El año 2012 fue el momento en que la colza tomó impulso en la provincia de Entre Ríos, período en el que se llegó a 35 mil hectáreas sembradas en la provincia. Más allá de que no fue un buen año para su debut, debido a las complicaciones con el clima, con el paso de los años se observó que la colza genera buenos rendimientos y rentabilidades a los productores que la adoptan, y eso explica su participación en las secuencias agrícolas entrerrianas.
Colza: un cultivo que busca crecer en suelo entrerriano
Inta paraná. Leonardo Coll, investigador en manejo de colza.
A nivel mundial, la colza es la segunda oleaginosa de grano en importancia.
“Hay un gran potencial en cuanto a área, solo falta que se conozca más y que más productores se animen a incursionar en este cultivo. Tanto la colza como la brassica carinata son cultivos que tienen buena adaptación en los ambientes entrerrianos por la temperatura, el régimen de heladas y precipitaciones”, explicó el ingeniero Leonardo Coll, quien trabaja en el Inta Paraná desde el 2007 como investigador en manejo del cultivo de colza
Entre Ríos posee una estación de crecimiento invernal relativamente reducida por lo que se recomienda sembrar materiales de tipo primaveral: “En la segunda quincena de abril, se tienden a sembrar materiales de ciclo primaveral largo y en mayo se pasa a los intermedios o cortos. El problema de la siembra tardía es el riesgo de las primeras heladas porque la colza, hasta que no desarrolla una planta de cuatro o cinco hojas, es susceptible al daño por heladas. Entonces, si hay mucha cobertura de suelo con rastrojo o sectores bajos de los lotes en donde el frío se acumula, es probable que tengan pérdida de plantas”, remarcó el profesional.
En suelo entrerriano, los productores ya comenzaron con las labores de la oleaginosa y la expectativa está puesta en los rendimientos. Según el Siber, la cosecha se puso en marcha tras la aplicación de desecantes al cultivo o bien mediante el sistema de corte e hilerado y luego cosecha con recolector. Otro dato que brinda este sistema de información es que ambas oleaginosas suman 22.550 hectáreas, es decir el 58% de la superficie está cubierto por carinata y el restante 42% con colza.
Un cultivo con ventajas
A nivel mundial, la colza es la segunda oleaginosa de grano en importancia, después de la soja. En Argentina no tiene una larga tradición pero internacionalmente es un commodity más, con grandes ventajas.
Consultado por las virtudes productivas de este cultivo, Coll destacó: “Incorporar la colza o canola en la secuencia de cultivos posibilitó una implantación temprana en los cultivos de segunda, debido a que generalmente la colza se cosecha entre 20 y 30 días antes que el cultivo de trigo, lo que genera mayores rendimientos. Otro aspecto a destacar de este cultivo tiene que ver con su sistema radicular; y es que la planta de colza presenta una raíz pivotante, la cual -una vez cosechada- mejora la infiltración y permite acumular más agua en el suelo”.
A nivel industrial, la colza es utilizada para la producción de biodiesel y, de manera más secundaria, en la industria de los cosméticos. “En Europa, el grueso de la matriz de producción de biodiesel no está basado en el aceite de soja, sino en el aceite colza”, destacó Coll.
Asimismo, el aceite proveniente de la colza o canola para consumo humano, “es considerado por la medicina a nivel mundial como el más sano para el sistema cardiovascular y sistema neurológico, superando incluso al aceite de oliva o algunos otros muy conocidos”.
Los límites
La falta de conocimiento que hay en general sobre el manejo de este cultivo y cómo tomar decisiones correctas para que el rendimiento sea cercano al máximo alcanzable en cada ambiente, es una de las dificultades que limitan la elección de este cultivo.
Uno de los problemas de esta actividad son “las pérdidas al momento de la cosecha, debido a que la colza es una especie dehiscente, es decir, que al momento de la madurez las vainas tienden a abrirse y a liberar las semillas que se pierden si no está listo para cosechar. Entonces, requiere de cierto conocimiento para identificar el momento oportuno de cosecha para que los vientos no produzcan pérdidas excesivas”, sostuvo Coll.
En Argentina, no están habilitadas las colzas transgénicas como en otros países como Canadá o Australia. “Para el control de malezas hay distintas alternativas, pero en general recurrimos a los herbicidas tradicionales para las colzas convencionales y se logran buenos controles. Además, el cultivo es muy buen competidor con las malezas cuando se siembra en tiempo y forma”, destacó el especialista.
“En el 2008, cuando comenzaron los controles en el comercio del trigo, empezamos a buscar alternativas y encontramos una buena opción en la colza. Apostamos a este cultivo por necesidad, para buscar otra opción, y porque la colza es muy buena como antecesor para soja o maíz tardío. Además, podemos anticipar la cosecha y el rastrojo es muy bueno para sembrar un cultivo de segunda”, contó Alfredo Gutiérrez, productor de colza e integrante del grupo CREA Montoya de Entre Ríos.
Dedicado a la producción ganadera-agrícola en el distrito Costa Grande, a 30 km al sur del departamento Diamante en Entre Ríos, Gutiérrez amplió: “En invierno sembramos trigo, avena y colza. El área que ocupa esta última varía según la rotación, entre 50 y 200 hectáreas por año. La colza es un muy buen cultivo para alternar con trigo, y en los últimos años tuvimos muy buenos resultados, en general estamos con un rinde promedio de 18 a 20 quintales por hectárea, que para Entre Ríos es muy bueno”. En esta línea, agregó: “Este año la situación internacional ameritaba a sembrar mucha colza y trigo, pero tuvimos un invierno muy seco, entonces tuvimos que tener en cuenta todos los factores. Nos hubiese encantado hacer más colza, pero observamos que la lluvia no llegaba, así que tuvimos que dejar esos lotes para maíz tardío”.
Con respecto a la producción a futuro, Gutiérrez aseguró que el crecimiento de la colza y la carinata dependen del trigo y de los precios internacionales: “En la medida en que el comercio del trigo esté con retenciones, la colza y la carinata van a ir aumentando. Si se libera las exportaciones y se quitan las retenciones, puede aparecer una disminución en la producción porque el trigo es el cultivo por excelencia”, finalizó el productor.