“A precios bajos como los actuales en el mercado internacional se está buscando quién va a cortar producción y hasta hace un mes, con márgenes negativos de soja, los que íbamos a cortar éramos nosotros”. Así lo señaló Alfonso Romero, CEO de Cofco, durante el panel del seminario Acsoja que abordó los desafíos de la industria aceitera.
La agenda del complejo oleaginoso para volver a crecer
En el marco de Acsoja, los directivos de las principales industrias aceiteras pasaron revista a la agenda del sector. Infraestructura, impuestos y energía, claves para competir en un mundo en guerra comercial
Por Álvaro Torriglia
El panel de ejecutivos de la industria aceitera cerró el seminario Acsoja en Rosario.
Con el boom de precios de los commodities en el rincón de los recuerdos, la disputa geopolítica en su momento más áspero y un complejo oleaginoso estancado desde hace más de una década, los principales directivos de la industria coincidieron en señalar la necesidad de aumentar la competitividad interna. El camino, enfatizaron, es la reducción impositiva, la inversión pública en infraestructura, la diferenciación por sustentabilidad y la diversificación hacia el mercado de energías renovables. Para avanzar en este último punto, exigieron un nuevo marco normativo.
Romero, junto a Luis Fontan (AGD), Juan García Fuentes (LDC) y Federico Ucke (Molinos Agro) cerraron el seminario Acsoja que se realizó en la Bolsa de Comercio Rosario. Ya es un clásico que ese encuentre cierre con un panel en el que los directivos de las principales empresas el complejo oleaginoso sojero, el principal exportador del país, brinden un panorama sobre la actualidazd del sector.
Un sector estratégico
“La industria está todos los días en el mercado comprando soja, si vendiéramos solo granos estaríamos muy pocos meses en el mercado”, señaló Fontan, quien destacó el papel de las empresas del complejo como administradoras de riesgo del negocio agrícola. La importancia para el agro de contar con un eslabón industrial poderoso también fue destacada por García Fuentes, quien subrayó que “con el productor estamos en el mismo barco”.
Ucke le puso números a la territorialización del complejo agroindustrial exportador. Aun uando las grandes inversiones en capacidad instalada quedaron por ahora en el pasado, solo en mantenimiento las plantas del cordón invierten u$s 200 millones al año. “El 77% se gasta en un radio de 50 kilómetros, lo que habla de la importancia que tiene para dinamizar las ciudades puerto”, señaló el directivo de Molinos Agro.
El hotsale
Los ejecutivos de la industria aceitera expusieron en un momento particular. El panel se realizó casi en paralelo con la decisión del gobierno nacional de suspender las retenciones a la exportación hasta completar un cupo de liquidaciones de u$s 7 mil millones. Las empresas registraron operaciones por ese monto en menos de tres días y convirtió en abstracta la fecha límite del 31 de octubre que también había fijado el Ministerio de Economía para aprovechar el beneficito. La fugacidad de la medida disparó el malestar de los productores, que denunciaron una transferencia de recursos del fisco a la exportación, sin participación de la producción primaria.
Cuando finalizó el régimen, los precios negociados de la soja disponible se derrumbaron. Pero la retracción de la oferta provocó que volvieran a niveles más cercanos a la capacidad teórica de pago.
Desde la industria aceitera aclararon que el marco legal habilita a hacer un registro de exportación que no implica un contrato de compra de granos en Argentina aunque sí la obligación de tener los granos al momento del embarque. Esto, señalan, asegura un mercado activo para los próximos meses. Para los referentes del sector, adelantar las divisas con hasta diez meses de anticipación representa una exigencia financiera y un riesgo comercial.
Durante la conferencia consideraron que "siempre es buena noticia que bajen las retenciones" pero pidieron un esquema de reducción permanente.
La medida del gobierno nacional contribuyó a bajar los precios de la soja argentina y sus subproductos en el mercado internacional, lo cual a su vez provocó la intervención del gobierno de Estados Unidos, que condicionó un eventual salvataje al gobierno de Javier Milei al fin de ese beneficio fiscal. Esa presión es indicativa de la aspereza del mercado internacional, sobre todo en el marco de la disputa comercial entre potencias globales.
La disputa geopolítica
Las exigencias en materia de certificación, más allá de las razones ambientales, son parte del herramental que utilizan los distintos países o regiones para administrar su comercio. Es el caso de las prescripciones de la Unión Europea a sus importadores para que garanticen que la soja que compran no proviene de zonas deforestadas.
Si bien ese requisito está a las puertas de una nueva prórroga en su aplicación, la cadena de la soja desarrolló en los últimos años un trabajo para ajustarse a la nueva normativa, a través de la plataforma Visec. “De la mano de Visec le sacamos ventaja a otros orígenes, y cuando la normativa entre en vigencia estamos listos para operar”, señaló Ucke.
Infraestructura
Pero para el sector, la clave para competir en este escenario complejo es la infraestructura. “Un tema crítico a resolver es la licitación del dragado y balizamiento de hidrovía porque eso nos permitirá acercar el campo a los centros de consumo”, dijo Fontan, de AGD.
García Fuentes, de LDC, añadió la importancia de reactivar los ferrocarriles. Y saludó la privatización del Belgrano Cargas, empresa en cuya operación están interesadas varias empresas del sector. “Dará valor a nuestros granos”, dijo. Al mismo tiempo, celebraron la decisión del gobierno de Santa Fe de trabajar en la mejora del acceso a los puertos de la región.
“Hay que ganar competitividad con infraestructura y eliminar distorsiones como los DEX y estamos para dar batalla pero hay que alinear herramientas”, dijo Romero, de Cofco, al mismo tiempo que subrayó la conexión entre el agro y la energía como la nueva frontera del complejo oleaginoso.
Agro y energía
“En EEUU y Brasil entre 15% y 20% del valor de poroto de soja ya está conectado con la energía”, recordó y pidió un cambio urgente en la ley de biocombustibles. “Acá estamos en cero, no hay discusión sobre nueva ley y seguimos con el corte al 7% y la prohibición de vender al mercado interno para las emrpesas que reúnen el 80% de la capacidad de producción, necesitamos un mercado competitivo, grande y libre”, enfatizó.
Ucke describió el significado que tiene a nivel del mercado internacional. “El 50% de aceite de soja argentina va a la India y 10% a Bangladesh, permitir vender el biodiesel para el mercado interno y exportar a Europa permiten diversificar el destino del aceite de soja”, aseguró.