De acuerdo al último reporte semestral publicado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda) sobre producción y comercio mundial de carnes, el sector porcino en China continúa recuperándose. Para este año, se prevé que la producción local sume otros 4,3 millones de toneladas anuales, alcanzando un total de 51,8 millones en el año, lo que significaría alcanzar ya el 96% de lo producido en 2018, previo a la Peste Porcina Africana.
China: un gigante que sigue firme a pesar de los temores
Esta recuperación de la oferta local de carne de cerdo hará a China menos dependiente de las importaciones de este tipo de carne. Se espera que los flujos del exterior disminuyan a menos de la mitad de lo importado en 2021, pasando de 4,33 a 2,15 millones de toneladas este año.
Si bien esta mayor oferta de carne de cerdo tendrá un impacto directo sobre el consumo de pollo, no se esperan cambios significativos en la demanda de carne vacuna.
Este mercado, como hemos señalado en ocasiones anteriores, ya se rige por sus propios fundamentos de demanda. En efecto, a pesar de la recuperación del sector porcino, el consumo de carne vacuna en China sigue creciendo. Para este año el Usda proyecta un crecimiento cercano al 2% en consumo, alcanzando los 10,18 millones de toneladas anuales.
Con una producción local limitada a 7,1 millones de toneladas, las importaciones de carne vacuna previstas para este año, proyectan un aumento del 3%, alcanzando los 3,1 millones de toneladas.
En un año en el cual China amenazaba con desacelerar su economía producto de las fuertes restricciones impuestas bajo su política de Covid Cero, sus números siguen mostrando crecimiento. Más consumo, más importaciones y sorprendentemente mayores precios, en un momento en el que muchos países están sufriendo los avatares de una escalada inflacionaria que deteriora el poder adquisitivo de sus consumidores, como hace años no se registraba.
En los primeros cinco meses del año, China importó carne vacuna a un valor promedio de u$s 6.500 la tonelada, lo que implica un incremento en dólares del 37% respecto de lo pagado en igual período, un año atrás. Si bien en los últimos dos meses los valores pagados en origen han estado bajando entre un 10% y un 15%, según cortes, el nivel de precios relativos sigue siendo muy bueno y, estacionalmente, aún no hemos ingresado al período de mayor presión de compras.
El comercio mundial de carne este año, según el Usda, crecería al 1%, alcanzando 11,9 millones de toneladas, casi 500 mil toneladas más que en 2021, de los cuales las compras chinas representan el 26% del total.
De los principales exportadores, sólo Brasil estaría en condiciones este año de aportar un volumen adicional de aproximadamente 400 mil toneladas, llevando su saldo exportable a 2,725 millones de toneladas. Estados Unidos, se verá limitado en capacidad de exportación debido a la severa sequía que viene atravesando por lo que apenas superaría el 1,5 millón de toneladas. En el caso Australia, si bien comienza a recomponer sus saldos exportables, lo está haciendo más lento de lo esperado. Para nuestro país, por restricciones propias del contexto local, el Usda proyecta una ligera retracción en las exportaciones pasando de 735 a 700 mil toneladas anuales.
En este ajustado marco, el factor climático será determinante. En Sudamérica el clima puede resultar clave al momento de definir el segundo semestre del año, cuando se juega el mayor partido con China. Como todos los años, a medida que se acercan los festejos por el año nuevo lunar, los importadores chinos comienzan a acelerar su programa de compras poniendo más presión sobre los precios.
A su vez, este período de mayor presión de compras, coincide con un momento del año donde estacionalmente el tipo de hacienda que lleva de nuestro país, mayormente vaca vieja o de descarte, comienza a escasear. Por tanto, debería impulsar, clima mediante, una mejora en los precios de estas categorías.