La compañía Protergium -spin-off de la multinacional rosarina de biotecnología Terragene- anunció que inaugurará a mediados de este año su planta ubicada en el microparque industrial de Alvear donde funciona la empresa madre, en la que producirá bioinsumos para distintos cultivos, con una capacidad de 50 mil litros mensuales que tiene posibilidad de expandirse a 300 mil litros por mes y para la que realizó un desembolso inicial de u$s 10 millones.
Con una inversión millonaria, Protergium afianza su liderazgo en bioinsumos
Por Sandra Cicaré
Para fondear esta apuesta que prevé una segunda etapa de expansión que demandará una inversión adicional de u$s 5 millones, la compañía abrirá entre un 10 y 30% su capital a una ronda de inversores, en principio en el mercado doméstico y luego evalúan hacerlo en el internacional, según confirmó Adrián Rovetto, fundador de Protergium. Esto le permitirá a la empresa no sólo apalancar su plan de inversión sino también el registro de patentes de sus nuevos productos en distintos países y el desarrollo de la red comercial.
Los bioinsumos son la nueva tendencia que se impone de la mano de la economía verde, ya que se trata de productos de mayor valor agregado, de origen biológico y 100% sustentables en materia ambiental, que van camino a reemplazar a los agroquímicos.
El anuncio se dio en el marco de una visita que realizaron este miércoles a la planta autoridades del grupo alemán Helm, con la cual Protergium firmó una alianza el año pasado para lanzar el primer bioestimulante desarrollado a partir de un consorcio microbiano, bajo el nombre comercial de Innobio Soja.
Helm es líder en la industria química, farmacéutica y de nutrición y protección de cultivos, y Protergium es parte de Terragene, la biotecnológica rosarina creada por investigadores del Conicet en 2006 con el objetivo de desarrollar productos para control de infecciones en el sector hospitalario, y que en 2016 comenzó a construir su división de productos biológicos para el agro.
Ayer estuvieron recorriendo la planta de Terragene y la de Protergium _que está en un proceso de montaje_ el vicepresidente de Crop Protection, el área de protección de cultivos de Helm, Micheal Kulhmann, junto a Fernando Lespiau (vicepresidente Global Sales Crop Protection) y Mauro Edalian, general manager de la compañía en Argentina. Lo hicieron junto a Rovetto y el presidente de Terragene, Esteban Lombardía.
“Estamos sorprendidos por los buenos resultados de esta alianza”, detalló Kulhmann y consideró que esta asociación con Protergium “es una prioridad” para el grupo alemán, en vistas a la conquista de nuevos mercados. “Nosotros tenemos dos mercados principales, uno es Europa y el otro América, que va desde Estados Unidos hasta Argentina”, detalló.
De hecho, los ejecutivos de Helm y de Protergium anticiparon que ya están realizando pruebas a campo en distintas zonas de Brasil, Colombia, México, Perú, Ecuador, Estados Unidos y Alemania, en éste último en cultivos de papa. En el resto de los países, apuntan a cultivos con claro valor agregado como son tomate, maní, frutales y hortalizas aunque también están trabajando en implementar la tecnología Protergium para soja, trigo y maíz. “Los resultados preliminares de dichas pruebas son auspiciosos: se está demostrando no solo garantiza la sustentabilidad y la selectividad en el tratamiento de enfermedades, sino que además es altamente efectiva en rindes, alcanzando rindes incrementales de hasta un 25%”, dijo Rovetto.
También evaluaron que los primeros pasos de Innobio, que fue lanzado para soja en esta última campaña. “Tuvo una muy buena demanda, que es cada vez más creciente para este tipo de productos y los productores pudieron evaluar esta tecnología”, indicó Rovetto.
En ese sentido, Lespiau detalló que “se hizo un trabajo de identificación y seguimiento de lotes” para mostrar el producto a campo a través de una herramienta digital de seguimiento por imágenes satelitales. “En el 80% de los casos vimos en ensayos que la tecnología rendía mejor o igual”, detalló.
Frente a esto, Rovetto fue contundente: “Desarrollamos tecnología no sólo para decir que somos sustentables, sino para resolver una problemática real, que mejora el rinde y la salud del cultivo”, dijo al detallar que las pruebas muestran una mayor efectividad de los bioinsumos por sobre las opciones químicas.
La puesta a punto de la nueva planta en Alvear se demoró por la tercera ola de Covid, y por eso sus directivos señalaron que planean ponerla a funcionar a mediados de este año cuando se finalice la instalación de los reactores y el núcleo productivo.
La planta cuenta con un laboratorio de I+D, área de logística y almacenaje de productos en una superficie de 7.000 metros cuadrados que puede expandirse a 11 mil. Arrancará con un plantel de entre 4o y 50 empleados que luego se elevará a casi 100, según indicó Rovetto.
Actualmente la compañía está testeando una gama amplia de bioestimulantes, fungicidas, bactericidas e insecticidas de origen biológico que demuestran su efectividad y un mejor tratamiento de los suelos para combatir nematodos. Al ser sustentables y no dejar residuos, generan mejores efectos y se erigen como complementos o soluciones de transición respecto del uso de insumos químicos, en un mercado cada vez más selectivo y orientado a solucionar un problema inminente como es el de alimentar a un mundo que crece en población, pero cuya área productiva disminuirá hasta un 40% en los próximos años.
Tendencia
El desarrollo de los bioinsumos es un mercado en pleno desarrollo en función de una demanda global cada vez más exigente.
Lespiau explicó que el segmento de cultivos extensivos es el más reticente a cambiar el uso de productos químicos y, por lo tanto, la adopción de esta nueva tecnología está muy ligada a la presión de la cadena comercial. Así, mientras los exportadores de commodities como soja o trigo no presionan tanto a los productores para la adopción de cambios, ya que eso granos abastecen a animales en China, las cadenas de supermercados que adquieren frutas, vegetales o productos procesados sí imponen mayor presión para la adopción de bioinsumos en la producción.
“Estamos llevando la empresa a otro nivel. La alianza con Helm marca un ejemplo y también nuestra vocación de invertir en esta planta que es única en su tipo en la región. Queremos ir por más y es por eso que buscaremos sumar capital para crecer”, concluyó Rovetto.