Febrero cierra con lluvias cruciales, pero los desafíos persisten en el campo. Además, los productores se sientan sobre los granos ante la baja de precios. Si bien las perspectivas productivas están un escalón más bajo, son buenas, pero las cotizaciones no acompañan.
El agua alivió a los cultivos, pero no alcanzó para recobrar el rinde
Con un promedio de lluvias de 147 mm, el segundo mes del año llevó alivio a los cultivos afectados por la ola de calor, advierte el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Sin embargo, no alcanzó para reponer los potenciales de rinde de inicios de campaña.
Desde la entidad rosarina advirtieron que la próxima campaña de trigo presenta un difícil panorama con márgenes muy estrechos, ya que los rindes de indiferencia están entre 42 y 52 qq/ha en campo propio y bajo alquiler, respectivamente.
A pesar de la ola de calor que afectó a los cultivos, el especialista de la Universidad Austral, Dante Romano, explicó que las perspectivas productivas aún son buenas pero las cotizaciones no acompañan. Indicó que respecto de noviembre de 2023 las cotizaciones muestran bajas. Por caso, la soja pasó de u$s 350 la tonelada a u$s270 la tonelada en estos días; el maíz de u$s 190 a u$s 160 y el trigo julio pasó de u$s 240 a u$s 200.
“Pasamos de márgenes positivos y precios cercanos a los que se habían presupuestado al inicio del año, a valores que generan quebrantos en la mayor parte de los casos, teniendo en cuenta el costo de alquiler: 70% de los campos en Argentina se arriendan, y los que no, deberían tener en cuenta el costo de oportunidad de no hacerlo”, detalló Romano.
Acumulados
“En el mes de febrero, la región núcleo acumuló un promedio de 147 mm, alcanzando la media de lluvias del mes de los últimos 30 años. Los promedios para la región oscilan entre 100 y 150 mm (de oeste a este). El centro sur de Santa Fe y el este de Córdoba fueron las zonas con los mayores milimetrajes, superando 150 mm”, precisó el informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa.
En rigor, el informe resalta que tras acumulados mencionados, las reservas de agua aumentaron respecto de la semana pasada. Van desde adecuadas a excesos en el norte de la región, mientras que en el sur de Santa Fe y el norte de Buenos Aires se mantienen las condiciones regulares de humedad en el perfil del suelo. Allí se necesitan, en los próximos quince días, acumulados de 20 a 60 mm para alcanzar el estado óptimo de los perfiles. El año pasado en esta misma fecha, las lluvias acumuladas sobre la región núcleo apenas alcanzaban entre el 10 y el 50% de los valores mensuales medios estadísticos, y se precisaban de 50 a más de 100 mm para alcanzar el promedio de lluvias de febrero de los últimos 30 años.
“A pesar de la recuperación de los cultivos tras las lluvias de febrero, no se pudo recobrar el rinde perdido por la intensa ola de calor que azotó a la región hacia fines de enero y principios de febrero. Hubo una mejora en la condición de la soja de primera en la última semana: subieron 15 p.p. los lotes entre excelentes y muy buenas condiciones, totalizando 75%; hay 22% de lotes en buenas condiciones, pero sigue habiendo un 3% de lotes en condiciones regulares”, se precisó.
El informe de la BCR indicó que se percibe una mejora en las condiciones de soja de segunda, con un 40% de los lotes entre excelentes y muy buenos. Hay un 50% en buenas condiciones y un 10% regulares. El rinde promedio de la soja en la región está estimado en 36 qq/ha.
En cuanto al maíz tardío, hay lotes en que las lluvias cayeron unos días antes de floración, por lo que se ven en mejores condiciones. En otros, las precipitaciones llegaron tarde y se empiezan a ver espigas muy afectadas con falta de granos por mala fecundación. Los maíces tempranos pudieron sortear la ola de calor, ya que se encontraban en la última etapa de llenado de granos y las lluvias permitieron completar esa etapa. Se empiezan a ver los primeros lotes cosechados en la región.
