Tras pasar el julio más lluvioso de los últimos 40 años, agosto comienza con precipitaciones y tormentas. En un escenario de las mejores reservas hídricas en cinco años, y a partir del cambio en las retneciones, los productores y técnicos se debaten entre invertir en tecnología para potenciar los cultivos o aumentar el área sembrada. Así lo indicó la Guía Estratégica para el Agro (GEA) en su informe semanal.
Bajó el riesgo maíz: con más lluvias y menos retenciones crece la intención de siembra
La Guía Estratégica para el Agro destacó el inédito nivel de lluvias con el que terminó julio y arranca agosto. Las reservas hídricas están en el mejor nivel de los últimos cinco años. Replanteos para la campaña gruesa
El maíz vuelve a entusiasmar. Se espera un aumento de la superficie sembrada en la región núcleo.
Los técnicos del servicio de estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario destacaron que el fin de semana pasado volvió a llover , con registros que “sobrepasaron por lejos los pronósticos más optimistas”. Las 36 estaciones de la red GEA/BCR promedian 52 mm para julio 2025 cuando la media mensual histórica señala 20 mm para la región. “Hay que retroceder 40 años, exactamente hasta julio de 1985, para encontrar valorer mayores a los de este mes. En aquel entonces, en Córdoba, los totales mensuales llegaron a multiplicar por diez los valores considerados promedio histórico”, explicó el consultor Alfredo Elorriaga.
A un mes de la siembra, el maíz arranca con las mejores reservas hídricas de los últimos 5 años. En los últimos 4 años la previa del cereal enfrentaba marcadas sequías y escasez de agua. Por el momento se espera un aumento en la siembra del maíz 2025/26 de un 17% respecto al ciclo pasado.
Perfiles recargados
Con perfiles hídricos recargados, año “Neutral” y anuncio oficial de reducción de derechos de exportación, los técnicos de preguntan: ¿Puede aumentar más la siembra maicera? Las respuestas a las encuestas van del entusiasmo a la cautela. Por ejemplo, en Carlos Pellegrini hablan de un relanzamiento del cultivo: “se reactivaron las reservas de semilla y fertilizante. Hay entusiasmo, se ha reactivado el mercado. Vemos que hay un mayor margen para que el productor pueda maniobrar y actuar con más libertad, sin tener encima el techo de la baja rentabilidad apretándole la cabeza”. Allí, estimaban un 10% de aumento y esta semana, un aumento del 15%, o “quizás del 20%”, agregan.
En otras regiones destacan que “la clave no fue tanto la mejora económica, sino la previsibilidad que aporta”. En cambio, en Pergamino, la cautela predomina: “todavía es temprano para definir cambios concretos”. En el extremo sur santafesino, en localidades como Bigand o Bombal, el termómetro es aún más frío: “el productor está más tranquilo con la mejora en los precios tras los anuncios, pero se maneja con calma a la hora de tomar decisiones. Seguramente, si hay mejores precios, invertirá en nitrógeno para el maíz”, señalan.
Más tecnología
Esto es algo que empieza a verse como tendencia, la posibilidad de aumentar la fertilización en un año en que hay un gran oportunidad agronómica. En conclusión, la intención de siembra de maíz en la región núcleo no muestra un cambio y se sigue estimando un 17% de aumento interanual en la intención. Sí se espera que se mejoren las dosis de fósforo y nitrógeno para apostar a mayores potenciales de rindes en el cultivo de maíz. La evolución de los precios de los fertilizantes, en especial del fósforo, será un factor clave a la hora de decidir el paquete tecnológico.
Los pronósticos de corto plazo indican que el ambiente templado y húmedo con que finaliza julio nuevamente será interpelado por un cambio de circulación que sumará aire frío desde el sur provocando el desarrollo de lluvias y tormentas. De este modo, agosto comienza con precipitaciones que continuarán aumentando los acumulados invernales.