La región núcleo productiva de la Argentina recibió nuevamente lluvias durante el pasado fin de semana y la mayoría de ellas se concentraron en el área norte de la provincia de Buenos Aires. Y si bien no hubo uniformidad en toda la zona, los niveles de precipitaciones fueron mayores, generando un alivio a los cultivos afectados por la sequía.
Las lluvias volvieron a la región núcleo
De acuerdo con los informes de las estaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Baradero se destacó como uno de los puntos más afectados, acumulando un total de 60 milímetros, seguido de cerca por Pergamino con 54 mm. La distribución de estas precipitaciones no fue uniforme en toda la región.
La BCR encontró disparidades notables en los registros pluviométricos, evidenciando la variabilidad de las condiciones meteorológicas. En Rojas, por ejemplo, la cantidad de lluvia medida fue notablemente menor, con 18 milímetros. Junín y Chacabuco registraron 20 milímetros cada uno. Mientras tanto, General Pinto, en el noroeste de Buenos Aires, fue uno de los lugares más beneficiados con un acumulado de 30 milímetros.
A pesar de las diferencias en la cantidad de lluvia registrada, en general, la región núcleo experimentó un aumento en los niveles de precipitación, con acumulados que oscilaron entre 10 y 40 milímetros en diversas localidades. Este evento climático ha generado un alivio para las áreas afectadas por la sequía, aunque se espera que las lluvias continúen, ya que se pronostican nuevas precipitaciones para el miércoles y el jueves en la región central del país.
A medida que la región núcleo sigue recibiendo estas lluvias tan necesarias, se monitorea de cerca la evolución del clima y su impacto en la agricultura y la economía local. Productores y autoridades locales están atentos a cómo estas lluvias podrían influir en la producción de cultivos y en la mitigación de la sequía en la región.