Márgenes agropecuarios
La Bolsa rosarina indicó que sobre los márgenes para la próxima campaña de trigo 2024/25, en base a la última actualización de precios (insumos, fletes, dólar y precios de commodities futuros, etc.), realizada el 28 de febrero, hay números muy ajustados para el trigo. Bajo la condición de campo alquilado, el margen es de -165 u$s/ha, lo que constituye una renta negativa, mientras que en campo propio queda un acotado margen de 13 u$s/ha (con un rinde de 40 qq/ha).
Esto es un reflejo de la “foto actual” de los números para el cultivo en un planteo agronómico promedio para la región núcleo. Habrá que ver cómo evolucionan los precios de todos los insumos y del cereal; este último en poco más de 84 u$s/tn por debajo del precio utilizado para los calculos hace un año atrás (264 u$s/tn) para la posición a cosecha. Con el actual panorama, el rinde de indiferencia para el trigo en campo alquilado supera los 50 qq/ha.
Los números para la campaña 2024/25 muestran rendimientos de indiferencia muy elevados y superiores a los que se manejaban en la proyección de febrero 2023. En campo alquilado (alquiler=18 qq/ha) la suba es más pronunciada que en campo propio. Bajo arrendamiento, los números para el trigo muestran que será necesario obtener un rinde de 52 qq/ha para comenzar a ganar, contra los 42 qq/ha del ciclo 2023/2024. Por otra parte, en campo propio se requieren 39 qq/ha contra los 26 qq/ha de rinde de indiferencia de hace un año.
Al centro norte
En el centro y norte de Santa Fe las lluvias beneficiaron las etapas fenológicas de floración y llenado de granos. En este marco, se demora el final de la cosecha de girasol y la trilla del maíz temprano también está en marcha y arroja rendimientos muy interesantes para la región, señaló el informe semanal del Sistema de Estimaciones Agrícolas para el Centro Norte de la Provincia de Santa Fe que difunde la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
También se explica que el proceso de cosecha de girasol se llevó a cabo un par de días, en el centro y sur del área de estudio, luego se interrumpió por las condiciones climáticas imperantes. Similar situación corrió el cultivo de maíz temprano (de primera), pero en la zona norte y centro.
Para el lapso comprendido entre el 28 de febrero y el 5 de marzo de 2024, los pronósticos prevén desde su comienzo, inestabilidad climática, parcial a totalmente nublado, temperaturas medias diarias levemente elevadas, altas probabilidades de precipitaciones de variadas intensidades e irregular distribución geográfica.
En maíz temprano durante dos jornadas del período analizado las condiciones climáticas fueron estables, con temperaturas diarias altas y ambiente seco, que permitieron el desarrollo o la evolución de los maizales de primera, en etapa de madurez fisiológica. La pérdida de humedad del grano fue constante y favoreció el ritmo de recolección (grano comercial), en el sector norte y centro del SEA.
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En el sector norte, los rendimientos promedios mínimos obtenidos oscilaron desde 45 a 47 qq/ha, con máximos de 60 a 63 qq/ha y en lotes puntuales se alcanzaron 65 qq/ha. En tanto, en el sector centro, los rendimientos promedios mínimos obtenidos oscilaron desde 50 a 57 qq/ha, con máximos de 80 a 90 qq/ha y en lotes puntuales se alcanzaron 100 qq/ha.
En soja temprana las nuevas precipitaciones en momentos oportunos, favorecieron a los cultivares, que se encontraban en etapa de llenado de grano e inicio de maduración, situación que generó expectativas muy favorables por los futuros resultados, que serían, totalmente diferentes a los de la campaña anterior.
Los de soja tardía (de segunda), también se beneficiaron con las lluvias que revirtieron la realidad existente y continuaron con el desarrollo vegetativo e inicio del período de floración, bajo condiciones más favorables.