El sector agrícola esperaba lluvias importantes esta semana, que podrían cambiar el curso de la nueva campaña de trigo. Y el cielo hizo su parte. El miércoles y jueves hubo precipitaciones muy intensas en la región, con picos de más de 180 milímetros en 48 horas, como en el caso de San Lorenzo.
Intensas lluvias en la región cambian el panorama del trigo
El regreso de las lluvias, que escasearon en abril y buena parte de mayo, podría revertir la tendencia a la caída del 50% interanual en la intención de siembra de trigo que había relevado en las últimas semanas la Guía Estratégica para el Agro (GEA).
Mayo se despidió con lluvias muy importantes y generalizadas en la región núcleo, provocando un giro en las decisiones de siembra. En trigo, lo mínimo requerido para sembrar es un 60% de agua útil en el suelo. Los técnicos recomendaban que al menos se dispusiese de un 50%, una proporción que hasta ayer sólo contaban los alrededores de Rosario.
El reporte de la GEA indicó que, en las cercanías de Rosario, los ingenieros agrónomos señalaban que “tendría que llover muy bien para que el productor se sienta seguro de apostar por el trigo y hacerlo con buena tecnología”. Por otro lado, está la falta de dinero y hay “enorme necesidad financiera”.
El Panorama Agrícola Semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires señaló que las precipitaciones demoran la cosecha de soja y maíz. En soja se llegó a cubrir al 78,2% de la superficie apta a nivel nacional.
Para maíz, la cosecha cubre el 26,6% del área estimada a nivel nacional registrando un avance intersemanal de 1,7 puntos porcentuales que representan un retraso respecto de las ultimas cinco campañas de 3,5 %.