio en Santa Fe pasó de 401 hectáreas a 457 hectáreas. En la Nación, pasó de 520 hectáreas a 622 hectáreas.
El Indec relevó en el censo 19.949 explotaciones delimitadas, 120 sin límites y 169 mixtas.
La superficie total sobre la que están establecidas alcanza a 9.476.631,5 hectáreas. El área delimitada, a 9.398.099,3.
El 35,8% de los establecimientos se ubica en la escala de menos de 100 hectáreas. Son unos 7.097 y trabajan el 3,68% de la superficie provincial, unas 349.475,1 hectáreas.
Cuando el límite se lleva hasta 200 hectáreas, se cuentan 11.040 establecimientos, el 55,67% del total, que tienen el 9,82% de la superficie (931.546,3 hectáreas).
De acuerdo a las últimas cifras divulgadas por el instituto estadístico, el 78,51% de los establecimientos provinciales no tiene más de 500 hectáreas. Pero la superficie que ocupan es sólo el 25,07% del total (2,37 millones de hectáreas). En sentido inverso, un 25% de productores ocupa el 75% del área agropecuaria provincial.
Hay en la provincia 19 establecimientos con más de 20.000 hectáreas. Son el 3,67% de las EAP y ocupan 581.513 hectáreas, el 6,13% superficie.
Gestión directa. Sobre 19.949 explotaciones que hay en total en Santa Fe, en el 92% la gestión cotidiana está a cargo directamente del productor o un miembro de la sociedad. El 79,7% del total tienen como cabeza a personas humanas o sociedades de hecho.
En el caso de las 14.970 explotaciones que pertenecen a personas humanas, 2.507 son de mujeres (16,7%).
A nivel nacional ese porcentaje es algo mayor. Hay 43.339 explotaciones agropecuarias (EAP), el 20% del total, que están en manos de mujeres.
En cuanto a las franjas etarias, en Santa Fe, casi 1.700 personas a cargo de las explotaciones, el 11,3% del total, tienen menos de 39 años. El 55,85%, más de 8.300, tienen entre 40 y 64 años, mientras que 4.761, el 29,79%, tiene más de 65 años.
PRÁCTICAS CULTURALES. En cuanto a las prácticas culturales, 4.088 establecimientos santafesinos reportaron que realizan análisis de suelos, 2.196 aplican agricultura de precisión, 9.416 rotación de cultivos (47,2% total), 3.406 rotación agrícola ganadera, 9.246 monitoreo de plagas, 1.778 control biológico y 5.440 manejo integrado de plagas.
En el universo de explotaciones de Santa Fe, hay 641 que realizan otras alternativas comerciales a partir de la producción. Por ejemplo, 85 hacen hortalizas, 50 se dedican también a la extracción de miel, 67 a la producción de embutidos y 25 a la elaboración de quesos.
Por otra parte, en la provincia hay 51 cooperativas que trabajan 27.432,4 hectáreas. Hay además 10.155 explotaciones con algún tipo de asociativismo . El porcentaje es alto a nivel nacional y se ubica segunda, detrás de Buenos Aires. De ese total, 9.247 son cooperativas, 1.973 organizaciones gremiales y 110 técnicas.
Hay 62 EAP integradas como pooles. De ellos, 34 son agrícolas y 26 ganaderos. Hay 402 explotaciones integradas con la industria y 158 con integración a algún grupo económico.
En Santa Fe hubo medio millar de establecimientos que utilizaron proyectos públicos de asistencia, 294 del orden nacional y 260 del orden provincia. Otros 647 recibieron subsidios.
Hay además 58 establecimientos de Santa Fe que realizan turismo rural como principal actividad.
ARRENDAMIENTO. El 56,57% de la superficie santafesina en manos de privados se explota bajo la forma de propiedad. Son 5,36 millones de hectáreas a cargo propietarios o sucesiones indivisas. El arrendamiento y la aparcería constituyen el régimen de tenencia predominante en el 37% de la superficie, unas 3,6 millones de hectáreas.
El arrendamiento tiene más peso en la provincia que a nivel nacional, donde alcanza sólo al 19%.
Sobre 157.42.932 hectáreas a nivel nacional, el 21% del total, 33.182.640 hectáreas, son implantadas. De esta porción 22.880.657 hectáreas fueron implantadas con cultivos anuales, 1.068.371 hectáreas con perennes, 3.743.871 hectáreas con forrajeras anuales, 1.203.674 hectáreas con forrajeras perennes, y 625.778 hectáreas con cultivos sin determinar.
En la provincia, sobre una superficie total de 9.476.631,5 hectáreas, la superficie implantada llega a 3.949.774,7 hectáreas. Es decir, un 41,6%.
A nivel nacional, de las 732.986 personas residentes, el 52% son familiares del productor (demuestran que muchas familias son residentes o trabajen en sus campos).
El 16% son socios o productores. Los ocupados en el campo en forma permanente son 420.704 personas, de los cuales 195.561 son productores o socios y 225.143 trabajadores rurales.
Historia de los censos del agro
La Argentina cuenta con más de un siglo de realización de censos nacionales agropecuarios, ejecutados con intervalos irregulares y diversos cambios metodológicos.
El primer censo de agricultura y ganadería fue realizado en 1888, mientras que el segundo constituyó un capítulo del censo nacional de población de 1895. En 1914 se llevó a cabo el tercer censo nacional agropecuario y en 1920, un censo nacional ganadero.
Posteriormente se llevaron a cabo los censos nacionales agropecuarios en 1937, 1947, 1952, 1960, 1969, 1988, 2002. Se realizó un censo en 2008, luego del conflicto entre el gobierno y el campo, que tuvo dificultades en términos de cobertura en algunas jurisdicciones.
El censo nacional agropecuario de 1969 fue el último anterior a la gestión moderna de los censos nacionales agropecuarios. El operativo presentó diversos inconvenientes de barrido y, sobre todo, de procesamiento de los datos relevados, por lo cual sólo se difundieron resultados de un limitado número de variables.
En el proceso de implementación del CNA-88 se generaron las bases metodológicas de los subsiguientes operativos estadísticos agropecuarios: se inicia lo que puede caracterizarse como la gestión de los censos modernos, basados en definiciones conceptuales y metodológicas alineadas con las recomendaciones internacionales.
A la vez, representó un punto de arranque en el diseño de un programa de encuestas probabilísticas intercensales permanente, la Encuesta Nacional Agropecuaria (ENA), cuya primera onda recién pudo llevarse a cabo en 1993, y continuó con una periodicidad casi anual hasta 2007.